jueves, 28 de diciembre de 2023

Punto y seguimos | Lista de propósitos

 En el último mes del año, los deseos y listas de propósitos no se hacen esperar. El límite invisible, pero determinante entre un período de tiempo y otro, aunque indiferente para muchos, para algunos sirve de razón (o excusa) para hacer revisiones, limpiezas y reflexiones acerca de sus esperanzas y deseos. Las famosas listas de los adultos, más ambiciosas que cualquier carta al Niño Jesús, no consideran aquello de si hubo buen comportamiento previo y ciertamente terminan convirtiéndose en memes en los primeros meses del nuevo año; sin embargo, vaya que valen el ejercicio de develar los delirios más íntimos, los sueños más materialistas y las peticiones más increíbles, que pueden ir desde tetas, barcos y visas hasta salud y la paz mundial.

Si Venezuela pudiera hacer su propia lista de deseos, ¿cómo sería? Dependiendo de cómo piense el hijo o la hija que se la imagina, la lista puede ser muy distinta, como distinta es la Venezuela que se diseña como perfecta. Varios la dibujarán basados en recuerdos, otros en esperanzas, muchos en delirios. Quienes la piensan y viven desde afuera, no harán la misma enumeración que quienes la habitan a diario, y muy probablemente también se noten las diferencias entre quien la ama con locura y quien apenas la tolera o la estima solo como gallina de los huevos de oro.

Lo que podría decirse a grandes rasgos, y a riesgo de generalizar y terminar diciendo nada, es que Venezuela iniciaría su lista pidiendo el regreso de los hijos que se le fueron o, al menos, esperando que no se le vayan más, para que los 25 de diciembre no le amanezcan tendencias en X en países de la región con el etiqueta “Somos de Venezuela”, seguido de una lista de insultos y expresiones denigrantes; después pediría que dejaran de tratarla como una bodega o cuenta personal, o como una esclava cuyos frutos solo se distribuyan entre los más “vivos” de sus hijos; también estaría encantada de que en vez de alabar por redes sus atributos naturales, se dedicaran a conocerlos y a cuidarlos, rogaría porque aquello de ser independiente y soberana se le cumpliera de una vez por todas y, en materia de salud, que le cumpliesen el milagro de curarla del cáncer de la corrupción. La lista en realidad es mucho más larga, pero la buena y generosa Venezuela, con esto se conforma.

 Mariel Carrillo García 



No hay comentarios: