Juan Martorano
"No se puede ser libre impunemente" Simón Bolívar.
La República de Weimar fue el régimen político y, por extensión, el
período de la historia de Alemania comprendido durante los años 1918 a
1933, tras la derrota de ese país en la Primera Guerra Mundial. El
término República de Weimar fue un término aplicado por la
historiografía posterior puesto que el país mantuvo su nombre de Imperio
alemán. La denominación procede de la ciudad homónima, Weimar, donde se
reunió la Asamblea Nacional Constituyente y se proclamó una nueva
constitución, aprobada un 31 de julio y entró en vigencia un 11 de
agosto de 1919.
Este período, aunque democrático, se caracterizó por una alta
inestabilidad política y social, en el que se produjeron Golpes de
Estado militares y derechistas, intentonas revolucionarias por parte de
la izquierda y fuertes crisis económicas. Toda esta combinación provocó
el ascenso de Adolf Hitler y el partido nazi. El 5 de marzo de 1933, los
nazis obtuvieron la mayoría en las elecciones del Reichstag, con la que
pudieron aprobar el 23 de marzo una Ley Habilitante que, junto al
Decreto del Reichstag del 28 de febrero y al permitir la aprobación de
leyes sin participación del Parlamento, significó el final de este
período. Si bien la constitución de Weimar del 11 de agosto no fue
revocada sino hasta el término de la II Guerra Mundial en 1945, el
tiunfo de Adolf Hitler y las reformas llevadas a cabo por los nazis la
invalidaron mucho antes, instalando el Tercer Reich.
La toma del poder por las masas tuvo como consecuencia inmediata el
hecho de que Alemania entregara el poder político al socialismo. En
noviembre de 1918 la gran mayoría del país estaba sinceramente dispuesta
a apoyar a un gobierno democrático. Como a los socialdemócratas se les
consideraba demócratas, y eran el partido parlamentario más numeroso,
había casi una absoluta unanimidad para confiarles la dirección y
formación del futuro sistema de gobierno.
Pero es importante destacar que los primeros años de la República de
Weimar fueron años de crisis política, de crisis económica y financiera,
monetaria y de pérdida de dinero, intentos golpistas y separatismos,
que sacudirán a la República hasta finales de 1923. Los acontecimientos
se sucedieron a un ritmo de locura y su complejidad es frecuentemente
inexplicable. La nueva República sufrió la hostilidad de la burguesía
nacional, del Ejército y de los grupos tanto de extrema derecha como de
extrema izquierda.
De hecho, en dicha República, se vivió un período de hiperinflación,
incremento del gasto público provocado por su política social sin
aumentar los impuestos, viéndose el gobierno alemán de la época obligado
a imprimir papel moneda, aferrándose al error de que la devaluación de
la moneda se debía, no a la expansión monetaria y crediticia, sino a la
desfavorable balanza de pagos. Hasta enero de 1922, la moneda alemana se
devaluó hasta 36,7 marcos por dólar, momento en que la inflación tomó
proporciones anormales. A principios de 1922 los precios aumentaron
aproximadamente un 70%, lo cual había causado un aumento de salarios
(sólo del 60%).
Para entonces la mayoría de la gente había perdido todos sus ahorros, y
los contribuyentes se dieron cuenta de que, simplemente con retrasar el
pago de sus impuestos, la depreciación del marco los haría desaparecer.
Me permito hacer algunas consideraciones sobre este asunto, porque en
mis recorridos por las calles observo con honda preocupación, una
situación altamente peligrosa, de bomba de tiempo, que puede devenir en
múltiples y sucesivos estallidos sociales, si el Gobierno Bolivariano y
el pueblo chavista no reacciona a tiempo.
Me parece que las corrientes reformistas se han apoderado de importantes
sectores en el Gobierno, y si no se toman medidas oportunas y a tiempo,
en este país no tarda en haber un estallido. El pueblo esta obstinado y
muy molesto, por no emplear la grosería por respeto a los lectores y
lectoras, pero es lo que provoca.
Algunos incluso nos hemos vuelto forzosamente vegetarianos por
obligación porque no nos queda de otra para no hacer largas colas, que
autocríticamente debemos reconocer, han aumentado en estos últimos
tiempos.
Si realizamos un recorrido por La Candelaria, en Caracas, nos daremos
cuenta que el pan aparece en los anaqueles de todas sus panaderías
después de las 6 pm. Una canilla de niña raquitica, como diría un pana,
no te baja de 250 bolívares. Todo esto en un horario para que te peguen
un "doble quieto", porque sino te roba el dueño de la panadería en la
esquina el balao cerca de la plaza, Ferrenquín o cual quier otra que te
venda el pan, sino que además quedas a merced del hampa en esa zona, que
se ha incrementado a niveles verdaderamente alarmantes y peligrosos. No
solamente es delincuente el que te roba a punta de pistola o con arma
blanca, sino hay mercenarios disfrazados de comerciantes que se juegan
con las necesidades del pueblo.
Pareciera que algunos sectores apuestan a la figura del "gendarme
necesario" de Laureano Vallenilla Lanz, de que pareciera que tuviera que
venir un militar que maneje y tenga poder de fuego para restablecer el
orden, y algunos acarician y aceleran las salidas fuera del marco
constitucional, de darle una patada a la mesa, de propiciar un Golpe
Militar.
La cuestión es que en lo personal, y me disculpan la crudeza de lo que a
continuación voy a expresar, no puedo expresar ni señalar ascendencias
políticas de la actual dirigencia política, pues nuestro PSUV es pura
maquinaria, pero lamentablemente no existe una cohesión social porque su
dirigencia no lo ha permitido. Y eso en estos momentos es muy
peligroso.
Pareciera que hubiera una disidencia controlada. Porque si la derecha
ubicada en la MUD quisiera dar al traste con el Gobierno, tiene todos
los elementos para hacerlo. La pregunta es: ¿Por qué no lo ha hecho
todavía? ¿Será que apuestan a mayor desgaste del Gobierno o seguir
manteniendo una disidencia controlada? ¿Será que hay un pacto entre la
MUD y algunos sectores que hacen vida dentro del PSUV para entregar la
Revolución y el Legado de Chávez?
Esto es un río revuelto. Y el pueblo está en medio observando
expectante, porque siente que los problemas de su cotidianidad no están
siendo tomados en cuenta. Hay pacientes oncológicos que están pasando
roncha o muriendo, simplemente.
No puede ser que para una persona que va a operarse (y cuya identidad,
por razones obvias me reservo), además del tiempo extenso que debe
esperar para poder hacerlo, necesite adquirir ropas ligeras y pijamas
cuando le toque operarse, y esos enseres no bajen de 8.000 a 15.000
bolívares. ¿Será que como esa persona es ultra chavista tendrá que
enrollarse en una sábana, mientras a otros dentro de la Revolución no
les falta absolutamente nada?
Hay muchas necesidades, la gente esta pasando ronchas, y es lamentable
que los delincuentes se hayan adueñado de los negocios y no estemos
haciendo absolutamente nada para impedirlo.
¿Donde esta ese grito libertario que nos llamaba al compromiso? ¿Donde
esta el canto del himno con gallardía? ¿Donde esta la rudeza para
enfrentar a la derecha como lo hacía Chávez?
Me preocupa que no se siente el país, lo que se siente es el malestar.
Se siente el descontento. Ladra el bolsillo del venezolano, de la
venezolana, del ama de casa, del obrero, del campesino, del hombre y la
mujer de a pie. Al igual que a muchos y muchas, me duele mi Patria.
Me duele que seamos indignos e indignas de la herencia GIGANTE del
Comandante Chávez. Pareciera que no supimos ni sabemos valorar lo que él
dejo sembrado en la Patria.
Escucho el sufrimiento de mi pueblo. Que tristeza saber que hay una pila
de traidores que la Revolución no se ha podido quitar porque
sencillamente aman esa mal nacida garrapata. ¿Hasta cuando debemos
lidiar con esto?
No podemos pasar a ejercer una mera resistencia, hay que reconstituir un
nuevo liderazgo, que esté reconectado con los nuevos marcos
psicosiciales, y que dé respuestas mediatas a la crisis y soluciones en
lo inmediato.
Y en lo personal, si los centauros deciden asumir el control del poder,
estaría de acuerdo en tanto y en cuanto asuman también las tareas para
equilibrar la actual situación socio económica del país.
Estoy convencido que en esta Guerra no Convencional estamos próximos a
un desenlace. Lamentablemente, todo pareciera indicar que el mismo será
violento y puede haber muchos muertos. Ojalá en esto último este
totalmente equivocado.
Pero, sin duda, habrá un reacomodo, y las posibilidades de quien se haga
con el poder y que tenga mayores posibilidades dependerá de quien será
el que lance la primera piedra. Hay muchos potenciales Pinochet en las
sombras. Por eso nos mataron a Chávez, para desestabilizarnos y sumirnos
en el actual estado de cosas en el que nos encontramos en estos
momentos.
¿Será que el destino de la República Bolivariana de Venezuela será ir por el camino de la República de Weimar?
Espero que la respuesta sea no y reaccionemos a tiempo. Creo que aún estamos a tiempo de hacerlo.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
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