Flavia Riggione.
Últimamente, y debido a esta coyuntura, veo en ocasiones el programa de
Vladimir Villegas a la una. Hoy miércoles 26 de marzo francamente fue
una gran decepción, por no escribir otra cosa. El entrevistado Aveledo,
político clásico de la cuarta república, época aquella cuando uno no
lograba dedicar un rato a oírlos so pena de asco, tedio y escozor. O
sea, les tenía, y tengo, ¡alergia!
Pero quiero concentrarme en el entrevistador, en el periodista Villegas. ¡Qué falta de ética! Se mantuvo todo el tiempo con timidez de preguntar lo que era obvio de preguntar: ¿Porque se niegan a ir al diálogo? ¿Pórque no declaran expresamente que repudian la violencia, las guarimbas, las barricadas? ¿Dónde está Capriles? ¿Cuál es el nuevo dirigente de la oposición? Algunas, sólo algunas, se atrevió a hacerlas, pero dándole vueltas, añadiendo algo más para diluir el impacto, no de forma directa. En un momento tan crítico como el que vivimos, donde este señor opositor tiene toda la responsabilidad del mundo por ser coordinador de una oposición que no dudo en catalogar como cómplice, Villegas pierde la oportunidad de encararlo abiertamente, como todo un profesional, sin pena, sin pedirle permiso, sin haber pactado antes del programa, qué se le permitía preguntar y que no. Imagino que el tema Capriles fue vedado.
Y Villegas tontamente insiste en su prueba de amor! ¡Qué pena este señor! Lo oí con interés cuando inauguraron la conferencia por la paz en Miraflores. Por ser quién es, opositor que saltó en algún momento la talanquera chavista. Sus razones tendría y las respetamos. Pero se trata ahora de que él mismo no se respeta como periodista, no se respeta como invitado especial a una conferencia de paz, cuando tiene enfrente a un personaje clave en toda esta protesta, lobo que se viste de corderito atacando a caperucita roja, y dando como periodista claras señales de pena, inseguridad, timidez, en vez de exigirle como ciudadano comprometido y afectado por toda esta situación del país, preguntarle, por ejemplo, abiertamente las razones de su inasistencia a la invitación por la paz. Exponerlo en toda su miserable verdad, la que oculta con voz de circunstancias, con cuentos, con vueltas, precisando la forma, caso maricori, y no el fondo. Y no se trata de una timidez natural del Sr. Villegas, porque ya lo hemos visto en otras entrevistas cuando habla directamente, pregunta buscando la rápida respuesta sin preámbulos, sin merodeos. Claro, a entrevistados chavistas.
Lic. Villegas perdió usted gran parte de su respetabilidad al haber conducido de tal manera la entrevista con este personaje. Risitas nerviosas, preguntan por twitter ¿porque Aveledo incendió la UNEFA del Táchira? Horror, perdón Ramón Guillermo, qué pregunta, qué herejía, no fue con usted, éste que escribe es un loco. Pero usted licenciado sabe tan bien como yo, o muchísimo mejor porque fue político además es periodista, que se peca por omisión, por acción de lejitos, tira la piedra y esconde la mano, y hasta ahora hay suficientes evidencias del intento fallido de un golpe de estado promovido abiertamente por ellos. No lo ve quién no quiere verlo.
¿Gallo pelón? Vergüenza es lo que debería darle al conducir un programa de esta forma. Genuflexo ante Aveledo, lacayo de este coordinador, y disculpe los insultos pero es lo que transmitió en su programa. Siento pena ajena.
¿Usted es el que pide señales que debe dar el Gobierno Bolivariano? ¿Más señales de que quiere, y queremos la paz? ¿Más invitaciones a los opositores, políticos, estudiantes? ¿Más puertas abiertas de las que abrió? Yo como venezolana, usuaria de la TV, pocas muy pocas veces de Globovisión, le pido como señal la de la honestidad, la audacia certera, la responsabilidad directa, comprometida, y la búsqueda sincera de la verdad. Para ser merecedor de pedir algo, antes debe dar: demuéstrelo Sr. Vladimir Villegas. Converse un poco con su hermano Ernesto. Él se lo sabrá explicar mejor.
Pero quiero concentrarme en el entrevistador, en el periodista Villegas. ¡Qué falta de ética! Se mantuvo todo el tiempo con timidez de preguntar lo que era obvio de preguntar: ¿Porque se niegan a ir al diálogo? ¿Pórque no declaran expresamente que repudian la violencia, las guarimbas, las barricadas? ¿Dónde está Capriles? ¿Cuál es el nuevo dirigente de la oposición? Algunas, sólo algunas, se atrevió a hacerlas, pero dándole vueltas, añadiendo algo más para diluir el impacto, no de forma directa. En un momento tan crítico como el que vivimos, donde este señor opositor tiene toda la responsabilidad del mundo por ser coordinador de una oposición que no dudo en catalogar como cómplice, Villegas pierde la oportunidad de encararlo abiertamente, como todo un profesional, sin pena, sin pedirle permiso, sin haber pactado antes del programa, qué se le permitía preguntar y que no. Imagino que el tema Capriles fue vedado.
Y Villegas tontamente insiste en su prueba de amor! ¡Qué pena este señor! Lo oí con interés cuando inauguraron la conferencia por la paz en Miraflores. Por ser quién es, opositor que saltó en algún momento la talanquera chavista. Sus razones tendría y las respetamos. Pero se trata ahora de que él mismo no se respeta como periodista, no se respeta como invitado especial a una conferencia de paz, cuando tiene enfrente a un personaje clave en toda esta protesta, lobo que se viste de corderito atacando a caperucita roja, y dando como periodista claras señales de pena, inseguridad, timidez, en vez de exigirle como ciudadano comprometido y afectado por toda esta situación del país, preguntarle, por ejemplo, abiertamente las razones de su inasistencia a la invitación por la paz. Exponerlo en toda su miserable verdad, la que oculta con voz de circunstancias, con cuentos, con vueltas, precisando la forma, caso maricori, y no el fondo. Y no se trata de una timidez natural del Sr. Villegas, porque ya lo hemos visto en otras entrevistas cuando habla directamente, pregunta buscando la rápida respuesta sin preámbulos, sin merodeos. Claro, a entrevistados chavistas.
Lic. Villegas perdió usted gran parte de su respetabilidad al haber conducido de tal manera la entrevista con este personaje. Risitas nerviosas, preguntan por twitter ¿porque Aveledo incendió la UNEFA del Táchira? Horror, perdón Ramón Guillermo, qué pregunta, qué herejía, no fue con usted, éste que escribe es un loco. Pero usted licenciado sabe tan bien como yo, o muchísimo mejor porque fue político además es periodista, que se peca por omisión, por acción de lejitos, tira la piedra y esconde la mano, y hasta ahora hay suficientes evidencias del intento fallido de un golpe de estado promovido abiertamente por ellos. No lo ve quién no quiere verlo.
¿Gallo pelón? Vergüenza es lo que debería darle al conducir un programa de esta forma. Genuflexo ante Aveledo, lacayo de este coordinador, y disculpe los insultos pero es lo que transmitió en su programa. Siento pena ajena.
¿Usted es el que pide señales que debe dar el Gobierno Bolivariano? ¿Más señales de que quiere, y queremos la paz? ¿Más invitaciones a los opositores, políticos, estudiantes? ¿Más puertas abiertas de las que abrió? Yo como venezolana, usuaria de la TV, pocas muy pocas veces de Globovisión, le pido como señal la de la honestidad, la audacia certera, la responsabilidad directa, comprometida, y la búsqueda sincera de la verdad. Para ser merecedor de pedir algo, antes debe dar: demuéstrelo Sr. Vladimir Villegas. Converse un poco con su hermano Ernesto. Él se lo sabrá explicar mejor.
Profesora e investigadora (J) Titular de la UCV.
flaviariggione@hotmail.com
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