Roberto Malaver.
¡Dale, que el golpe avisa! Hay que decirlo de una vez: El ridiculismo es
la etapa superior del oposicionismo. Y lo demostramos el sábado
sensacional pasado. Esa vaina de escuchar a Espoleta Allup decir que
tiene un motor fuera de borda, no tiene horario ni fecha en el
calendario. Era evidente que estaba arrecho con Julio -.Matemático-
Borges, porque no había ido a la marcha, y lo dejó más solo que Embajada
Radonski, y no le quedó más remedio que intentar prender sus cansados
motores.
Después vino la joda de todo el mundo y más allá de más nunca, desde los
chavistas hasta los mismos compañeros del partido del pueblo, y AD
juventud, Ad Juventud, unos decían que ese motor tiene tiempo que no
funciona, y está enchumbao, y otros decían que ese motor no prende ni
empujado ni haciendo tierra, y seguían jodiendo diciendo que la señora
Allup tuvo que desconectar los seis teléfonos –cuatro celulares y dos
fijos- para que no la llamaran más, porque desde que el hombre declaró
lo del motor, todo el mundo quería saber si era verdad. Y aquello fue lo
que se llamó en la urbanización Blanca Ibáñez y sus alrededores, La
Fiesta del Motor Adeco.
No hay argumentos. No hay ideas. Espoleta habló de seis meses para salir
de Maduro, y ahora nos viene a decir que está lleno de motores por
todas partes, y entonces que los ponga en funcionamiento y listo, pero
el hombre está como aquel gobierno del difunto Luis Herrera que no
arrancaba, y que el único que arrancaba era su chofer Berroterán.
Menos mal que todavía nos queda un poco de gente apoyando esta locura,
esta ridiculez. Lo peor es que siempre hemos dicho que los chavistas son
unos vulgares, unos ordinarios, y viene Espoleta Allup y dice todo lo
que dijo esa tarde de vulgaridades y chabacanerías y adequeces que no
las vamos a olvidar nunca. Somos el hazmerreír del otro mundo.
Y otra vaina que nos da una pena, es eso de apoyar el decreto donde
Obamal nos declara una amenaza, Espoleta Allup dice que él no cree que
eso sea una amenaza, sino que eso es una cortina de humo del gobierno
para que no veamos la crisis, carajo, hay que tener un nivel de Rosales
para abajo para decir una vaina así. Estamos dejando muy claro que no
tenemos país que defender, que lo estamos dejando en mano de Obamal, y
además, Obamal nos debe tener una arrechera del carajo, porque ya sabe
que somos unos incapaces y unos habladores de guebonadas, y mucho más
ahora si escuchó la cantidad de adequeces, o vulgaridades, que dijo
Espoleta. Con lo del motor se debe estar riendo con Hilary Clinton,
quien debe estar diciendo: “Llegué, lo vi, lo escuché y me reí”.
El que sí tiene un motor con 500 caballos de fuerza es el papá de
Margot, porque cuando escuchó a Espoleta Allup decir esa pendejada, se
fue al cuarto y levantó la puerta que estaba en el suelo, y la lanzó de
tal manera, que el estrépito se escuchó en toda la urbanización, y los
vecinos llegaron corriendo creyendo que había caído un rayo en el
apartamento.
-
Una lágrima en la mano.- Me canta Margot
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