*JUAN
MARTORANO.
Ha culminado la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, y
hoy inicia la 71 Asamblea General de la Organización de las Naciones
Unidas con las intervenciones de los Primeros Mandatarios, Jefes de
Estado y jefes de delegaciones, por lo que la batalla internacional
continúa, y no podemos perder esto de vista.
Pero hace varios artículos atrás, habíamos señalado que queríamos
desarrollar algunos comentarios, respecto al caso de denuncia por
parte de Lilian Tintori ante la Corte Penal Internacional, al
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,Nicolás Maduro,
por violaciones a Derechos Humanos, y “crímenes de odio”.
Esta denuncia, la interpuso Tintori acompañada por el abogado Juan
Carlos Gutiérrez, abogado de su esposo, el dirigente de la
ultraderecha Leopoldo López, en fecha 6 de septiembre de 2016, es
decir, hace dos semanas apenas. Los supuestos crímenes por los que
fue denunciado el Primer Mandatario Nacional son de lesa humanidad,
hostigamiento y persecución contra los partidos opositores.
Tintori y Gutiérrez, supuestamente presentaron un informe, donde
explicaron lo que ellos consideran violaciones de Derechos Humanos,
como “torturas a los presos políticos, la masacre de Tumeremo, la
situación de la frontera, así como acoso y hostigamiento a partidos
políticos de oposición”.
Tintori expresó a su
llegada al país que en Venezuela “no hay comida ni medicinas, el
gobierno no ha querido abrir el canal humanitario para salvar vidas,
hay violencia, hay impunidad”, y por ende, continuará
denunciando la situación hasta lograr encontrar una
solución.
A través de un comunicado, se destacó que el
jurista Juan Carlos Gutiérrez afirmó que el fin de esta denuncia es
prevenir las represalias del Gobierno nacional. “Pedimos que esta
investigación se inicie con carácter fundamentalmente preventivo,
estos delitos que siguen ocurriendo en el país, tienen que cesar, y
ese es el rol fundamental de la Corte Penal Internacional”,
sentenció.
Pues bien, más allá del boom publicitario que
esta “activista de Derechos Humanos” pretendió generar en la
opinión pública nacional e internacional, vamos a permitirnos
realizar algunas consideraciones a este respecto.
En primer lugar, esta acción desesperada de
Tintori constituye una respuesta a la propuesta del Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, a la
conformación de una Comisión Presidencial conformada por abogados y
abogadas, psicólogos y psicólogas, psiquiatras, internacionalistas,
donde procedería a denunciar al actual presidente del parlamento
adeco burgués, Henry Ramos Allup, por crímenes de odio en la
sociedad venezolana. Extraoficialmente conocimos que dicha comisión
ya tiene tres miembros a saber: Jorge Rodríguez, alcalde del
municipio bolivariano Libertador del Distrito Capital, nuestra
canciller Delcy Rodríguez y el diputado de la Asamblea Nacional por
el estado Bolívar, Hector Rodríguez.
Esta acción de Tintori es muy similar a la que
intentó el señor Diego Arria ante la misma instancia, pero en
contra de nuestro Comandante Eterno y Supremo de la Revolución
Bolivariana, Hugo Chávez Frías, por “delitos” similares a los
que hoy pretenden imputarle al Presidente Nicolás Maduro Moros.
Pero, y esto son lecciones elementales para
estudiantes de primer año de la carrera de Derecho, en el sentido
que acudir a la Corte Penal Internacional, de acuerdo al Estatuto de
Roma, que fue aprobado en el año 2002 no es soplar y hacer botellas.
Para acudir a esta jurisdicción internacional, hay que cumplir toda
una serie de procedimientos, para poder señalar, ahí sí, que el
Presidente Nicolás Maduro ha sido denunciado ante estas instancias
internacionales.
No podemos olvidar que esta Corte Penal
Internacional depende de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), y no es casual que abordemos este tema en el marco de la 71
Asamblea General de las Naciones Unidas. Y esto entra dentro del
punto número 10 de los 21 que fueron acordados en la Cumbre del
Movimiento de Países No Alineados que se celebró en Margarita hace
apenas algunas horas, referido al tema de la reforma de las Naciones
Unidas.
