*JUAN
MARTORANO.
Seguramente diputado usted no leerá estas líneas, puesto que
dificulto que revise portales como aporrea.org, ensartaos, colarebo y
de otros medios alternativos y comunitarios, en los cuales usted no
cree. Y mucho menos hacer caso a lo que un abogado y militante de la
causa de la justicia social como este servidor, ha estado realizando
en aras de aportar a mi país y al modelo de inclusión en el que
creemos la mayoría de las venezolanas y los venezolanos.
Y permitame que le escriba de esta manera, porque de acuerdo a los
estudios que algunos le hemos estado realizando, es evidente que cada
vez que usted tiene oportunidad de estar en programas de radio y
televisión, sus declaraciones son tendenciosas, sesgadas y tendentes
a tratar de manipular a la opinión pública. Una cosa, sin duda, es
adversar políticamente a un Gobierno y a un proyecto político, eso
es parte de la democracia. Pero lo que no se puede hacer, desde la
óptica de muchos de nosotros y muchas de nosotras (por aquello de la
equidad de género) es engañar a muchos y por mucho tiempo, como lo
señaló Bertold Brecht.
Asimismo, no es igual una mayoría electoral circunstancial como la
obtenida por la derecha en Venezuela, y la mayoría social que hay en
nuestro país. ¿Saldrá usted a las calles y ha tenido la
oportunidad de conversar “cara a cara” con nuestro pueblo?
Particularmente dificulto que lo haya hecho. Venezuela es mucho más
que el “Country Club”, Chacao, Baruta, El Hatillo, o el Marques,
por solo mencionar algunas de las localidades a las que usted gusta
frecuentar.
El motivo de este artículo escrito de manera epistolar, tiene que
ver con la entrevista concedida en fecha 27 de septiembre de 2016 al
programa “Vladimir a la 1”, conducido por el periodista Vladimir
Villegas, del, hijo de ese emblemático dirigente sindical y
revolucionario, comunista para más señas, Cruz Villegas. Y más
allá de sus declaraciones manipuladas y sesgadas, hay un elemento en
el que si quiero detenerme, porque tiene que ver con un señalamiento
que usted realizó, bien irresponsable, y que me permitiré
desmentirle en las siguientes líneas.
Al ver y escuchar la referida entrevista, usted se expresó y trató
de hacer una analogía entre el plebiscito a escenificarse el próximo
domingo 2 de octubre de 2016 en la hermana República de Colombia,
motivado a la reciente firma de los Acuerdos de Paz entre el gobierno
colombiano de Juan Manuel Santos, y la mayor fuerza beligerante y
guerrillera de ese país, las “Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, Ejército del Pueblo” (FARC- EP), con respecto al proceso
de una eventual activación de un referendo revocatorio del mandato
del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás
Maduro Moros.
Por
realizar tamaña comparación, totalmente halada de los cabellos,
escribí al referido programa un tuit, que me permito reproducir en
estas líneas, textualmente: “@juanmartoranoEl
diputado @julioborges
manipula el plebiscito por los acuerdos de paz en Colombia con el RR
en Venezuela @Vladimirala1_gv”
. (Resaltado
y subrayado del articulista).
Reconozco, sin ningún tipo
de complejos, la deferencia que tuvo el periodista Vladimir Villegas
de leer el tuit reproducido en este artículo.
Ahora
bien, ,me parece extremadamente grave que un diputado y abogado como
usted, no sepa diferenciar las diferencias entre lo que es un
plebiscito de lo que es un referendo. Que el periodista Vladimir
Villegas no lo sepa, es entendible puesto que no es abogado, aunque
un buen entrevistador se lo hubiese preguntado. Pero Julio Borges si
lo es, y por eso, expresamos su declaración tendenciosa de no
discriminar un proceso de otro.
Repetimos,
no es lo mismo un plebiscito que un referendo, aún cuando ambos se
inspiran en el principio de la consulta popular. El referendo en
otros países, versa sobre la reforma de las instituciones por una
vía distinta al órgano legislativo, cuando éste actúa como “poder
constituyente”. El plebiscito, en cambio, es un pronunciamiento
sobre la política oficial, es decir, éste último, es una
evaluación de los hechos ya cumplidos y de las propuestas futuras.
Pero
además de ello, en el caso venezolano, esta la figura del referendo
revocatorio, que en el marco de la tesis del “buen gobierno”,
busca que todos aquellos servidores y servidoras públicos y públicas
que ocupan cargos y magistraturas de elección popular, sino cumplen
con el programa presentado, pueden ser revocados y revocadas, previo
cumplimiento de requisitos establecidos y desarrollados en nuestra
Constitución y demás normas que conforman nuestro ordenamiento
jurídico.
