viernes, 8 de abril de 2011

Guerra contra la cultura capitalista.

Mariadela Villanueva 



El combate contra la cultura capitalista  es quizás la batalla más difícil que enfrentamos, entre otras cosas porque - unos más, otros menos - todos estamos atrapados  en sus redes. Quinientos años de dominación económica, política y cultural no se borran de un plumazo, menos aún cuando tenemos el enemigo en casa.  
     Aficionada a los crucigramas, me encontré las siguientes prendas en el  dominical de uno de los periódicos que apoyan el proceso:
  • Apellido del marino y descubridor del Nuevo Mundo:   Colón. ¿Qué hay de  aquello del Día de la Resistencia Indígena?
  • Que tiene un tono más oscuro de lo normal: Moreno. ¿Lo “normal” es blanco? ¿Quién lo dice?
  • Rey del pueblo bárbaro: Atila ¿Es que hay pueblos bárbaros y pueblos civilizados? ¿Quién identifico a los hunos como “el pueblo bárbaro” y en base a qué?
  • Sociedad pensante: SP ¿Es que hay sociedades no pensantes?

     Esto gazapos  no deberían aparecer en un medio revolucionario, menos aún en  una  columna titulada Crucigrama Educativo,  cuyo responsable es un señor  que se identifica con una de las universidades experimentales.    
     Ante una  oposición que utiliza conscientemente todos los medios a su disposición para reforzar  los  antivalores del sistema capitalistas, nosotros estamos en el deber de hacer todo lo posible por descubrir y desmontar los “pensamientos, palabras y obras”, propios y ajenos, que contribuyen a la reproducción del sistema.   
     La cosa no es fácil porque – salvo en casos absolutamente exagerados y obvios - los síntomas de la contaminación capitalista o pasan desapercibidos o son vistos como “normales”, como el caso de los blancos frente a los morenos.  
     Como revolucionarios criticamos  el consumismo, la cosificación de la mujer,  la mentira y la violencia de los medios de comunicación, la hipocresía de la iglesia, etc. Sin embargo, la mayoría de las veces sin darnos cuenta, caemos en las trampas del enemigo.  
     Los cipayos capitalistas nos esperan en la bajadita para echar para atrás todo lo que hemos alcanzado y mientras afilan los cuchillos, insisten en inocularnos dosis mayores y más efectivas de cultura capitalista.   
     Estamos en guerra, el enemigo no nos da tregua y nosotros tampoco podemos dársela.
 
mariadelav@gmail.com


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