sábado, 6 de junio de 2009

Contra el academicismo perverso: Constituyente Universitaria ¡Ya!

Rosario Agreda Coll

A pesar de que en las Universidades venezolanas se proclame la educación emancipadora y liberadora, desde sus autoridades hasta sus líderes estudiantiles, lo cierto es que seguimos dominados a través del desconocimiento, no sólo por el academicismo científico sino por uno que es peor, el academicismo del "estatus". Es increíble que estemos luchando en contra del colonialismo y nos dejemos "colonizar" por quienes al mejor estilo soviets, pretenden ir ganando espacio con su "sapiencia" y van minando la mente de los que detentan el poder en nuestras instituciones educativas, para hacernos sus sometidos y lograr que las cosas no cambien, pues saben que al cambiar el actual sistema de selección y ascenso profesoral, se les tambalea su prestigiosa ayuda y quedarán fuera. Es terrible ver día a día como estas personas , que quizás de" muy buena voluntad nos quieran manejar", se regodean entre el séquito que los adula y van imponiendo su parecer hasta que llegue el momento de la Constituyente Universitaria, que entre otras cosas debe contemplar ponerse a tono con la Constitución y entonces defender nuestra soberanía popular universitaria y nuestra autodeterminación.No tenemos porqué establecer nuestra plataforma universitaria sobre modelos agotados no solo de otros países hermanos sino del mundo. Esa ridiculez de establecer distingos entre unos y otros sin contextualizar, solo por el rasero del diploma en serie ha sido tan pernicioso, que incontables valores se han eximido de volver a prestar servicios profesorales y prefieren seguir haciendo revolución desde el mostrador de una bodega o en las tertulias de los centros sociales. Es necesario que construyamos nuestra forma de gobierno en las universidades, con la participación de trabajadores, estudiantes y docentes sean o no profesores, pues nadie en Venezuela ha instituido la carrera o programa de formación de educador universitario, para no seguir llamando educación superior. Claro que sé que hay diplomados, maestrías y doctorados en educación superior pero a nivel de pregrado no existe y si no existe ¿Por qué exigir que quien ingresa a la carrera docente universitaria debe tener dicha experiencia?¿ No se habla del aprender haciendo?. En Venezuela, para poder cursar estudios doctorales se tiene que haber cursado maestría. Ahora resulta que en otros países no es necesario y paradójicamente, personas asesoras de esos países, muchos de ellos representantes de gobierno, asambleístas, etc., a viva voz expresan su desacuerdo con la ruptura de la jerarquización y el escalafón y más allá, con que la organización estudiantil pueda solicitar la remoción de docentes que no les sean satisfactorios, atreviéndose a negar el derecho estudiantil y el derecho de nosotros, trabajadores de la educación universitaria, quienes no creemos que en este momento histórico y político que vive nuestra nación, sea muy útil haber obtenido tres o cuatro cartoncitos y si lo que quieren es impedir que la universidad se llene de negro y de mulato, pues entonces pueden irse con su blancura muy largo al capítulo siguiente.Es perentorio que la comunidad universitaria se aclare y lejos de admirar a personeros que ya tuvieron su espacio, se empiece a re-conocer a sí misma, y deje aflorar su valía, su dignidad y su gran capacidad de desarrollar por sí sola su filosofía y su norma, dejando de estar aletargada y subyugada por falsos ídolos, extraños a la sapiencia verdadera de nuestro pueblo y a nuestra idiosincrasia cultural.El respeto no se gana por poseer títulos a granel, se gana con respetar al otro.¡Qué gran ejemplo nos da Hugo Chávez!Nuestro máximo líder todos los día nos invita al estudio y profundización del sentir humano. El es profesional, por carrera militar y además de sus estudios de postgrado "formales", es postdoctorado en algo más valioso : en formación autodidacta continua. ¡Emulémoslo! Estudiemos cada vez más, pero no para oprimir al otro, sino para liberarlo. Seamos capaces de enfrentar los convencionalismos mundiales en educación universitaria y liberemos nuestra universidad de la terrible camisa de fuerza que le impone el academicismo depredador que no comprende que es narciso y que impide a toda costa la igualdad de condiciones, la injerencia, la anacrónica ley de universidades, el obsoleto parapeto de la opsu (así en minúsculas) y sigamos las indicaciones del ministro Acuña: repensemos nuestra universidad. ¡Mantengámonos en Asamblea permanente, construyamos la universidad del Primer Plan Socialista ya!

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