Por
otro lado, y volviendo a Colombia, en el caso del referendo y el
plebiscito, ha sido muy poca la experiencia sobre estos temas, que
solamente vinieron a incorporarse en las instituciones a merced de
la Constitución de 1991, que contrariaba la disposición de la
Constitución colombiana de 1959, que expresamente prohibía, con el
nombre de plebiscito, este recurso de la democracia participativa.
Otra
diferencia que obvio el diputado Borges entre lo que es un plebiscito
y un referendo, es que el plebiscito tiene un carácter creativo,
pues puede crear leyes y formular decisiones y resoluciones. El
referendo, originalmente era creativo, pero con su evolución en
países como Estados Unidos y Francia, adquirió fundamentalmente un
carácter confirmativo o repelente, pues solamente ratifica, aprueba
o rechaza leyes o decisiones, más no las crea.
Además
de ello, con estas desacertadas comparaciones del diputado Borges, en
términos políticos revelo una ignorancia colosal, ya que eso es
obviar todo un conflicto político, económico y social de la hermana
República que se tradujo en todo un conflicto generacional que ha
durado y desangrado a ese país durante 52 largos años. De todas
maneras, ya tenemos por ahí un artículo respecto a este tema, que
publicaremos en los próximos días.
Le
recomiendo al diputado Borges que revise las declaraciones de José
“Pepe” Mujica, respecto al plebiscito a escenificarse en
Colombia, para que se actualice en las informaciones con respecto a
este tema.
Por
otro lado, permitame diputado, formularle algunas inquietudes que
tengo, y de las cuales usted no se pronuncia públicamente: ¿Se
recuerda diputado cuando usted y su organización política
apuñalaban la Constitución Bolivariana en 2002?
¿Por qué las sesiones de la AN no se transmiten por la TV como
antes? Solo por señalarle
esas dos.
Además
de ello, tampoco sabe discriminar el diputado Borges las diferencias
entre lo que es una elección presidencial y un referendo
revocatorio. La naturaleza jurídica y política de ambos procesos es
totalmente distinta.
Las
elecciones presidenciales en Venezuela son una obligación cuando se
esta cerca de cumplir el período constitucional de seis años del
Jefe del Estado y del Gobierno, de conformidad con el artículo 228
de nuestra Constitución, se hace por votación universal, directa y
secreta, de conformidad con la ley, donde se proclama electo o electa
al candidato o candidata que hubiere obtenido la mayoría de votos
válidos, es decir, no establece ningún tipo de quórum en materia
de participación y en materia de validación de dichos comicios.
El
referendo revocatorio, en cambio, debe cumplir una serie de
requisitos, tal y como lo establece el artículo 72 ejusdem. Solo me
permito recordárselos: Que haya transcurrido la mitad del período
para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria; que 20% de
los electores y electoras inscritos en la correspondiente
circunscripción soliciten su convocatoria; cuando igual o mayor
número de electores y electoras que eligieron al funcionario o
funcionaria voten a favor de la revocación del mandato y que
concurran al referendo un número de electores y electoras igual o
superior al 25% de los electores y electoras inscritos o inscritas.
Sino se cumplen algunos de estos requisitos, no puede haber referendo
revocatorio ni considerarse revocado el mandato del funcionario o
funcionaria, ni mucho menos proceder a cubrir la posible falta
absoluta conforme a las disposiciones constitucionales y legales
correspondientes.
Por
eso, agradecí a Vladimir Villegas que haya leído públicamente mi
tuit en su programa delante del diputado de marras. Lástima que no
le aclaro al diputado, cosa que si hice a través del tuiter, que no
es lo mismo un plebiscito que un referendo, y la gravedad de las
mentiras de Borges explayadas en ese programa, por ser abogado. Por
lo que creemos algunos, lo hizo con premeditación y alevosía, lo
que nos parece sumamente grave.
Por
ahora, lo dejamos hasta acá, esperando poder haber sido pedagógico
para con nuestro pueblo, independientemente del signo ideológico que
profesen.
Por
eso, y como señalé por ahí, Vladimir cuando leyó mis tuits,
torció la jeta, y Borges torció la ceja.
¡Bolívar y Chávez
viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria
Siempre!
¡Independencia y
Patria Socialista!
¡Viviremos y
Venceremos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario