Sylvia Ubal
La Amazonia, es el Gran Pulmón de la Tierra y se encuentra en América del Sur, la cuenca del río Amazonas, constituye la mayor formación boscosa del mundo actual. Su complejidad, tanto en ecosistemas como en biodiversidad, la sitúa como el almacén más rico de recursos genéricos. Los aportes de esta extensa región al mundo actual son muchos y sólo se ha logrado conocer hasta el momento una pequeña parte de los potenciales que alberga. El nombre del río y de la región, surge del mito griego de las Amazonas o mujeres guerreras. Esta masa de bosques tropicales es la más extensa del planeta y es un espacio que debería permanecer casi intocado para asegurar el equilibrio ambiental a nivel global, gravemente amenazado por un modelo de desarrollo con alto consumo de energía fósil y alta producción de desechos. Diversas organizaciones mundiales consideran que no debe ser intervenida en mayor grado del actual y que debe permanecer como una especie de "reserva mundial" para conservar la biodiversidad y los bosques tropicales, y garantizar los servicios ambientales globales como la producción de oxígeno; y el flujo de agua a la atmósfera. Para los países de Latinoamérica, la Amazonia es depositaria de importantes recursos naturales como gas natural, oro y minerales varios (hierro, bauxita, niobio, etc.), cuya utilización constituye una esperanza para el desarrollo y así poder salir de la pobreza en que de debaten sus pueblos principalmente indígenas. Sin lugar a dudas, la Amazonia hoy constituye un desafío para conciliar el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente en busca de la sustentabilidad para garantizar la generación y distribución equitativa de la riqueza, mejorar los niveles de vida y conservar el entorno humano a nivel local, regional y global. Hoy se escribe y se habla de la Amazonia como la "tierra de inmensas posibilidades” la búsqueda de posibilidades y alternativas de desarrollo para laRegión. La cuenca amazónica estuvo poblada por más de 2,000 pueblos indígenas, con un aproximado de 7 millones de personas, al momento de la llegada de los europeos nuevo mundo en 1976. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Estos pueblos han usado y vivido de los recursos de la Amazonia que no eran para ellos solamente factores explotables, sino que mantenían en su forma de uso al recurso, como parte de un proceso dinámico. Miles de años de uso de la Amazonia por los pueblos indígenas y los efectos negativos no fueron ni un pequeño porcentaje de los daños causados en los últimos 500 años de la importación de técnicas y modelos extraños. Hoy la Amazonia está ocupada por cerca de 20 millones de personas, que aprovechan de diferentes formas los recursos y es, por lo tanto, una vasta región poblada. Los pobladores actuales, sean grupos indígenas o colonos nuevos o descendientes de colonos, han formado grandes polos de desarrollo, representados pos ciudades importantes como Iquitos, Manaus, Belem, Santa Cruz, etc. Sin embargo la otra cara de la moneda muestra que en los últimos 25 años los impactos negativos producidos por este desarrollo de la Amazonia se incrementan año a año y se menciona que la región se encuentra en peligro de llegar al borde de la sostenibilidad. Todos los ejemplos de deforestación en grandes áreas han resultado negativos, tanto desde el punto de vista productivo como ecológico. Los recursos de la región son innumerables y los pueblos nativos lo sabían, pero se prefirió traer por ejemplo la palma aceitera africana, antes que aprovechar las palmas aceiteras nativas. Los capitales han desplazado por completo la vasta cultura que alberga la región. La explotación, fue la forma de uso que se estableció. El caucho, la pesca en los ríos, el oro, la madera, etc. Son sólo algunos ejemplos de esta intervención sin retorno. El mito del infierno verde, al que debían de oponerse los colonos, está por venir, si se sigue explotando, sin darle a los recursos la posibilidad de regenerarse.La legisladora Juana Huancahuari en la Comisión Permanente, en Perú afirmó que detrás de los proyectos de ley que modifican la inversión privada en reforestación y agroforestería esta la intención de producir commodities para el mercado internacional, como soya, algodón, palma aceitera, ganadería, etc., con graves y severas consecuencias para la biodiversidad amazónica.Sostuvo que es conocido el Grupo Romero, el más poderoso del país y con fuertes vinculaciones con el capital chileno, estaría haciendo una bolsa de ocho millones de dólares para comprar 2 millones de hectáreas de tierras en la Amazonía.Una parte las dedicaría al gran negocio empresarial de la época. Es decir sembrar plantaciones para la captura de carbono que reciben altas cotizaciones en la Bolsa de Valores de Nueva York y Londres.“Tal modelo de explotación forestal, avalado por el Presidente Alan García, son socialmente excluyentes para las poblaciones amazónicas. Tanto las Comunidades Nativas y Campesinas, como los ribereños amazónicos, los pequeños propietarios, etc. están excluidos de este modelo diseñado para la gran empresa nacional e internacional”, afirmó la legisladora nacionalista.“Si el gobierno insiste en su afán privatizador y que ocasionaría un problema de imprevisibles consecuencias en la Amazonía”, afirmó, lo que puede generar graves conflictos de orden social, ambiental, político, económico y jurídico.Alan García quiere vender la Amazonía a precio de gallina flaca.Dijo el congresista Isaac Mekler advirtió que el Gobierno pretende entregar “en propiedad” la Amazonía peruana e imponer en el país un modelo neocolonial para favorecer a las transnacionales.En ese sentido, calificó como una “barbaridad” la intención, porque la selva no sólo tiene sus bosques sino una variedad de biodiversidad natural que pertenece a todos los peruanos, pero si se da en propiedad, entonces quienes lo reciban harán lo que se les dé la gana, sin que el mismo Estado pueda intervenir.Dar en propiedad los bosques de la Amazonía es privar a los peruanos de sus pulmones verdes y recursos naturales. Es entregar a las transnacionales y olvidarse de la Amazonía.
E-mail: sylviaubal@gmail.com
La Amazonia, es el Gran Pulmón de la Tierra y se encuentra en América del Sur, la cuenca del río Amazonas, constituye la mayor formación boscosa del mundo actual. Su complejidad, tanto en ecosistemas como en biodiversidad, la sitúa como el almacén más rico de recursos genéricos. Los aportes de esta extensa región al mundo actual son muchos y sólo se ha logrado conocer hasta el momento una pequeña parte de los potenciales que alberga. El nombre del río y de la región, surge del mito griego de las Amazonas o mujeres guerreras. Esta masa de bosques tropicales es la más extensa del planeta y es un espacio que debería permanecer casi intocado para asegurar el equilibrio ambiental a nivel global, gravemente amenazado por un modelo de desarrollo con alto consumo de energía fósil y alta producción de desechos. Diversas organizaciones mundiales consideran que no debe ser intervenida en mayor grado del actual y que debe permanecer como una especie de "reserva mundial" para conservar la biodiversidad y los bosques tropicales, y garantizar los servicios ambientales globales como la producción de oxígeno; y el flujo de agua a la atmósfera. Para los países de Latinoamérica, la Amazonia es depositaria de importantes recursos naturales como gas natural, oro y minerales varios (hierro, bauxita, niobio, etc.), cuya utilización constituye una esperanza para el desarrollo y así poder salir de la pobreza en que de debaten sus pueblos principalmente indígenas. Sin lugar a dudas, la Amazonia hoy constituye un desafío para conciliar el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente en busca de la sustentabilidad para garantizar la generación y distribución equitativa de la riqueza, mejorar los niveles de vida y conservar el entorno humano a nivel local, regional y global. Hoy se escribe y se habla de la Amazonia como la "tierra de inmensas posibilidades” la búsqueda de posibilidades y alternativas de desarrollo para laRegión. La cuenca amazónica estuvo poblada por más de 2,000 pueblos indígenas, con un aproximado de 7 millones de personas, al momento de la llegada de los europeos nuevo mundo en 1976. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Estos pueblos han usado y vivido de los recursos de la Amazonia que no eran para ellos solamente factores explotables, sino que mantenían en su forma de uso al recurso, como parte de un proceso dinámico. Miles de años de uso de la Amazonia por los pueblos indígenas y los efectos negativos no fueron ni un pequeño porcentaje de los daños causados en los últimos 500 años de la importación de técnicas y modelos extraños. Hoy la Amazonia está ocupada por cerca de 20 millones de personas, que aprovechan de diferentes formas los recursos y es, por lo tanto, una vasta región poblada. Los pobladores actuales, sean grupos indígenas o colonos nuevos o descendientes de colonos, han formado grandes polos de desarrollo, representados pos ciudades importantes como Iquitos, Manaus, Belem, Santa Cruz, etc. Sin embargo la otra cara de la moneda muestra que en los últimos 25 años los impactos negativos producidos por este desarrollo de la Amazonia se incrementan año a año y se menciona que la región se encuentra en peligro de llegar al borde de la sostenibilidad. Todos los ejemplos de deforestación en grandes áreas han resultado negativos, tanto desde el punto de vista productivo como ecológico. Los recursos de la región son innumerables y los pueblos nativos lo sabían, pero se prefirió traer por ejemplo la palma aceitera africana, antes que aprovechar las palmas aceiteras nativas. Los capitales han desplazado por completo la vasta cultura que alberga la región. La explotación, fue la forma de uso que se estableció. El caucho, la pesca en los ríos, el oro, la madera, etc. Son sólo algunos ejemplos de esta intervención sin retorno. El mito del infierno verde, al que debían de oponerse los colonos, está por venir, si se sigue explotando, sin darle a los recursos la posibilidad de regenerarse.La legisladora Juana Huancahuari en la Comisión Permanente, en Perú afirmó que detrás de los proyectos de ley que modifican la inversión privada en reforestación y agroforestería esta la intención de producir commodities para el mercado internacional, como soya, algodón, palma aceitera, ganadería, etc., con graves y severas consecuencias para la biodiversidad amazónica.Sostuvo que es conocido el Grupo Romero, el más poderoso del país y con fuertes vinculaciones con el capital chileno, estaría haciendo una bolsa de ocho millones de dólares para comprar 2 millones de hectáreas de tierras en la Amazonía.Una parte las dedicaría al gran negocio empresarial de la época. Es decir sembrar plantaciones para la captura de carbono que reciben altas cotizaciones en la Bolsa de Valores de Nueva York y Londres.“Tal modelo de explotación forestal, avalado por el Presidente Alan García, son socialmente excluyentes para las poblaciones amazónicas. Tanto las Comunidades Nativas y Campesinas, como los ribereños amazónicos, los pequeños propietarios, etc. están excluidos de este modelo diseñado para la gran empresa nacional e internacional”, afirmó la legisladora nacionalista.“Si el gobierno insiste en su afán privatizador y que ocasionaría un problema de imprevisibles consecuencias en la Amazonía”, afirmó, lo que puede generar graves conflictos de orden social, ambiental, político, económico y jurídico.Alan García quiere vender la Amazonía a precio de gallina flaca.Dijo el congresista Isaac Mekler advirtió que el Gobierno pretende entregar “en propiedad” la Amazonía peruana e imponer en el país un modelo neocolonial para favorecer a las transnacionales.En ese sentido, calificó como una “barbaridad” la intención, porque la selva no sólo tiene sus bosques sino una variedad de biodiversidad natural que pertenece a todos los peruanos, pero si se da en propiedad, entonces quienes lo reciban harán lo que se les dé la gana, sin que el mismo Estado pueda intervenir.Dar en propiedad los bosques de la Amazonía es privar a los peruanos de sus pulmones verdes y recursos naturales. Es entregar a las transnacionales y olvidarse de la Amazonía.
E-mail: sylviaubal@gmail.com
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