Un abogado que actuaba como asociado en causas judiciales que atendía
el escritorio jurídico de Braulio Jatar Alonso se encuentra preso en
Estados Unidos enjuiciado por un tribunal de Nueva York por acusaciones
de diseñar un esquema de legitimación de dinero producto de la venta de
drogas en ese país, conforme a una investigación realizada por la DEA
durante el primer semestre de 2014.
Se trata de Halim Cristo Fares, de 59 años de edad, un conocido litigante del estado Nueva Esparta que es considerado socio de Jatar tal como lo confirman diversas actas de procesos judiciales donde figuran como apoderados de la misma parte.
El hallazgo del dato sobre el caso criminal se suma a otros hechos que relacionan al jurista y editor con situaciones irregulares como el asesinato de su chofer y presunto testaferro y, a su vez, la vinculación de este con un ciudadano checo que figura entre los más buscados de Interpol por el delito de fraude.
Cristo Fares ofreció en marzo de 2014 sus servicios y de sus socios para movilizar y lavar las ganancias que por venta de drogas obtenía una organización de traficantes en territorio de EEUU. Concretamente le planteó a un supuesto representante de los traficantes (y quien resultó ser un confidente de la DEA) un esquema para sacar el dinero hacia América Central a cambio de un porcemtaje de las cantidades lavadas.
Se trata de Halim Cristo Fares, de 59 años de edad, un conocido litigante del estado Nueva Esparta que es considerado socio de Jatar tal como lo confirman diversas actas de procesos judiciales donde figuran como apoderados de la misma parte.
El hallazgo del dato sobre el caso criminal se suma a otros hechos que relacionan al jurista y editor con situaciones irregulares como el asesinato de su chofer y presunto testaferro y, a su vez, la vinculación de este con un ciudadano checo que figura entre los más buscados de Interpol por el delito de fraude.
Cristo Fares ofreció en marzo de 2014 sus servicios y de sus socios para movilizar y lavar las ganancias que por venta de drogas obtenía una organización de traficantes en territorio de EEUU. Concretamente le planteó a un supuesto representante de los traficantes (y quien resultó ser un confidente de la DEA) un esquema para sacar el dinero hacia América Central a cambio de un porcemtaje de las cantidades lavadas.
Estas primeras reuniones se realizaron en un lugar fuera del
territorio estadounidense (aunque no se precisa donde), y las
conversaciones se grabaron de acuerdo con la denuncia que presentó el
agente especial de la DEA, Kevin Corcoran, que dirigió la investigación.
En esa oportunidad acordaron una próxima reunión en EEUU que finalmente
se realizó en mayo en Nueva York
El abogado venezolano propuso llevar el dinero a Panamá y desde allí
transferirlo a Europa a traves del sistema bancario panameño. Llegó a
plantear que podía movilizar hasta más de 2,5 millones de dólares por
cada transacción y propuso ciclos de 5 millones de dólares con el fin de
enviar la mayor parte a Europa y mantener otra menor en bancos locales
para cubrir lo gastos de la operación de tráfico, tal como se lo
requirió el agente de los traficantes.
En este segundo contacto participó otro supuesto traficante con quien
Cristo Fares acordó hacer una prueba con una cantidad menor que se
calculó inicialmente en 250 mil dólares. Para ello envió a otro hombre,
Sean McAbe, con quien los traficantes se encontraron el 16 de mayo en
Florida y definieron los detalles. Finalmente el 5 de junio le
entregaron 200 mil dólares que al día siguiente llegaron a Panamá, donde
agentes encubiertos recibieron 160 mil.
Un mes después McAbe se volvió a reunir con los supuestos traficantes
en Florida y les explicó que la comisión de 40 mil dólares se la
repartieron él y Cristo Fares (15 mil dolares cada uno) y los otros 10
mil los recibió otro colaborador no identificado.
Con base en esas diligencias la DEA formuló la petición de detención
de los dos hombres, incluyendo el socio de Jatar, primero ante la corte
del Distrito Sur de Florida y luego ante la corte del Distrito Sur de
Nueva York donde se considera que se cometió el delito.
El proceso está identificado con el número 1:15-cr-00100 y lo
dirige el juez Gregory Woods. Los archvos indican que Cristo Fares ha
cambiado de defensores al menos dos veces y se han registrado más de 100
incidencias en el curso del juicio. Al menos Cristo y McAbe se
encuentran prisioneros en una cárcel de Nueva York aunque ya hay otros
procesados por la misma causa.
Previamente, en 2006, el abogado venezolano había sido procesado por
falsificación de documentos de una casa de cambios en Porlamar y su
defensa estuvo a cargo de su socio Braulio Jatar.
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