*JUAN MARTORANO
Como algo señalabamos en análisis
previos, se han dado resultados más o menos esperados en la República Oriental
del Uruguay. La sorpresa sería tal vez la brecha, y por eso es que nos
permitiremos en las líneas sucesivas, formular algunas apreciaciones con
respecto al caso.
Con el 100% escrutado por parte
de la Corte Federal Electoral de Uruguay (máximo ente que rige los comicios en
ese país), los resultados que se muestran es que el candidato del Partido
Nacional y de la coalición de derecha, Luis Lacalle Pou habría obtenido
1.168.019 votos versus el 1.139.353 de Daniel Martínez y el Frente Amplio por
parte de la izquierda. Estaban habilitados para votar 2.669.0000 electores y
electoras, lo que para un país como Uruguay, que el voto es obligatorio, se
tradujo en una participación del 86,45% (2.307.372 votantes que participaron
efectivamente).
Con estos resultados, Luis
Lacalle Pou obtendría el 50,62% de la votación y Daniel Martínez el 49,38%. Es decir,
una diferencia de 1,24% y de 28.666 votos, una de las diferencias más cerradas
en balotaje presidencial que se recuerde, en una elección altamente polarizada
como esta.
Esto rompió con las apreciaciones
de varias empresas encuestadoras y opinión de analistas, que daban en este
balotaje una diferencia entre Lacalle Pou y Martínez de más de siete puntos de
ventaja del primero. En esta elección se dio un resultado mucho más ajustado
del que se pensaba.
Pero también no se puede obviar,
que por lo cerrado de esta contienda, los resultados definitivos no se
conocerán sino entre el jueves o viernes de esta semana. Ya que por primera vez
en el Uruguay, la contienda electoral lo decidirán los denominados votos “observados”,
que pudieran definir entre uno u otro candidato quien será el presidente de la
República Oriental del Uruguay por el período 2020-2025.
Indudablemente, de ratificarse el
triunfo de Lacalle Pou, el despliegue de políticas neoliberales como las
implementadas por Bolsonaro en Brasil, Macri en Argentina (afortunadamente ya
va de salida) Mario Abdo Benítez en Paraguay o la dictadura de Jeanine Añez en
Bolivia, a raíz del derrocamiento de Evo Morales, es lo que le espera a ese
hermano país. Esto sin contar que Lacalle Pou contaría con mayoría en el
parlamento, de mantenerse la alianza con los factores de derecha y ultraderecha
que hasta ahora lo estarían llevando al triunfo en este balotaje, de acuerdo a
los resultados que hemos dado.
Indudablemente el contexto
internacional y geopolítico en el que hoy nos encontramos está muy
convulsionado y las sociedades están en constante transformación. Un poco el
concepto de modernidad líquida de la que escribió Bauman. Las realidades en
estos momentos son diversas, producto del profundo malestar en la cultura, como
lo señalaría el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud.
Bueno es de destacar que los
partidos políticos no están liderando en estos momentos las transformaciones
sino los movimientos sociales, por lo que no hay que perder de vista esto. Ahí están
los ejemplos de Chile, Bolivia, Colombia, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay,
Ecuador, entre otras.
Indudablemente los resultados en
Uruguay plantean el tema de la construcción de hegemonía, y de cierto
agotamiento en los discursos y liderazgos que ameritan una renovación de la
izquierda no sólo en ese país, sino en nuestra América Latina y el Caribe.
Y que tengamos muy en cuenta que
las derechas, habiendo o no estabilidad en nuestros países, no descansan, por
lo que no podemos bajar la guardia ni descuidarnos.
No sólo basta la gestión
económica, la gestión política, o ubicarse en un discurso de “centro”. Hay que
incluir en los discursos el tema de la hegemonía, de los valores y del
fortalecimiento en las instituciones en las que creemos.
Podemos señalar sin ambages, que
algunos liderazgos de izquierda o han demostrado cierta desconexión con las
realidades o la derecha entró en un proceso de renovación, al empezar a incluir
en sus discursos que ciertas conquistas sociales impulsadas por factores de
izquierda no serán eliminadas, lo que hace que ciertos incautos caigan por
inocentes y crean este tipo de ofertas.
De ahí que las izquierdas deban
replantearse las vías pacíficas y democráticas. No abandonarlas, pero la
renovación que estamos señalando debe darse, y de manera inmediata, ante el
surgimiento (o resurgimiento más bien) del fundamentalismo religioso o político
por parte de una “derecha renovada”.
No obstante, no todo en Uruguay
está pérdido, pues el Frente Amplio obtuvo un resultado muy bueno, y hasta
inesperado para algunos. Si bien es cierto que pierde el gobierno, y la
coalición de derecha le garantizaría a Lacalle Pou “mayoría en el parlamento”,
el Frente Amplio es la principal fuerza en ambas cámaras del Poder Legislativo
(si lo consideramos por partidos, individualmente hablando). Además de la
importante fuerza política y electoral manifestada en este resultado electoral.
La estrategia planteada por el
Frente Amplio de retomar la movilización y el denominado “voto a voto”, que si
lo aplicaramos en Venezuela, se traduciría en el “1x10” de Chávez, más la
incorporación entusiasta de jóvenes y las bases del Frente Amplio, y la
polarización de la elección, ha sido, anuestro juicio, una de las causas de
este resultado tan cerrado y polarizado, hasta el punto que ha colocado a
Uruguay en una situación inédita como la decisión de estos comicios a través de
los denominados “votos observados” como hemos señalado.
Le corresponderá pues al Frente
Amplio, liderar a la oposición y darle direccionalidad política a la protesta
social que sin duda comenzaría a activarse en ese país, una vez que Lacalle Pou
se posesione en el cargo de Presidente el 1 de marzo de 2020, y comenzaré en el
desmontaje de las políticas sociales logradas durante 15 años por el
progresismo y la izquierda en ese país.
Y en caso que de aquí a jueves o
viernes, de acuerdo a lo señalado por las autoridades electorales uruguayas, el
Frente Amplio lograse ganar la elección, ya hicimos las consideraciones respecto
a la desventaja que tendrá Martínez con un parlamento en contra. Claro, todo
dependerá de la fortaleza de las alianzas que la derecha y la ultraderecha
hayan realizado, más allá de la coyuntura electoral.
Así las cosas grosso modo, en la
República Oriental del Uruguay.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante
Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta
facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Rincón de Martorano.
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