Pero, volviendo al caso objeto de este artículo,
es importante acotar que, a través de esta “denuncia” del
Presidente Nicolás Maduro por “delitos de lesa humanidad”, en
estos momentos, dicha Corte Penal Internacional es presidida por una
jueza de nacionalidad argentina, Silvia Fernández de Gurmendi, una
mujer evidentemente de derecha. No hay que perder la vista en este
detalle.
Y no podemos olvidar que esto tiene algunas
semejanzas como por ejemplo el caso de aquel super juez Baltazar
Garzón, de la Audiencia española, que pretendió investigar a
Augusto Pinochet por las muertes y torturas que éste habría
ocasionado durante su gobierno a ciudadanos españoles y por crímenes
de lesa humanidad, basándose en el informe de la Comisión chilena
de la Verdad (1990-1991) y en el caso de la caravana de la muerte
instruido en Chile por el juez Juan Guzman Tapia. También Garzón
fue asistente jurídico de Julian Assange por el caso de Wikileaks, y
el asilo que este último solicitó a Ecuador, desde la embajada de
este país suramericano en Londres.
Pero, cuando Garzón decidió investigar los
delitos del franquismo, inmediatamente y por unanimidad del Consejo
General del Poder Judicial, el 14 de mayo de 2010, lo suspendieron de
su magistratura. ¿Será que con esto tocaba muchos intereses?
Sin embargo, tocamos este punto, porque de acuerdo
a las investigaciones realizadas, Garzón actualmente se desempeña
como asesor de la Fiscalía de esta Corte Penal Internacional. ¿Que
les parece?
Pero también es importante acotar en estas
líneas, que de acuerdo al Estatuto de Roma, en sus considerandos y
articulado, destacan que esta instancia internacional fue establecida
como complementaria de las jurisdicciones penales nacionales. Es
decir, como Tintori no agotó las instancias jurisdiccionales
venezolanas, su “denuncia” no puede ser tramitada ante esta
instancia.
Pero también debemos destacar en este reporte,
que haciendo mención a un impecable trabajo del periodista Victor
Hugo Majano, los jefes de la fundación que le entregó un jugoso
premio a Lilian Tintori en La Haya, son funcionarios de la Corte
Penal Internacional.
Señala Majano en su trabajo periodístico que,
Florence Olara, quien es presidenta de Peace, Security and
Foundation, y su secretario, Mark Patrick Dillon, la primera, es
oficial de información pública del Fiscal de la Corte Penal
Internacional, mientras que Dillon es el jefe de información y
evidencias de la misma Corte, según lo precisan sus perfiles
publicados en la red social-profesional Linkedin.
Tal duplicidad de funciones, con posiciones de
decisión en la Corte y en la Fundación, llama la atención en
virtud de que sus posturas y actuaciones pudieran ser determinantes
en cuanto a la respuesta del organo judicial internacional a la
“denuncia” que contra el presidente Nicolás Maduro dice haber
presentado Lilian Tintori el 6 de septiembre pasado en La Haya.
Es decir, estos funcionarios de la instancia
judicial ya expresaron su posición favorable a los planteamientos de
la venezolana, lo que sería equivalente a la existencia de una
causal de inhibición, conforme a normas procesales universalmente
aceptadas.
También es importante acotar, que ninguno de los
supuestos que señala Tintori y Gutiérrez configuran delitos de los
establecidos en el Estatuto de Roma, para imputar al Presidente
Maduro delitos de lesa humanidad. Y en el caso del delito de
exterminio, que Tintori pretende atribuirle al Jefe de Estado
venezolano, perfectamente se le puede imputar a Lorenzo Mendoza y a
una serie de empresarios venezolanos, que están convictos y confesos
en la denominada “Guerra Ecnómica”.
Lo señalamos, porque tal como lo define el
estatuto de Roma, el delito de exterminio consiste en la imposición
intencional de condiciones de vida, entre otras, la privación del
acceso a alimentos o medicinas, entre otras, encaminadas a causar la
destrucción de una población.
Y volviendo a mencionar y a citar a Majano, señala
en su trabajo periodístico que, ante esta Corte Penal Internacional,
solamente podrán remitir casos ante la Corte los Estado parte, el
Consejo de Seguridad y la Fiscalía de la Corte.
“Ni las organizaciones internacionales ni las
organizaciones no gubernamentales tienen esa facultad, tal como quedó
establecido en el Estatuto de Roma que regula el proceso
jurisdicional de la CPI”, señala Majano.
“Y tampoco lo pueden hacer los particulares como
es el caso de Gutierrez, Vecchio o Tintori”, manifestó Majano.
Estos últimos tiene únicamente la posibilidad de
remitirle información al Fiscal, para que (de oficio) lo someta a la
jurisdicción de la Corte, lo cual evidentemente no ha hecho.
Pero, adicionalmente, y es importante que
resaltemos, que en fecha 14 de septiembre de 2016, la misma Corte
Penal Internacional, a través de su Fiscalía, desmintió que
Tintori haya interpuesto denuncia ante ese Tribunal en contra del
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro
Moros, hasta el punto que la misma Tintori tuvo que reconocerlo y
recular públicamente en carta publicada en el portal de derecha,
Caraota Digital.
Pero es importante que tengamos en cuenta, que en
estos momentos de construcción de nuevos escenarios, es
importante retomar conceptos como la irenología y la podemología.
La primera, tiene que ver con los estudios de la paz o para la paz, y
uno de sus principales promotores es nada más y nada menos que Gene
Sharpp, quien es más conocido en nuestro país por ser el promotor
del denominado “Golpe Suave”, que de esta ciencia. La podemología
tiene que ver con el estudio de los conflictos armados, así como de
los fenómenos o situaciones conflictivas.
Tanto
la irenología como la polemología comparten como objeto de estudio
los “polemógeneos” (fenómenos o situaciones conflictuales). La
irenología tiene como base que las guerras son un instrumento
violento para resolver conflictos que pueden ser resueltos de un modo
diferentes, y que evitarlas es un imperativo ético. Ambas
disciplinas, irenología y polemología, formarían parte de los
estudios de seguridad, que a su vez forman parte de los estudios
estratégicos, y éstos del campo de estudio genérico de las
relaciones internacionales.
Y
de ahí la importancia y los 21 puntos que se plantearon en la
Declaración de Margarita, suscrita en la XVII Cumbre del Movimiento
de Países No Alineados.
Sin
embargo han tenido éxito al posicionar en la agenda pública que las
actuaciones del Estado venezolano en defensa de la institucionalidad
y la paz tienen carácter criminal.
Tampoco
podemos perder de vista que, se busca crear y propiciar que la Corte
Penal Internacional se regionalice en nuestra América
Latinocaribeña, a través del caso Venezuela, y una de las maneras
de hacerlo, según lo ven ellos, es a través de la Comisión de
Derechos Humanos del Mercosur. De ahí el efecto publicitario que
tienen los ataques de los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay,
más la posición ambigua del gobierno de Uruguay.
Y
de ahí la importancia de la Cumbre de Países No Alineados celebrada
en Margarita, y de la propuesta de Comisión Presidencial propuesta
por Nicolás Maduro para investigar los delitos de odio en nuestro
país. Esto para evitar llegar a otra Ruanda, pero en este caso, en
Venezuela.
Para
culminar este largo, pero necesario artículo, nos parece importante
advertir a nuestro Jefe de Estado y Presidente de la República,
Nicolás Maduro Moros, que se apoye y active a especialistas
internacionales respecto a esta jurisdicción penal internacional,
para terminar de neutralizar jurídica y comunicacionalmente estas
matrices: Además de Jorge Rodríguez, Delcy Rodríguez y Hector
Rodríguez, en dicha comisión deberían de estar expertos tales como
Erick Rodriguez Mieres, María Alejandra Díaz Marín y la diputada e
internacionalista, Secretaria de Organización del Partido Patria
Para Todos (PPT), Ilenia Medina, por solamente proponer algunos
nombres.
Algunas
otras consideraciones que pudieron haber quedado por fuera en estas
líneas, podemos retomarlas en próximos artículos.
¡Bolívar y Chávez
viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria
Siempre!
¡Independencia y
Patria Socialista!
¡Viviremos y
Venceremos!
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