Flavia Riggione.
Ya vamos a dejarnos de tonterías, de chavistas buenos, humanistas,
tolerantes, considerados, ingenuos, pacientes. Con esta gente que
intenta dirigir la oposición al Gobierno Bolivariano no se puede ceder
ni un dedito porque se agarran el brazo, las piernas, ¡todo!
Hay que militarizar el país e imponer un toque de queda. Hay que hacerle
caso a Atilio Borón, y si no, ¿vamos a dejar que nos linchen? ¿Que se
pierda la revolución? ¿Qué tumben a nuestro Presidente Constitucional?
No sé a ustedes pero a mí la paciencia se me agotó. Y no es gratis esta
impaciencia sino gracias a la tranca de todos los días, que como dice
Pérez Pirela, lo hacen cuando les da la gana. Juegan con nuestras vidas,
con nuestra rutina diaria, con nuestro trabajo, nuestros objetivos de
la vida, que seguramente ¡no son tumbar al Gobierno! Se ha vuelto la
orden del día linchar personas, quemarlas, asesinar. Y ¿piden más
seguridad? Han desatado los demonios.
¿Serán imbéciles? Tantos estudios en Harvard, Cambridge, Princeton, etc. etc. etc. ¿no les sirvió para nada?
No quisieron participar de la Constituyente porque son soberbios, se
creen sobrados, los propios amos del valle como los calificara Herrera
Luque. Despreciaron una oportunidad de oro, y ahora temen, gritan,
lloran y patalean. ¿Tampoco irán a las elecciones de Gobernadores? Fin
de mundo. No, es más correcto decir que llegó el fin de los políticos
imbéciles, disociados, pichones de la nueva generación que fue preparada
justo para acabar con el chavismo. Pero ya sabemos que no lo lograrán.
No así. Nunca por esta vía.
Me disculparán los lectores por el tono encendido, molesto, hasta
nervioso, pero es que desde aquí, desde el confort de mi hogar, me
siento impotente. Y no sirven las oraciones, ni sirvió el llamado al
Santo Padre para que se apersonara, ni el llamado al Maestro Gustavo
Dudamel quien prefirió dirigir en Bogotá en vez de aportar su grano de
arena en Venezuela. Pero afortunadamente desistió de Colombia.
Inaceptable que diera un concierto con nuestros jóvenes venezolanos de
las orquestras juveniles. El presidente de Colombia se comporta como
enemigo del país, maltratan a los venezolanos que se fueron para allá,
le hace eco y genuflexión al loco de Estados Unidos, permite el
asesinato de guerrilleros de la FARC y de sus familiares, no tiene
palabra, no tiene honor, y su premio Nobel de la Paz es una payasada.
Como payasada fue la llamada eufemísticamente consulta popular del día
de la Virgen Del Carmen. Como se ha demostrado por todos los lados. Y
Vladimir Villegas en su programa del día lunes siguiente, dando por
hecho y seguros los resultados de la “consulta” ¿llama a administrar la
victoria? Definitivamente no debe darse la concesión a los nuevos
propietarios de Globovisión. Sigue siendo un canal golpista disfrazado
de ovejita con el cuento de que “aquí nos vemos todos”.
Ya es hora, compatriotas. No de ir a la guerra ni de enfundar las armas.
PAZ. Pero sí es hora de dejarnos de contemplaciones, de dejarnos de
actuar decentemente y de esta forma, de alguna manera, seguirles el
juego a los desquiciados dirigentes de la oposición.
Y de los opositores de calle que se creen oligarcas y piensan que son
iguales, de tú a tú, con los Machado, Mendoza, Berrizbeitia, de los que
creen que también llegarán, luego que Maduro se vaya, a tener una casa
en el Country, o, por lo menos en la Lagunita. Con seguridad piensan
que llegarán a ser miembros del Club, y jugar golf con Maricori, con
Lilian, porque ¿tranqué las calles, te acuerdas? Porque mi hijo fue un
libertador y salió quemado, ¿lo recuerdas? Porque llevé a mis niños a
las marchas, arriesgando sus vidas. Me lo debes. Y así ellos, los
ignorantes, los de clase media que quisieran ser alta, como bien explica
el Dr. Heriberto González que ha presentado Mario Silva y que ha
salido varias veces en la Hojilla, quedarán en el aire, rechazados,
vueltos trizas, cuando lo que aspiran no ocurra, y, en el muy supuesto
negado, cuando ocurra, serán puestos de lado. Sí, los llamarán pero….a
seguir sirviendo como peones en casa de ricos, a trabajar en empresas
de los millonarios que ganan gracias al sudor de sus frentes, a seguir
siendo menospreciados y maltratados.
Frente a la locura de los desquiciados, el Gobierno Bolivariano debe ser
audaz, e inventar. Debe, pienso yo, implementar un toque de queda, un
estado de excepción, y militarizar el país. Para evitar una guerra entre
hermanos. Aunque sean imbéciles, ignorantes, y estén envenenados, son
siempre venezolanos.
Triunfaremos, ¡no volverán!
1 comentario:
Excelente y en total acuerdo.... Ya basta de tanta pasividad....
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