Hay serios indicios que nos hacen pensar que la tercera guerra mundial está en ciernes; los acontecimientos políticos y militares que están sucediéndose en el Medio Oriente y en Asia Central así nos lo dejan ver; pero, cuáles son estos acontecimientos y cuán grave son como para que puedan desatar una guerra a gran escala. Para entenderlo mejor debemos visualizar el mapa de estas dos regiones; comencemos con Paquistán: recientemente, hubo una incursión armada por parte de EEUU en el interior de éste País con el fin de materializar un nuevo “bluff” imperial de querer hacer ver que Ben Laden estaba allí, vivo y que había que asesinarlo; todos sabemos que ese señor estaba muerto desde hace unos cuantos años, además de que era un agente secreto de la CIA, entrenado por ésta para actuar frente a la Unión Soviética en Afganistán; y, para más añadidura, socio de la familia BUSH en una empresa petrolera llamada Arbusto Oil Company con base en Texas USA. Esta incursión no agradó al Gobierno de Paquistán y la calificó como una violación a su soberanía, con lo que la situación entre ambos países se agravó de tal manera, que el Primer Ministro de Paquistán viajó urgentemente a China en búsqueda de ayuda de esa gran potencia.
Pero, por qué solicitó ayuda a China, por una razón muy sencilla ya que a través de suelo paquistaní corren los ductos de petróleo y gas que Irán le proporciona a China y que representan cerca de un 40% de las importaciones totales que de estos rubros entran a China, y éste gran País sabe, que cualquier ataque a Irán o a Paquistán los dejaría prácticamente sin la energía suficiente para subsistir y mucho menos para actuar en una confrontación con otras potencias. Es por ello, que China ante la insistencia de invadir a Paquistán por parte de EEUU, como ya lo han manifestado los lideres de este último País, ha lanzado, nada más y nada menos, que un ultimátum al imperio yankee, de “que cualquier ataque a Paquistán sería tomado como un ataque a China”, una declaración de tal gravedad no se había producido desde la Segunda Guerra Mundial, y es más grave aún porque se le está haciendo al más grande y cruel imperio que ha tenido la humanidad; sin embargo, el imperio parece que ha asimilado el reto, pues lo ha silenciado en sus declaraciones y en los medios de comunicación, que de hecho están controlados por esa supuesta democracia; y, ha ordenado silenciarlo en los medios de comunicación del mundo entero controlados por la oligarquía fascista antidemocrática que sigue ciegamente las directrices del imperio por encima de sus intereses nacionales. Pero este silencio puede significar que el imperio debe solucionar un grave problema antes de enfrentarse a China (luego veremos cuál es este problema).
Por otro lado, China está dando pasos agigantados para fortalecer sus sistemas de armas tanto ofensivos como defensivos, recientemente botaron al agua su primer portaviones, con características muy similares a los del imperio; está reforzando aceleradamente todas sus fronteras con grandes efectivos militares. El propio ex secretario de defensa del imperio Robert Gates en el llamado diálogo de Shangrilá, con motivo de despedirse de sus aliados de Asia, ha dicho que China representa la mayor preocupación del imperio por su creciente desarrollo armamentista, sobre todo porque ha logrado desarrollar misiles anti-buques capaces de neutralizar sus portaviones, arma principal para imponer su guerra preventiva o “anti-terrorista”. Pero, China no está sola en este juego estratégico y geopolítico, hay otra potencia que está participando, por intereses comunes, junto a China como se aprecia en el pacto de Shanghai, y recientemente, el BRICS ( que es el pacto entre Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica); se trata principalmente de Rusia, País con capacidad ofensiva nuclear similar a la del imperio, a quien no le conviene por ningún motivo mantenerse neutral frente a una confrontación China- USA, porque de ganar el imperio, tendría que enfrentarse a un super imperio más los países europeos alineados con éste. De otra parte, a Rusia tampoco le conviene que Irán sea invadido por el imperio, porque lo tendría en su frontera Sur; al igual que a China no le conviene que el imperio invada a Paquistán, pues lo tendría en su frontera Sur-Oeste.
Hay que decir que Rusia se ha dormido mucho frente al avance imperial en la zona del Asia Central, hasta el punto que está totalmente rodeada por bases y enclaves imperiales desde donde se le puede atacar fácilmente; también se ha dejado engatusar con el llamado escudo estratégico anti-misil que el imperio está montando en Europa oriental para controlar a Moscú. Se especula mucho en medios informativos, de que esta supuesta neutralidad rusa frente al avance imperial se debe a la presencia de una creciente burguesía en Rusia que representa los intereses oligárquicos aliados al imperio, que ha sabido ejercer presión en el sentido de hacer ver que el imperio representa el lado bueno y conveniente a los intereses rusos. El máximo exponente de esta posición está encarnada en el actual Presidente de ese País y manifestada en su actuación como tal; por ejemplo: cuando negó los sistemas de defensa aérea S-300 a Irán para satisfacer al imperio; o, cuando no ejerció su derecho a veto en la ONU para que no se masacrara al pueblo libio para robarle sus recursos energéticos y monetarios. En este sentido, Rusia sabe que a la larga el imperio la va a aniquilar; y, que por tanto, su única salida está en la un unión con China para enfrentar con éxito las apetencias imperiales de apoderarse del mundo y manejarlo de conformidad con sus propios intereses
Los EEUU han desplegado un manifiesto interés en aislar a Rusia de China, cada vez que van a dar un paso hacia adelante mandan a sus máximos representantes a tratar de convencer al Gobierno Ruso sobre el conveniente apoyo a sus intereses; sin embargo, hay una fuerte presión interna en Rusia, manifestada por el Primer Ministro Putin, que no estuvo de acuerdo en la invasión a Libia, y que ha mostrado interés en desaprobar cualquier intento imperial de votar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU en contra de Siria, para luego aplicarle el formato de Libia. También hay un manifiesto interés del imperio en aislar a China de La India, ofreciéndole grandes cantidades de material bélico moderno a ésta última, con el fin de armarla frente a China; y, de esta manera desarticular el BRICS. Si EEUU se enfrenta a China, quiere tener de su lado a Rusia y a La India, para luego liquidarlas una a una.
Yo les diría a todos que “pelen bien los ojos”, porque tales cosas ya comenzaron a manifestarse, y si mis cálculos no me fallan, para el segundo semestre del año 2.012 deberíamos estar entrando de lleno en la fase ejecutiva de esta Tercera Guerra Mundial. En párrafos anteriores les dejé ver que antes de que esto sucediera EEUU debería resolver un problema fundamental para poder poner en práctica la ejecución de este plan de liquidar a China y sus aliados, que comenzaría con negarle a China los recursos energéticos que le son indispensables para poderlos enfrentar; y, en segundo lugar, asegurarse para sí tales recursos. Una confrontación de esa magnitud requiere de grandes reservas de recursos energéticos, que ninguno de los dos Países posee; en consecuencia, ambos tienen la mira puesta en ese lugar donde se encuentran tales reservas, y ese lugar no es otro que Venezuela. El Imperio, que lo quiere a través del uso de la fuerza, invadiendo y matando a todo el que se le oponga; y la segunda, a través de la compra pacífica de los mismos, tal y como se está haciendo con la venta de petróleo a China. Alguien podría pensar que el teatro de la guerra podría trasladarse a Venezuela, pero tal cosa es imposible porque China carece de una marina de guerra lo suficientemente poderosa para poder operar a tan grandes distancias. El teatro de la guerra va a permanecer en el Asia Central, sólo que el imperio va a invadir a Venezuela para tomar su petróleo, el que va a mover sus buques, sus aviones, sus tanques y demás medios de apoyo; como requisito previo a la realización de dicha guerra mundial.
Esto nos sitúa directamente en Venezuela, y la pregunta obligada es “que debe hacer Venezuela”; en mi criterio, Venezuela debe, fundamentalmente, buscar un compromiso con China similar al de Paquistán, de que cualquier ataque a Venezuela se tomará como un ataque a China, y esto lo digo, porque tanto necesita China de nuestro petróleo como el imperio; igualmente, debe buscarse un compromiso de China y de Rusia a objeto de vetar cualquier intento imperial que desemboque en una invasión a nuestro País.
En el orden interno, debemos fortalecer la Milicia Nacional Bolivariana, entrenarla, armarla y llevar sus efectivos a unos 500.000 combatientes. Adquirir suficiente armamento anti-todo; vale decir: anti-misiles que complemente al sistema Pechora 2-M, ya que este último tiene un alcance en altura de 20.000metros y los aviones que utilizaría el imperio para destruirnos, que son los F-117, los B-52 y los B-58, pueden volar ligeramente por encima de los 20.000mts; por ello se recomienda la adquisición del S-300, que cubre hasta los 27.000mts de altura, donde no llega ningún avión imperial. Deben adquirirse misiles anti-buques, Rusia, Irán y China los poseen; también deben adquirirse misiles anti-blindados. En dos platos, desarrollar la doctrina estratégica defensiva anti-todo. Todos estos equipos deben adquirirse antes de que se realicen los primeros indicios ciertos de un ataque, ya que una vez iniciados estos, será imposible adquirirlos, hay que pensar que va a haber una fuerte presión imperial para evitarlo, amén de que se necesita un tiempo de negociación y un tiempo para entrenamiento. Aprovechemos este relativamente corto tiempo para adquirir el armamento para esos 500.000 milicianos, elevar su plantilla hasta ese monto y entrenarlos debidamente. Otro tanto debe hacerse con el pueblo, que debe convertirse en pueblo en armas. El imperio debe tener entre sus planes que esta invasión a Venezuela para asegurar sus recursos energéticos debe realizarse unos seis meses antes de que pueda iniciarse la Tercera Guerra Mundial: Los invito a que hagan sus cálculos.
*Cnel. en retiro de la Aviación Militar Bolivariana y abogado en ejercicio.
brauliomartinez1@gmail.com
Pero, por qué solicitó ayuda a China, por una razón muy sencilla ya que a través de suelo paquistaní corren los ductos de petróleo y gas que Irán le proporciona a China y que representan cerca de un 40% de las importaciones totales que de estos rubros entran a China, y éste gran País sabe, que cualquier ataque a Irán o a Paquistán los dejaría prácticamente sin la energía suficiente para subsistir y mucho menos para actuar en una confrontación con otras potencias. Es por ello, que China ante la insistencia de invadir a Paquistán por parte de EEUU, como ya lo han manifestado los lideres de este último País, ha lanzado, nada más y nada menos, que un ultimátum al imperio yankee, de “que cualquier ataque a Paquistán sería tomado como un ataque a China”, una declaración de tal gravedad no se había producido desde la Segunda Guerra Mundial, y es más grave aún porque se le está haciendo al más grande y cruel imperio que ha tenido la humanidad; sin embargo, el imperio parece que ha asimilado el reto, pues lo ha silenciado en sus declaraciones y en los medios de comunicación, que de hecho están controlados por esa supuesta democracia; y, ha ordenado silenciarlo en los medios de comunicación del mundo entero controlados por la oligarquía fascista antidemocrática que sigue ciegamente las directrices del imperio por encima de sus intereses nacionales. Pero este silencio puede significar que el imperio debe solucionar un grave problema antes de enfrentarse a China (luego veremos cuál es este problema).
Por otro lado, China está dando pasos agigantados para fortalecer sus sistemas de armas tanto ofensivos como defensivos, recientemente botaron al agua su primer portaviones, con características muy similares a los del imperio; está reforzando aceleradamente todas sus fronteras con grandes efectivos militares. El propio ex secretario de defensa del imperio Robert Gates en el llamado diálogo de Shangrilá, con motivo de despedirse de sus aliados de Asia, ha dicho que China representa la mayor preocupación del imperio por su creciente desarrollo armamentista, sobre todo porque ha logrado desarrollar misiles anti-buques capaces de neutralizar sus portaviones, arma principal para imponer su guerra preventiva o “anti-terrorista”. Pero, China no está sola en este juego estratégico y geopolítico, hay otra potencia que está participando, por intereses comunes, junto a China como se aprecia en el pacto de Shanghai, y recientemente, el BRICS ( que es el pacto entre Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica); se trata principalmente de Rusia, País con capacidad ofensiva nuclear similar a la del imperio, a quien no le conviene por ningún motivo mantenerse neutral frente a una confrontación China- USA, porque de ganar el imperio, tendría que enfrentarse a un super imperio más los países europeos alineados con éste. De otra parte, a Rusia tampoco le conviene que Irán sea invadido por el imperio, porque lo tendría en su frontera Sur; al igual que a China no le conviene que el imperio invada a Paquistán, pues lo tendría en su frontera Sur-Oeste.
Hay que decir que Rusia se ha dormido mucho frente al avance imperial en la zona del Asia Central, hasta el punto que está totalmente rodeada por bases y enclaves imperiales desde donde se le puede atacar fácilmente; también se ha dejado engatusar con el llamado escudo estratégico anti-misil que el imperio está montando en Europa oriental para controlar a Moscú. Se especula mucho en medios informativos, de que esta supuesta neutralidad rusa frente al avance imperial se debe a la presencia de una creciente burguesía en Rusia que representa los intereses oligárquicos aliados al imperio, que ha sabido ejercer presión en el sentido de hacer ver que el imperio representa el lado bueno y conveniente a los intereses rusos. El máximo exponente de esta posición está encarnada en el actual Presidente de ese País y manifestada en su actuación como tal; por ejemplo: cuando negó los sistemas de defensa aérea S-300 a Irán para satisfacer al imperio; o, cuando no ejerció su derecho a veto en la ONU para que no se masacrara al pueblo libio para robarle sus recursos energéticos y monetarios. En este sentido, Rusia sabe que a la larga el imperio la va a aniquilar; y, que por tanto, su única salida está en la un unión con China para enfrentar con éxito las apetencias imperiales de apoderarse del mundo y manejarlo de conformidad con sus propios intereses
Los EEUU han desplegado un manifiesto interés en aislar a Rusia de China, cada vez que van a dar un paso hacia adelante mandan a sus máximos representantes a tratar de convencer al Gobierno Ruso sobre el conveniente apoyo a sus intereses; sin embargo, hay una fuerte presión interna en Rusia, manifestada por el Primer Ministro Putin, que no estuvo de acuerdo en la invasión a Libia, y que ha mostrado interés en desaprobar cualquier intento imperial de votar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU en contra de Siria, para luego aplicarle el formato de Libia. También hay un manifiesto interés del imperio en aislar a China de La India, ofreciéndole grandes cantidades de material bélico moderno a ésta última, con el fin de armarla frente a China; y, de esta manera desarticular el BRICS. Si EEUU se enfrenta a China, quiere tener de su lado a Rusia y a La India, para luego liquidarlas una a una.
Yo les diría a todos que “pelen bien los ojos”, porque tales cosas ya comenzaron a manifestarse, y si mis cálculos no me fallan, para el segundo semestre del año 2.012 deberíamos estar entrando de lleno en la fase ejecutiva de esta Tercera Guerra Mundial. En párrafos anteriores les dejé ver que antes de que esto sucediera EEUU debería resolver un problema fundamental para poder poner en práctica la ejecución de este plan de liquidar a China y sus aliados, que comenzaría con negarle a China los recursos energéticos que le son indispensables para poderlos enfrentar; y, en segundo lugar, asegurarse para sí tales recursos. Una confrontación de esa magnitud requiere de grandes reservas de recursos energéticos, que ninguno de los dos Países posee; en consecuencia, ambos tienen la mira puesta en ese lugar donde se encuentran tales reservas, y ese lugar no es otro que Venezuela. El Imperio, que lo quiere a través del uso de la fuerza, invadiendo y matando a todo el que se le oponga; y la segunda, a través de la compra pacífica de los mismos, tal y como se está haciendo con la venta de petróleo a China. Alguien podría pensar que el teatro de la guerra podría trasladarse a Venezuela, pero tal cosa es imposible porque China carece de una marina de guerra lo suficientemente poderosa para poder operar a tan grandes distancias. El teatro de la guerra va a permanecer en el Asia Central, sólo que el imperio va a invadir a Venezuela para tomar su petróleo, el que va a mover sus buques, sus aviones, sus tanques y demás medios de apoyo; como requisito previo a la realización de dicha guerra mundial.
Esto nos sitúa directamente en Venezuela, y la pregunta obligada es “que debe hacer Venezuela”; en mi criterio, Venezuela debe, fundamentalmente, buscar un compromiso con China similar al de Paquistán, de que cualquier ataque a Venezuela se tomará como un ataque a China, y esto lo digo, porque tanto necesita China de nuestro petróleo como el imperio; igualmente, debe buscarse un compromiso de China y de Rusia a objeto de vetar cualquier intento imperial que desemboque en una invasión a nuestro País.
En el orden interno, debemos fortalecer la Milicia Nacional Bolivariana, entrenarla, armarla y llevar sus efectivos a unos 500.000 combatientes. Adquirir suficiente armamento anti-todo; vale decir: anti-misiles que complemente al sistema Pechora 2-M, ya que este último tiene un alcance en altura de 20.000metros y los aviones que utilizaría el imperio para destruirnos, que son los F-117, los B-52 y los B-58, pueden volar ligeramente por encima de los 20.000mts; por ello se recomienda la adquisición del S-300, que cubre hasta los 27.000mts de altura, donde no llega ningún avión imperial. Deben adquirirse misiles anti-buques, Rusia, Irán y China los poseen; también deben adquirirse misiles anti-blindados. En dos platos, desarrollar la doctrina estratégica defensiva anti-todo. Todos estos equipos deben adquirirse antes de que se realicen los primeros indicios ciertos de un ataque, ya que una vez iniciados estos, será imposible adquirirlos, hay que pensar que va a haber una fuerte presión imperial para evitarlo, amén de que se necesita un tiempo de negociación y un tiempo para entrenamiento. Aprovechemos este relativamente corto tiempo para adquirir el armamento para esos 500.000 milicianos, elevar su plantilla hasta ese monto y entrenarlos debidamente. Otro tanto debe hacerse con el pueblo, que debe convertirse en pueblo en armas. El imperio debe tener entre sus planes que esta invasión a Venezuela para asegurar sus recursos energéticos debe realizarse unos seis meses antes de que pueda iniciarse la Tercera Guerra Mundial: Los invito a que hagan sus cálculos.
*Cnel. en retiro de la Aviación Militar Bolivariana y abogado en ejercicio.
brauliomartinez1@gmail.com
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