martes, 5 de diciembre de 2023

Punto y seguimos | Maldad sin tregua

 Se reanuda el fuego cerrado contra la Franja de Gaza

Luego de una "tregua" de siete días, a finales de noviembre, Israel reanudó su operación de exterminio contra la población palestina en la Franja de Gaza. Desde el 7 de octubre, cuando Hamás desarrolló un ataque contra Israel, en el que además tomó rehenes, el mundo ha sido testigo de una de las "revanchas" más crudas e implacables, por parte de un ejército profesional y fuertemente entrenado, armado y financiado, contra una población civil.

Los argumentos de Israel, que se anclan en una "tolerancia cero" contra las acciones de Hamás, son a todas luces desproporcionados. Sin embargo, para una porción importante del planeta —en especial en Occidente—, se constituyen en verdades, además de racionales, morales. La idea del pueblo elegido —tan familiar en doctrina a la del pueblo norteamericano, por ejemplo— cultivada por el sionismo israelí no solo está profundamente arraigada entre los israelitas, sino que hace eco y genera simpatías en otras latitudes.

El fuerte lobby judío, que ostenta gran poder en empresas y grupos económicos trasnacionales —muchos de marcas muy reconocidas como Nestlé o L’Oréal—, y que además poseen una influencia exagerada en la política estadounidense —con sociedades de extrema derecha, pero también con otras menos conservadoras—, ha llevado a cabo un trabajo propagandístico de décadas. En ellas, tal y como lo plantearan los ideólogos del nazismo, han repetido mentiras hasta hacerlas pasar por verdades; han instaurado la idea del pueblo con el derecho divino a defenderse por todos los medios; han satanizado y denigrado a la condición de animales no racionales a todo un grupo étnico, y, básicamente, han tratado de lavarle la cara a sus años de ocupación, colonización, destrucción y genocidio en los territorios y personas palestinas.

Hoy, a casi dos meses del inicio de la "gran venganza", los bombardeos constantes, la aniquilación de espacios civiles como escuelas, medios de comunicación y hospitales y el asesinato de más de 10 mil personas, 4 mil de ellas niños —según cifras del Ministerio de Salud palestino—, es lo que la Unicef, a través de su portavoz, James Elder, ha calificado de "matanza", señalando que "aceptar el sacrificio de los niños de Gaza es la humanidad dándose por vencida". Los organismos internacionales, empezando por la ONU, han hecho llamados, han visto la renuncia de directivos y lo único que han logrado es que el gobierno israelí les vete y los acuse de facilitadores del terrorismo. Es imposible el diálogo cuando la parte más beligerante y poderosa es tan fanática como el gobierno israelí y sus aliados.

Asistimos en vivo y en directo a la parte más brutal de un genocidio, pero hace décadas que la humanidad atestigua el apartheid, la ocupación y las violaciones al pueblo palestino. Ningún Dios decente aprobaría los actos de soberbia y violencia que se han infligido a los palestinos. Ningún ser humano decente permanece inconmovible ante tanta injusticia. Aunque las palabras sean poco, sentar posición y no permitir que se olvide o naturalice lo que ocurre es lo mínimo que podemos hacer. Así que sí, un artículo más para decir: #VivaPalestinaLibre.

 

Mariel Carrillo García



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