martes, 26 de diciembre de 2023

Hacia la Universidad del Pueblo

 Alexandra Mulino


Presentación

 

“La sabiduría de la Europa y la prosperidad de los Estados Unidos son dos enemigos de la libertad de pensar en América”. Esta sentencia de Simón Rodríguez (Luces y virtudes sociales, 1840) adquiere una transcendental vigencia en la inaplazable tarea de dejar atrás el Estado Liberal Burgués y construir colectivamente el Estado Comunal. Tal transición es toda una mixtura epistémica y militante de profundas transformaciones que tiene su centro de gravedad en Venezuela, razón por la cual un grupo importante de cimarronas y cimarrones sentipensantes del Centro Rodrigueano de Investigación Social para la Latinoamericanidad (Crisol), emprendimos en plenas acciones terroristas del año 2017 –orquestadas desde el Departamento de Estado de Estados Unidos y coordinadas por la oposición venezolana con el apoyo del santanderismo colombiano–, este proyecto editorial que hoy deja su esencia prístina para concretarse en Hacia la universidad del pueblo.

 

“Entre la Independencia y la Libertad hay un espacio inmenso que sólo con arte se puede recorrer”. El recorrido de esta otra sentencia de Simón Rodríguez (Defensa de Bolívar, 1830) es emprendido por el maestro Omar Hurtado Rayugsen en el extraordinario Introito que sustenta los trabajos de Elizabeth Leal, Pablo A. Troncone, Julio Escalona, Héctor Torres Casado, Alí Ramón Rojas Olaya, Livio Helí Olivares Rivas, Yeisa Rodríguez Estévez, Luis Bermúdez Romero, Omaira Bolívar, Alexandra Mulino, Yelitmar Zacarías, Danilo Suárez, Armando Castillo, Saraí Villarreal, Emma Martínez, José Gregorio Linares, Dionys Rivas Armas, José Leonardo Sequera e Isabel Fagúndez Gedler.

 

“Más cuenta nos tiene entender a un indio que a Ovidio” (Consejos de amigo dados al Colegio de Latacunga, 1851). Para recorrer el espacio inmenso que es el espacio cultural que hay entre la Independencia y la Libertad, es necesaria una revolución curricular. Debemos siempre hacernos dos preguntas ¿Qué enseñamos? y ¿Nos enseñamos? Si Rodríguez lo tenía claro ¿por qué no atrevernos a una verdadera transformación de los contenidos? Pensemos en una universidad socioproductiva de bienes y servicios culturales (“producir alimentos, ciencia y dignidad, dice Kléber Ramírez Rojas) y popular (social para hacer una nación prudente, corporal para hacerla fuerte, técnica para hacerla experta y científica para hacerla pensadora).

 

“Nada importa tanto como el tener Pueblo: formarlo debe ser la única ocupación de los que se apersonan por la causa social”. ¿Qué estamos esperando? Si este mandato de Simón Rodríguez (Sociedades Americanas, 1828) no lo atendemos otros vendrán, pero para deformarlo (como ya lo han hecho). Estamos en tiempos constituyentes, es decir, en tiempos en que la universidad debe ser regida por los poderes creadores del pueblo.

 

No hay comentarios: