jueves, 31 de octubre de 2019

El riesgo del resurgimiento de una bota militar en el Cono Sur y evaluación de la coyuntura interna en Venezuela.


*JUAN MARTORANO
América Latina y el Caribe son en estos momentos escenarios de grandes manifestaciones y protestas como parte de una convulsión social producto de las medidas neoliberales que EEUU y aliados aplican, dentro del contexto del dominio del espectro global y en sus planes de reconquista y recolonización de lo que ellos consideran su “patio trasero”.
Indudablemente, los triunfos en Bolivia y Argentina nos alegran sobremanera. Uruguay luce cuesta arriba, sin embargo el hecho de que un triunfo del Frente Amplio luzca cuesta arriba no quiere decir que en cuatro semanas no pueda revertir una tendencia, si se saben hacer las rectificaciones a tiempo y desenmascarar la propuesta programática de Lacalle Pou. Es importante que esto se haga así, por el bien de la Patria Grande.
Pero la mayor atención se ha enfocado en una de las sociedades más desiguales del continente como lo es Chile. El país que han mostrado como la panacea y el modelo a exportar para el resto de nuestras naciones, mostró su verdadero rostro: Un pueblo hastiado de las políticas de shock y de la receta neoliberal, que ha estallado por los cuatro costados.
Chile lleva cerca de tres semanas encendido en protestas y manifestaciones, resistiendo una brutal represión y violaciones de Derechos Humanos, hechos estos en los que los organismos multilaterales guardan silencio cómplice y miran a otro lado. Parte de la hipocresía y la doble moral de este tipo de organismos de Derecho Internacional Público, varias veces denunciado por el Comandante Chávez.
Indudablemente el panorama de Chile nos duele en el alma, y a la vez nos llena de esperanza, pero como analistas objetivos de esta realidad, también el camino que ha adoptado la sociedad chilena no es nada fácil, y los riesgos aumentan porque el imperialismo no escatima esfuerzos para derramar sangre y llevarse por el medio a quien ose obstruir sus planes hegemónicos de tutelaje y dominio.
El primer elemento que tienen a favor las fuerzas de la reacción en Chile es el carácter de cancerberos de la burguesía y de los propios gringos por parte de los carabineros y la Fuerzas Armadas de ese país. No es como en el caso venezolano, que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) tiene un origen y un carácter eminentemente popular. En Chile, los componentes de la fuerza pública y el componente armado tienen un origen y una derivación eminentemente elitesca y de defensa de las clases dominantes.
Por otra parte, está el predominio de la Constitución y todo el entramado que construyó la dictadura de Augusto Pinochet que tiene un carácter pétreo (como una roca muy dura, resulta prácticamente inmodificable) y de parte de los actores políticos, sobre todo los que hacen vida en el parlamento y en Poder Ejecutivo, hay poca voluntad política de realizar las reformas que Chile demanda en estos nuevos tiempos.
Pero hay algo peor, y esto sí es preocupante, y es lo afirmado por el profesor y camarada José Sant Roz, quien al igual que Diosdado Cabello (Primer Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela y Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente) quienes al observar la espontaneidad de las manifestaciones en Chile, pero que le falta evidentemente una clara conducción política, el riesgo de que el resurgimiento del fascismo aplique de que el remedio sea peor que la enfermedad.
Me explico. El profesor Sant Roz denunció en reciente artículo titulado: “Pompeo monitorea Chile: “Si es necesario un Pinochet, PUES, no vacilaremos”. En el referido artículo, Sant Roz revela que Pompeo, en una reunión ante una Comisión de Urgencia de la Cámara de Representantes, manifestó la preocupante situación de Chile: “América del Sur se nos puede embrollar de modo incontrolable si no tenemos siempre a la mano un líder militar, y en el caso de Chile, esto reclama un jefe de la “CALIDAD SOLIDARIA” del general Augusto Pinochet. Esa es la cuestión de esta hora, la que estamos enfrentando en este momento, y que la estamos enfocando con sumo cuidado. Queremos que las cosas en Sudamérica en general, nunca vayan bien a lo interno de cada país en estos permanentes polvorines, aunque eso forme parte de nuestra línea estratégica fundamental, pero… siempre y cuando los eventos desestabilizadores puedan ser dirigidos por nosotros…”.
Otra de las revelaciones del profesor Sant Roz de su nota, la cual recomiendo leer, revela que el pasado 23 de octubre hubo movimientos inesperados: viajaron a Santiago de Chile un grupo de asesores norteamericanos para tratar directamente la grave situación interna del país, la que estaba enfrentando el presidente Sebastián Piñera, algo realmente insólito. El país estaba sublevado, desafiando a los carabineros, una fuerza especial de ocupación, cuyos altos jefes casi siempre han sido entrenados en Estados Unidos, para cuestiones de alta seguridad de Estado.
Ojo con esto, porque el optimismo y la esperanza de la correlación de fuerzas en el continente no deben hacer que perdamos las perspectivas ni entremos en excesos de confianza, porque el enemigo también juega y despliega sus tácticas. Y cuando por momentos logra neutralizarnos por revelar nuestras cartas, entonces entramos en decepción.
Sebastián Piñera como buen fascista e hijo de Pinochet, no va a renunciar a la Presidencia de Chile. Y las Fuerzas Armadas chilenas y carabineros, como buenos gendarmes del statu quo, no se les aguará el ojo para reprimir, pero sobre todo PARA MATAR a cuantos osen insubordinarse al orden establecido. Las únicas maneras en las que pudiera salir Piñera del poder es a través de elecciones presidenciales (las cuales serán en Chile en el 2022), o a través de un Golpe Militar (el cual, mientras este se va a su exilio dorado en EEUU, lo amnistía de todos los crímenes que cometerá, con tantos asesinatos que harían ruborizar hasta al propio Hitler).
Y este riesgo de que una bota militar se apodere de Chile no sería exclusivo de ese país. La Argentina con Alberto y Cristina Elizabeth Fernández también corre ese riesgo, al igual que el Estado Plurinacional de Bolivia de Evo Morales y Álvaro García Linera ante la reactivación de la “media luna” de hace 12 años en ese país, a propósito del desconocimiento de la oposición de los resultados de las elecciones generales celebradas en esa nación hace un par de semanas, y que a la cabeza de ese plan desestabilizador está el ex candidato y ex presidente de ese país, Carlos Mesa.
Es ahí, cuando pasamos como lo hemos señalado en el título de este artículo, a formular algunas consideraciones sobre el frente interno en Venezuela. Los recientes resultados electorales en Bolivia y Argentina, más el resto de las situaciones en el resto de Suramérica, el Caribe (Con Haití, Honduras y ahora se suma Panamá a protestas de calle) y hasta en Europa (con la retoma de las protestas en Cataluña por su independencia del reino de España) hace que dentro de las filas de la oposición haya una desazón y una cierta desesperanza.
Sostenemos estas aseveraciones, puesto que hace un par de días escuchábamos un análisis del abogado constitucionalista José Vicente Haro muy desesperanzador para la oposición en Venezuela. Esto porque el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández habría manifestado su disposición de abandonar el denominado “Grupo de Lima”, siendo el segundo país que lo hace por el cambio de signo de su gobierno que será a partir del próximo 10 de diciembre, al igual que lo hizo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en los Estados Unidos Mexicanos desde el 1 de diciembre de 2018.
Pero, a pesar de que este escenario en lo internacional puede presentarse favorable a Venezuela (también hay que tener claro que la llegada de esta nueva oleada de gobiernos progresistas y revolucionarios no será la misma de cuando Chávez y Kirchner, y esto lo explicaremos con mayor detalle en próximos artículos), esto hace que las fuerzas de la oposición venezolana, y en especial del fascismo entren en desespero, y que puedan tornarse peligrosos.
Y el peligro representa, porque el mismo Haro expresó en sus apreciaciones que debían “volver al punto inicial”, es decir, a la “presión interna”. ¿Será que el colega Haro estará pidiendo la reactivación de los actos terroristas (guarimbas) del año 2013,2014 y 2017 que enluto a varios hogares en Venezuela?
Al respecto, volvemos nuevamente a citar al compañero Diosdado Cabello, quien en su programa “Con El Mazo Dando” transmitido en la noche del día de ayer 30 de octubre de 2019, formuló la siguiente advertencia, la cuál nos permitiremos reproducir íntegramente:
La Patriota Fisgón informa:
 En el año 2017, antes del inicio de las protestas violentas planificadas por la oposición venezolana, fueron muchos los casos en los que se descubrieron en los puertos y aeropuertos del país cargamentos donde se hallaron máscaras antigases, resorteras, guantes, pasamontañas que pretendían fuera  usadas en las violentas acciones de calle propiciadas por la oligarquía venezolana y algunos dirigentes con el fin de derrocar al gobierno bolivariano.
Recientemente fueron descubiertos por autoridades venezolanas 1 mil mascaras antigás procedentes de la ciudad de Miami. ¿Será causalidad o tiene que ver con el plan de Juanito Alimaña para el 16 de noviembre?
¡Sigue inventando campeón de la derrota, no volverán!”    
Como se diría en el argot de los bajos fondos: “Ya el plomo está cantado”.
Ahí se las dejo.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.comj_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Rincón de Martorano.

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Espiral de ridiculez



"Tenían que haber apagado, no los bombillos, sino su carrera hacia la ridiculez, pero iban sin freno y en bajada"
"Tenían que haber apagado, no los bombillos, sino su carrera hacia la ridiculez, pero iban sin freno y en bajada"
Con el Mazo Dando
Dicen que una mentira necesita 100 más para sostenerse, y que esas cien más necesitan, cada una, otras cien mentiras y así y así, y así… Y tantas mentiras no te pueden llevar sino al más escandaloso ridículo. Pues eso es lo que le está pasando al antichavismo nacional e internacional.

Todo empezó hace poco más de 20 años. Ya nadie recuerda con precisión cuál fue la mentira que desató la hecatombe mentirosa. Fueron tantas, tan variadas, oímos todo, o casi todo: desde la fritata de cabezas de adecos que los adecos decían que Chávez había prometido, los cubanos viviendo en tu casa, una familia en cada cuarto, el ¡Con mis hijos no te metas!, que si el nuevo viaducto a la Guaira era de cartón piedra ¡y va a caeeeer, y va a caeeer el viaducto va a caeeerrr!, que si los bombillos ahorradores espiaban a los venezolanos de bien. 

Tenían que haber apagado, no los bombillos, sino su carrera hacia la ridiculez, pero iban sin freno y en bajada. ¡Ni un paso atrás!

Ni un paso atrás, en bajada y sin frenos, en enero de este año, un tarado balbuceó una ininteligible auto juramentación presidencial en una esquina del Este de Caracas. En lugar de sacarlo a patadas por ese mismo culo que había enseñado años antes a modo de joligudense protesta, el antichavismo, nacional y mundial, decidió seguirle la corriente y llamaron al tarado Presidente (E). De ahí ya no hay regreso.

Como el tarado es tarado, todo les salió mal; bueno, casi todo, porque el tarado y sus compinches se robaron un realero que ahora no quieren repartir, es decir que el tarado cree que a él no le salió mal nada, porque hasta su esposa Fabiana ahora usa un Iwatch y una gorra bordada en dorado con un logotipo en forma de totona que dice “Despacho de la primera Dama”. “Vamos bien”.

Tan bien van que a los gobiernos de los países que se conjuraron para hacernos creer que ellos creen que el tarado es Presidente, como que les cayó la maldición que dice “El que se mete con Venezuela se seca”; aunque lo que en verdad les cayó fue la inevitable realidad: el que se entrega a los gringos y al FMI se seca. Así ha sido siempre, y claro, si además se meten con Venezuela, se recontrasecan. ¡Cúmplase!

Estos presidentes que decidieron ser perritos en la alfombrita del “patio trasero” se enfrentan a la posibilidad real de salir a patadas de sus casas de gobierno, mientras Maduro, el presidente  que pretendieron desconocer y derrocar, sigue y seguirá ahí, al frente del gobierno de Venezuela. 

Pasa en Perú, Argentina, Honduras, Colombia, Paraguay, y ahora en Ecuador donde la gente harta del neoliberalismo cipayo leninista salió a la calle, calle y más calle, pero de verdad, verdad. 

Así, para que no se les note el fracaso y la derrota, desatan la espiral de ridiculez.

My, God! –dijo Almagro desde la OEA y corrió a emitir un comunicado que dice que no, vale, que no se protesta así, que no se queman cosas (que nadie ha quemado), que no se le lanzan agresiones a las fuerzas de seguridad, que Lenin tiene que terminar su mandato constitucional, no como Nicolás Maduro que merece todas las protestas violentas, el fuego, la muerte porque el petróleo -¡perdón!- porque la dictadura, you know…

– ¡Lenin, Lenin, ahí vienen los movimientos sociales, la gente furiosa por el paquetazo! 
– Huyamos a Guayaquil – Dijo Lenin, picando cauchos.
– ¡Lenin, Lenin, que hay un gentío en la calle y no te quiere ni tu madre!
– Saquemos al ejército a la calle y culpemos a Maduro en cadena nacional con teleprompter.

¡Ajá, lo sabíamos! Nicolás, el hombre derrotado, quebrado, sin liderazgo, sin gente, que vive temeroso, escondido en la soledad de Miraflores, no es más que el Clark Kent de Maduro, un gigante súper poderoso que es capaz de desestabilizar países enteros, a control remoto, con solo mover el bigote. 

Y nos dio mucha risa, pero más risa nos dio cuando la comiquita escuálida de los poderes bigotudos de Nicolás sumaba más detalles, como la clandestinidad de Rafael Correa, en Barquisimeto. 

–¿Pero Correa no vive en Bruselas?– Preguntó un periodista opositor en un intento vano de resistirse a la ridiculez. 
– Bruselas, Barquisimeto, si ambas empiezan con B, ¿qué más da? Que sea Barquisimeto, y ya está. Además que ahora dice este tuit que salió de Barquisimeto rumbo a Barinas, así que todo va bien porque Barinas también empieza con B –Le escupió una colega con los ojos desorbitados de rabia por la duda titubeante del periodista que quiso salvar un poquito de dignidad.

Y como eran pocos, parió la abuela: El tarado, adicto a la ridiculez, se lanzó de cabeza -de chorlito- con una declaración que su paraministro de comunicación, con la maldad que lo caracteriza y el desprecio que le tiene, no le iba a dejar pasar: “No tenemos duda de que pudiera estar Rafael Correa en Venezuela, no tenemos precisión en este caso pero estamos averiguando”. Una certeza atada a un verbo condicional atado a una imprecisión: la guaidonada perfecta. Un profundo bostezo.

En fin, que colorín colorado, este cuento no se ha acabado, pero les adelanto que al final, como al principio, como a la mitad, como siempre; nosotros venceremos.

CAROLA CHÁVEZ
@tongorocho

Piñera, los militares y Estados Unidos pudieran urdir un Golpe de Estado

 

Intentaré reponer rápidamente el artículo que escribí sobre este asunto para enviarlo esta tarde mismo. Digo reponer porque por razones que desconozco se me borró el que ya estaba escrito. Ruego a mis lectores tomar en consideración esta circunstancia y perdonar los errores y limitaciones.
Carlos Andrés Pérez, llegó a Miraflores por segunda vez con una montaña de votos. Si mal no recuerdo, del total de votos depositados el 60 % fueron para él.
Por la "bonanza" artificial en la que vivió el venezolano en su primer gobierno, aquel del dólar a Bs. 4.30 y que dio origen aquella frase casi emblemática de entonces "tá barato, dame dos", se convirtió casi en un ídolo, más que un candidato.
Los dos períodos presidenciales posteriores, del socialcristiano Luis Herrera Campins y el adeco Jaime Lusinchi, se caracterizaron por una crisis honda y un endeudamiento con el capital externo, que los intereses se llevaban casi todo el presupuesto nacional y donde los empresarios venezolanos de Fedecámaras hicieron caída y mesa limpia en combinación con el capital foráneo.
Por el recuerdo de aquel primer gobierno y la esperanza que Pérez, en cierta forma se exhibido como un mago, volviese con la bonanza, el venezolano se desbordó en las urnas a favor suyo. Aquella elección y el acto de toma de posesión al que se le llamó "La Aclamación", le dio a Pérez la disposición para en su discurso del mismo día anunciase que llegaría a acuerdos con el FMI. La euforia popular era tanta que. cuando uno recuerda aquello, pareciera haber interpretado que nadie se percató de la seriedad y hasta gravedad de lo que nos estaba ofreciendo, que significaba recorte en lo que ellos llaman "gastos públicos" o inversión en áreas vitales como educación y sanidad, aumentos de los precios de los servicios, con la oferta que eso nos volvería a la bonanza de la primera vez.
Pero bastó se anunciasen los aumentos de los precios de los combustibles y con ellos los del transporte, para que la multitud que hasta 24 horas atrás seguía aclamando al presidente, se desatase en una protesta descomunal que, según cifras no oficiales llegó a más de 3 mil muertos; el gobierno más conservador y cuidando su prestigio, habló de unos 400 lo que no deja de ser un genocidio. Y a partir de ese momento, la vida del presidente aclamado, con un volumen de votantes nunca alcanzando por otro venezolano, se le volvió un martirio. Dos golpes de Estado hubo de soportar, hasta que al final, el Congreso de la República, con el voto de sus viejos compañeros, le destituyeron.
Aquella descomunal protesta, sin vínculo alguno con partido ni organización de ninguna naturaleza, sino producto de la espontaneidad, ni siquiera pudiera decirse que fue contra el presidente, ni el FMI en buena medida responsable de aquella, sino porque el pueblo se sintió engañado, esperaba del elegido la mejoría de su vida y en las primeras de cambio lo hundía más en la pobreza y la desesperación; y fue todo aquello tan impactante que la historia de Venezuela pareció partirse en dos. En suma, la protesta no tuvo programa, ideología ni nada distinto al sentimiento de un pueblo que se sintió frustrado y aún más desmejorado en sus condiciones de vida.
Las protestas de Ecuador y Chile, pese los discursos convencionales y fantasiosos de sectores de derecha e izquierda, tuvieron también un poco de aquello del Caracazo, sobre todo el chileno. No hubo acuerdo ni organización previa alguna. En Ecuador, el estallido sorprendió al gobierno y hasta a los opositores; pocas horas después es cuando comienza a tomar organización por la iniciativa del movimiento indígena que a la postre terminó liderando la protesta y convirtiéndose ante Lenin Moreno en el portavoz pertinente para las conversaciones y búsqueda de acuerdo que todavía están pendientes, como que se puede decir que allí todavía arden las brazas.
Es por demás conocido que EEUU y sus aliados internos en Venezuela, han privilegiado una solución por la vía de la fuerza. Ya en 2002 intentaron el "Carmonazo", y comenzaron la ejecución de una forma de lucha destinada a destituir al presidente ilegalmente. Pudieran haberlo hecho por la vía legal, pero a EEUU y sus aliados les conviene descomponer el Estado, la legalidad toda y hasta impedir un modelo donde las fuerzas revolucionarias, progresistas y hasta democráticas tengan fuerza de opinión y decisión en los asuntos venezolanos. Lo que le conviene a la estrategia de USA es la desintegración de la legalidad y por esa sueñan con un golpe de Estado, una Invasión y en fin de cuenta una "Salida" violenta.
Sería esa la mejor manera de decidir sin dificultades de los recursos naturales del país que bastante faltan al gran país del norte, donde según todas las informaciones técnicas indican, como dijo un técnico amigo nuestro, "están raspando la olla". Por eso, el gobierno de EEUU, ha estado diciendo que con respecto a Venezuela, todas las opciones están sobre la mesa. No han dado un golpe de Estado por lo que bastante se conoce acerca del carácter diferente del ejército venezolano, lo que no deja de ser cierto porque alguno que otro soldado, hasta de alta graduación, haya incurrido en actos que parecieran contradecir lo que de ellos pensamos.
En Chile, después de los resultados de la Argentina y hasta los de Colombia, donde Álvaro Uribe fue derrotado feamente hasta en su propio pueblo, el de Medellín, el asunto toma un carácter muy simbólico.
La presión continúa, el palacio de la moneda está casi permanentemente cercado por una multitud que pide la renuncia de Piñera, porque aparte del asunto de la desigualdad que allá desató toda esta tormenta y la intención de seguir adelante con las medidas exigidas por el FMI, ante las cuales el presidente no puede hacerse el loco y olvidarlas, porque para eso recibió un préstamo que debe pagar según lo acordado y está dentro de lo que piensa debe hacerse en su país, hay más de 20 muertos de por medio y la protesta ahora adquiere otra forma y sentido, como las propuestas de unas nuevas elecciones y proceso constituyente para derogar la constitución de Pinochet. Ya dejó lo espontáneo, lo que nunca pudo el Caracazo, por la velocidad u ferocidad de lo acontecido.
Ante ese cuadro novedoso, inesperado para las clases dominantes de Chile y hasta para Estados Unidos, Piñera pudiera optar por negarse a renunciar y provocar la profundización de la protesta. Actitud más que por mantenerse en el poder, para justificar se desate un caos y hasta un nuevo genocidio que termine en un golpe de Estado. Esta salida favorece a los militares, formados en la escuela de Pinochet, demostrado cuando ayer mismo un general declaró sentirse contento con la actuación de sus fuerzas, la que calificó de ejemplar, pese los 20 muertos y habiendo, ese mismo, día herido a perdigonazos a uno de los enviados de la Bachelet.. Un golpe a Piñera, le aseguraría a éste sus propiedades, ganancias y salida honorable y dejaría en el poder a quienes tendrían motivos para profundizar la represión y mantener, tal como quiere Piñera, la ejecución del modelo y las medidas del FMI. Para ellos, una salida democrática, con la formación de un gobierno con una nueva orientación y sin posibilidad ni deseos de imponer medidas a favor del capital y en contra de las multitudes, no es conveniente.
El golpe de Estado sería esa una salida ideal para Piñera, el FMI y hasta para el gobierno de Estados Unidos. Pues pensar que el ejército chileno opte apoderarse del Estado y comenzar a operar a favor de las mayorías, es un sueño sin sustento o un embuste más grande que la montaña andina.
Por eso, el movimiento popular chileno y el de toda América Latina, debe ayudar a manejar el asunto con prudencia, sin caer en provocaciones y la consigna debe ser la que ahora se maneja, RENUNCIA DE PIÑERA, NUEVAS ELECCIONES PRESIDENCIALES Y PROCESO CONSTIYUYENTE

 

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.
 damas.eligio@gmail.com
 
Eligio Damas 

La hipócrita cobertura de las protestas en Venezuela, Chile y Ecuador

Las imágenes de millones de personas marchando en las calles de Chile, protestando contra las medidas neoliberales del gobierno de Sebastián Piñera, dieron la vuelta del mundo. Pero no fue por las portadas de periódicos como el New York Times. Las manifestaciones multitudinarias y la consecuente represión brutal de las autoridades chilenas, que resultaron en la muerte de al menos 19 personas, se dieron a conocer principalmente por las redes sociales, como Twitter, Facebook y YouTube.
Confieso que soy suscriptora y lectora de la edición impresa del New York Times los siete días de la semana. Y no recuerdo haber visto las manifestaciones en Chile en una sola portada del periódico durante el último mes. Sin embargo, sí recuerdo reportaje tras reportaje en primera plana sobre las protestas anti-gubernamentales en Venezuela durante el último año.
El New York Times ha publicado más de 900 artículos mencionando a Venezuela desde principios de enero del 2019. La mayoría han sido muy críticos contra el gobierno de Maduro, incluyendo editoriales del periódico apoyando la política del cambio de régimen promovido por el gobierno de Trump. El presidente Nicolás Maduro ha sido calificado como un 'autoritario', 'dictador', 'tirano', 'hombre fuerte', 'represivo' y otras ofensas que intentan desacreditar y debilitar su mandato. Cuando los manifestantes opositores en Venezuela usaron violencia en sus protestas, incluyendo bombas molotov, piedras, armas de fuego y otras formas violentas para agredir a la Guardia Nacional y a la policía, los medios internacionales los tildaron de 'activistas en pro a la democracia', 'pacifistas' y víctimas de la represión del Estado venezolano.
Veamos unos ejemplos. Un artículo del 23 de octubre del 2019 en el New York Times, sobre las protestas en Chile y el Líbano, mencionó a 15 personas que habían muerto en las protestas (cifra para esa fecha), como si el Estado no fuera responsable. Incluso, el periódico 'del récord', como suele llamarse, escribió que "los manifestantes atacaron a fábricas, incendiaron a las estaciones del metro y saquearon los supermercados (…) forzando a Piñera a desplegar tropas en las calles (…) al menos 15 personas resultaron muertas, y un Sr. Piñera claramente perturbado, habló de 'una guerra contra un enemigo poderoso e implacable'".
En contraste con la manera tan deferente y favorable como tratan a Piñera (el pobrecito presidente forzado a desplegar tropas contra el pueblo, al cual llama 'enemigo'), el New York Times casi crucificó al jefe de estado venezolano. El "autoritario" Maduro es responsable por 'masacres', 'violaciones de derechos humanos', y frente a la crisis en su país ha 'golpeado duro' al pueblo, "enviando sus fuerzas de seguridad para aplastar la disidencia con operaciones mortales".
Piñera llama al pueblo "enemigo" y dice que está en "guerra" contra los manifestantes, y los medios lo tocan con 'guantes blancos'. Si Maduro habla con el mismo lenguaje, lo llaman un 'dictador brutal', un 'tirano' que manda con 'puño de hierro'. Incluso, cuando Piñera abruptamente suspendió la cumbre APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico), que iba a contar con la presencia de Donald Trump y el presidente de China, Xi Jinping, medios como el Washington Post echaron la culpa a las protestas. Ni siquiera mencionaron los muertos o la brutal represión a manos de las fuerzas de seguridad chilenas, bajo órdenes de Piñera.  De hecho, a pesar de más de una docena de muertos, al menos un millón de manifestantes en las calles y la fuerte represión y violencia del Estado, yo no había visto ni un solo reportaje sobre Chile en los noticieros estadounidenses hasta que Piñera suspendió a la APEC, y eso porque se trataba de una visita de Trump a ese país. Los medios estadounidenses no han pasado ni un reportaje en pantalla sobre marchas de un millón de personas en contra de las medidas neoliberales de Piñera, marchas que fueron brutalmente reprimidas por el Estado, y miles de personas fueron heridas y detenidas.
A cambio, Venezuela ocupó las pantallas de los canales de cable y los noticieros  nacionales estadounidenses casi diariamente desde enero hasta junio, con auto-declarados expertos y pseudo analistas declarando la 'pronta caída' del régimen de Maduro. Pasaron entrevistas con el líder opositor Juan Guaidó, llamándolo 'presidente', aunque no goza de ese título legalmente, y repitieron una y otra vez los lineamientos del Departamento de Estado sobre Venezuela: Maduro es ilegítimo; la gente no lo quiere; la mayoría apoya a Guaidó; Maduro sale pronto; Maduro cae pronto; va a ser mañana; posiblemente hoy; aún no, pero pronto; ahora no se sabe cuándo, pero algún día será. El Departamento de Estado de Trump publicó 167 comunicados sobre Venezuela entre enero y octubre del 2019. Sobre Chile ha publicado 17 en el mismo periodo, y todos mencionan a Venezuela y la postura conjunta en contra de Maduro. Ninguno menciona las protestas en Chile, los manifestantes muertos o la represión del Estado. La hipocresía es tan gruesa que no se la puede tragar.
Otro caso parecido ha sido Ecuador, donde grandes protestas en contra del gobierno de Lenín Moreno han paralizado el país. El debilitado e impopular mandatario ecuatoriano hasta tuvo que mudar la sede del gobierno de Quito a Guayaquil para no enfrentar las protestas que llegaban hasta el palacio presidencial Carondolet. Moreno, como Piñera, usó tácticas de represión para neutralizar las protestas en su contra. Y como Piñera, tuvo que rendirse frente a las demandas del pueblo y retractar medidas impopulares como la eliminación de un subsidio en el precio de la gasolina. También como Piñera, Moreno impuso un toque de queda en ciertas regiones del país, y ordenó el uso de fuerza contra los manifestantes. Igual al caso de Chile, los medios estadounidenses no publicaron casi nada sobre la crisis en Ecuador y la brutal represión del estado contra el pueblo en rebeldía.
El Departamento de Estado sí tuvo algo que decir sobre las protestas en Ecuador, a diferencia de Chile. El 11 de octubre, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, publicó un comunicado apoyando al presidente Moreno y los "esfuerzos del gobierno de Ecuador para institucionalizar las prácticas democráticas e implementar reformas económicas". O sea, nada sobre la represión de Estado, la brutalidad contra los manifestantes o su derecho a protestar. De hecho, en su comunicado, Pompeo anuncia: "estamos monitoreando las denuncias sobre actores externos involucrados en las manifestaciones" en Ecuador. Pompeo se estaba refiriendo a las acusaciones sin fundamento de Moreno sobre supuestos vínculos de Maduro y Venezuela con los disturbios en Ecuador. Ni Moreno ni Pompeo presentaron pruebas para evidenciar o fundamentar esas graves acusaciones.
Por su parte, el New York Times no publicó mucho sobre Ecuador y las protestas anti-gubernamentales, con la excepción de algunos artículos favorables al gobierno de Lenín Moreno. Un reportaje del 3 octubre 2019, a comienzos de las protestas, se tituló "Ecuador declara estado de emergencia mientras trabajadores en huelga bloquean las vías", como si el gobierno fuera forzado a imponer un estado de represión por las protestas en su contra. Aquí cabe mencionar que el gobierno de Maduro no ha impuesto ningún toque de queda (como hicieron en Chile y Ecuador), ni un estado de emergencia, a pesar de los múltiples intentos de golpe de Estado, manifestantes violentas, rebeliones militares y hasta atentados con bombas contra el presidente. Sin embargo, Maduro es el dictador, y Moreno y Piñera son los democráticos.
Finalizo este análisis con una muestra del tono tan distinto en los reportajes del New York Times sobre Ecuador y Venezuela.
El artículo sobre Ecuador termina así: "En una declaración el jueves, el Sr. Moreno denunció las protestas con lenguaje fuerte. 'A aquellos que quieren imponer un caos como mecanismo para lograr algo, ha acabado su tiempo', dijo. Agregó que no estaba dispuesto a reconsiderar la eliminación del subsidio de la gasolina: 'Las medidas que hemos tomado son firmes', declaró. 'No hay posibilidad de cambiarlas'. (Semanas después, Moreno tuvo que retractarse y volver a imponer el subsidio)".
Como pueden leer, el periódico estadounidense presenta a Moreno como un mandatario fuerte, firme y serio. Le dan la palabra final en el reportaje y censuran a sus opositores, quienes son tratados en el artículo como caóticos, violentos e irresponsables.
En contraste, vemos un artículo sobre Venezuela del 30 de enero del 2019, titulado "Maduro utiliza una fuerza especial policial para aplastar la disidencia", que concluye citando no al presidente venezolano, sino a una opositora: "'El gobierno te obliga a ser lo que ellos quieren', dijo la sra. González. 'Porque si no lo haces, te encarcelarán, o estarías muerto'".
Como dijo el intelectual estadounidense Noam Chomsky, "la función principal de los medios masivos en Estados Unidos es movilizar el apoyo público para los intereses especiales que dominan al gobierno y el sector privado".
Washington quiere un cambio de régimen en Venezuela para imponer un gobierno que favorece sus intereses. Ya lo ha logrado en Ecuador y Chile, por eso los medios hacen caso omiso frente a la represión estatal en esos países. Pero cuando se trata de Venezuela, no hay límites de su hipocresía y sus manipulaciones.
Tomado de Actualidad.RT


Eva Golinger

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miércoles, 30 de octubre de 2019

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Guyana prepara a su prensa para el arbitraje con Venezuela


*JUAN MARTORANO
Nuevamente, mi “patriota cooperante” y el suscrito debemos formular una nueva alerta ante la opinión pública nacional e internacional con respecto al tema de la histórica reclamación de nuestro país sobre el territorio Esequibo, en disputa con la República Cooperativa de Guyana, para aplicar aquella sabia conseja popular: “En guerra avisada, no mueren los soldados, y si los matan es…”
Asimismo, como está escrito en la Biblia, y el Comandante Chávez lo decía: “El que tenga ojos, que vea”.
La información suministrada por el colaborador es muy delicada, y ya pasamos de seguidas a explicar de qué se trata.
El ex ministro de relaciones exteriores de Guyana y ex vicepresidente, el Sr. Carl Greenidge recomienda a la prensa guyanesa ser “responsable” con respecto a todo lo que reporte en relación con el actual arbitraje con la República Bolivariana de Venezuela por el territorio Esequibo.  Durante la entrega de premios (2019) de la asociación de prensa de Guyana les recordó el Sr. Greenidge que este arbitraje está pasando actualmente ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). He aquí la imagen del referido personaje, la cual también es importante reproducir.
Durante su discurso el ex ministro argumenta que toda información que se imprima en periódicos guyaneses es leída por aquellos que representan al gobierno de Guyana ante la CIJ y por aquellos que pelean en contra de los intereses de Guyana (Venezuela). Es importante y cuenta para el caso guyanés cuando periódicos locales publican información falsa tal como la firma de un acuerdo con Venezuela para no utilizar los espacios marinos en disputa, la cual, según él, es falsa.  Le pide el ministro a los periódicos locales que verifiquen cualquier información al respecto del arbitraje y el impacto que pueda tener en la posición de Guyana. (Subrayado del articulista).
Esta disputa será peleada y ganada en la corte y no solo por el gobierno guyanés, pero la prensa guyanesa tiene también una gran responsabilidad en contribuir. Es nuestra tierra por la que estamos litigando, con nuestros abogados y ustedes (la prensa) deben ser responsables y no ignorantes con respecto a lo que utilizan, revelan e imprimen, esto es muy importante”. Indicó Greenidge.
El ex ministro reitero que Guyana busca una decisión a su favor que sea vinculante y no una recomendación de la corte, es importante que la corte falle a favor de Guyana pero es más importante que esta sea vinculante ya que Venezuela se ha negado a participar en el proceso y si pierde el arbitraje, está obligada a aceptar la sentencia para evitar acciones que puede imponer el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Advirtió el exministro que Guyana no busca territorio o áreas marítimas adicionales sino si lo que había sido “acordado” todavía sigue valido que son los límites terrestres y marítimos actualmente usados por Guyana. (Destacado, resaltado y subrayado del articulista).
Una sesión oral será llevada a cabo en la sede de la corte en la ciudad de La Haya (Holanda) entre los días 23 al 27 de marzo del 2020. Esta sesión determinara si la corte tiene jurisdicción para ver el caso que llevo Guyana ante esta en marzo del 2018. Dice el Sr. Greenidge que Venezuela ha argumentado que bajo el acuerdo de Ginebra el secretario general de las Naciones Unidas se excedió en su autoridad y por lo tanto la corte no tiene jurisdicción para adjudicar la demanda hecha por Guyana.
Termina el ministro por recordarle a la prensa local que la decisión de la corte es final aun si Venezuela se niegue a participar en este proceso y por lo tanto el que pierda debe asumir la sentencia de la corte. El ministro termina su discurso con la esperanza de que Venezuela asuma el rol ante la corte y que ambos países lleven un futuro amistoso entre vecinos.
A ello hay que agregar la publicación realizada por el periódico de derecha en Venezuela El Nacional de un trabajo titulado: “Guerrilla y crimen a lo largo de la frontera entre Guyana y Venezuela”, firmado por Bram Ebus, quien es un reportero que publica “trabajos de investigación” de toda Suramérica. Ebus viajó hasta la frontera con Guyana y escribió un testimonio donde denuncia que oro y migrantes fluyen a través del tramo del río Cuyuní.
Justo en las afueras de Etheringbang, un pequeño puesto fronterizo guyanés en medio de la selva, en la frontera venezolana, el río Cuyuní que separa a Guyana de Venezuela corre por orillas llenas de maleza. En el lado norte, me dicen los lugareños, se encuentra un campamento de guerrilleros colombianos, viviendo a unos 700 km. de su país natal, mientras otros grupos armados también operan cerca”. Así inicia Ebus el testimonio que escribió, a todas luces tendencioso.
Asimismo señala Ebus que desde el punto en el que se encontraba, vio a tres hombres vestidos de negro con armas de “alto calibre”, parados en un pequeño claro. Y al pasar un pequeño bote de pasajeros, estos “hombres de negro” le exigieron al capitán de la embarcación que se detuviera.
A todas luces, trata de mostrar el referido periodista que en la frontera guyanesa-venezolana habrían varios “puntos de control” por parte de la guerrilla colombiana, fuerzas de seguridad venezolanas y grupos criminales, donde los pasajeros de botes serían extorsionados antes de llegar a las minas de oro a lo largo del río.
El río serpentea a través de paisajes de vegetación exuberante, pero plagados de empresas criminales, dedicadas principalmente a la minería ilegal de oro y al tráfico de personas. Este último se ve impulsado por la crisis en Venezuela, donde el gobierno y la oposición continúan enfrentados en medio de una catástrofe económica, que está produciendo una emigración masiva a múltiples destinos, incluida Guyana”. Indica Ebus.
Es decir, todo un relato para legitimar una eventual intervención militar de una coalición internacional liderada por EEUU para derrocar al gobierno constitucional y legítimo de la República Bolivariana de Venezuela. Ni más, ni menos.
Análisis

El Sr. Greenidge no está haciendo más sino advirtiendo a la prensa local que los hechos son poco importantes y que no se le puede dar pie al enemigo (Venezuela) en este arbitraje. Insiste en que deben ser más responsables con lo que reportan y esto quiere decir que deben defender la posición del gobierno.

No hace el ex ministro alusión a la libertad de prensa y la presentación de los hechos, su discurso es importante porque se hace en un evento donde todos los representantes del periodismo guyanés estaban presentes. Además, siendo un ex ministro, no envuelve directamente al gobierno pero el sirve de mensajero a este. He ahí el mensaje, tenemos que pelear juntos, se debe notar que su discurso ha sido impreso en ambos periódicos locales (Guyana Chronicle y Guyana Times) en sus primeras páginas de la edición del Domingo.

Las bases del litigio son brevemente presentadas a manera de explicación y argumenta que hay suficiente documentación histórica que llevara a la corte a decidir a favor de Guyana.  Interesante que el Sr. Greenidge menciona que el consejo de seguridad de las naciones unidas intervendría para obligar a Venezuela a aceptar la decisión de la corte. Aun teniendo a China y a Rusia a favor, la fuerza de otros miembros de este consejo pudiera traer consecuencias negativas para Venezuela.

En vista de la bonanza económica que espera la República Cooperativa de Guyana debido a los grandes descubrimientos petroleros hechos en sus aguas desde el 2015, la posición guyanesa da a entender que están(el gobierno) conscientes que la seguridad jurídica que las multinacionales (ExxonMobil, Repsol, Tullow….) requieren no la puede proporcionar el gobierno guyanés mientras el litigio con Venezuela no sea resuelto y así están actuando bajo la tutela de los gringos y lo que estos le han asegurado ocurrirá en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Esto no es obvio ya que nuestro país cuenta con aliados en el Consejo de Seguridad, sin embargo una continuación de este litigio en las circunstancias actuales es un punto de presión importante contra nuestro gobierno y los gringos están usando a Guyana como punta de lanza y para proteger el próximo saqueo que van a hacer con los recursos de Guyana así como para seguir tratando de remover la Revolución Bolivariana.

Otro elemento inherente a este discurso aparte del sitio y de los asistentes (dueños de los periódicos más importantes y periodistas) al evento es el esfuerzo del gobierno guyanés por comenzar temprano a preparar a la población con las expectativas de que triunfara en la CIJ (se siente apoyado) y así este gobierno (PNC) sería el “adecuado” para continuar con las riendas del país. No olvidemos que las elecciones se llevaran a cabo la misma semana que la CIJ decide si puede conocer el caso de este litigio.

Como decía el comandante “el que tenga ojos que lo vea”, esperamos que los responsables en nuestro gobierno y el Canciller Arreaza estén al tanto y tengan una estrategia efectiva que nos lleve al éxito ante la corte.

Fuentes:
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. Www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.comj_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Rincón de Martorano.