Andreina Torrealba
Frente de Jovenes y Estudiantes del PSUV-Bolivar
El problema de la democracia protagónica social y revolucionaria esta en que esta debe ser una expresión genuina y autentica de la democracia donde los individuos se organicen para el logro del bienestar común, para transformar la debilidad individual en fuerza colectiva, sin menoscabo de independencia, autonomía, libertad y respeto al poder creador del pueblo sustentado en las bases de la igualdad, en una organización de “Horizontalidad” que permita construir una comunidad, no lideres aislado, con títulos y nombramientos rimbombantes , egoístas atentos a imponer a la fuerza sus propios intereses por encima de un colectivo, obviando la voluntad general.
Es indispensable tomar conciencia del protagonismo del poder de la juventud en estos tiempos, tiempos de cambios y de progreso, es de considerar que aunque se tengan intereses particulares (voluntades particulares) para poder ser moral deberán estar basados en la justicia, igualdad, equidad y respeto a sus “iguales” como única manera de fortalecer el cuerpo político, el trabajo colectivo y creador. Entonces la justeza de la línea política coadyudara a alcanzar la solidez y la verdadera unión de una organización, movimiento, centro, institución o partido.
A una solidez autentica, homogénea, con grandes principios éticos y morales no “unidad mediocre”,” hipócrita de la boca para afuera” esa unidad típica de “fotografía”, es fundamental considerar que el objeto de la acción política no puede ser el individualismo, si no existe comunicación, si no existe la búsqueda del bienestar colectivo del cuerpo organizativo y su entorno, no se puede avanzar, es necesario en este sentido, caminar como colectivo, donde se reconozca se premie o sancione con igualdad de criterio , según merito, sin que prevalezca la complacencia, el amiguismo, compadrazgo o la frase común “de guardarse las espaldas y cubrirse los secretos”.
Un revolucionario ha de rechazar al farsante, al cobarde, traidor, corrupto y mentiroso. Ha de ser prudente, reflexivo, no temerle a la critica ni mucho menos ha de tener miedo a ser desplazado por otros, por el contrario ha de trabajar, luchar y luchar, para combatir y enfrentarse a si mismo si es necesario a fin de hacer y obrar bien hacia la construcción de la patria nueva y alcanzar la mayor suma de la felicidad posible.
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