viernes, 18 de marzo de 2016

La orden ejecutiva de Obama no es un decreto simple, es un BLOQUEO (II).

*JUAN MARTORANO y MARÍA ALEJANDRA DÍAZ.
Para continuar con la serie que hemos iniciado, en este escrito como continuación de la saga, así como para entender la actuación del Presidente de la Corporación de los EEUU, o mejor expresado, del gobierno de EEUU respecto a la Venezuela Bolivariana, y las razones verdaderas de la extensión del famoso Decreto, debemos remontarnos en principio,  al año 1992.
Hacia estos años, específicamente en el año 1992, un grupo de thinks thanks (tanques de pensamiento contratados para desarrollar estrategias y planes para la defensa y protección del sistema de vida y gobiernos norteamericanos pagados y sostenidos por el status quo) liderados por Paul Wolfowitz, entonces Subsecretario de Política del Pentágono y el Departamento de Defensa de los EEUU, redactaron un documento denominado  “Defense Planing Guidance” o lo que es lo mismo el “Plan Estratégico para el nuevo siglo americano”. Este documento es una declaración política de la administración interna que se distribuye a los líderes militares y civiles del departamento de defensa y se dirige a instruirlos sobre cómo debe preparar a sus fuerzas, los presupuestos y la estrategia para el resto de la década. 1992- 2002. También se analizan las situaciones presentadas en las relaciones internacionales después de la Segunda Guerra Mundial y se describen los objetivos de la estrategia militar norteamericana hacia el resto del mundo.
Entre sus objetivos principales podemos citar el uso de la fuerza militar, si es necesario para evitar la proliferación de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva: suena bien hasta aquí pero este objetivo no es para proteger al mundo sino para evitar que cualquier país pueda competir con ellos y su supremacía nuclear y militar.
Otro de sus objetivos consiste en utilizar la acción colectiva a través de las Naciones Unidas para proporcionar cuando se requiera el mandato necesario para enfrentar los conflictos mundiales. Considerando que “las coaliciones tienen una considerable promesa para la promoción de la acción colectiva” (Caso Libia). Sin embargo, indica el documento que “Estados Unidos debe ponerse a disposición de actuar de manera independiente cuando la acción colectiva no pueda ser orquestada o en una crisis que amerite respuesta rápida”, véase caso Siria e Irak. En dicho documento se prevé que trabajar en el marco de las Naciones Unidas, es lo deseable, pero declaran abiertamente reservarse el derecho de actuar unilateralmente  o a través de coaliciones selectivas, si es necesario, para proteger los intereses vitales estadounidenses.
Este proyecto esboza que en el mundo hay un poder militar, financiero y económico dominante, cuyos dirigentes deben “mantener los mecanismos para disuadir a competidores potenciales incluso a aquellos que aspiren un papel regional o global más grande”.
La política desarrollada en la guía ya preveía la posibilidad de que Rusia reaccionara en forma nacionalista y tratara de recuperar e incorporar las nuevas repúblicas independientes de Ucrania. Bielorrusia y posiblemente otros y lo que ello significaría para los intereses de EEUU en la zona y que por ello había que evitarlo”. Recordemos el conflicto ucraniano, y las alianzas  desarrolladas por Rusia más recientemente con la firma de acuerdos con Bielorrusia y Kasajistán para crear una Unión Económica Euroasiática que reforzará la integración de Moscú con estas naciones. El propio documento reconoce que “Rusia es el único país en el mundo con la capacidad de destruir a los Estados Unidos”.

Reconoce el documento que las alianzas estratégicas en América y Europa son vitales para continuar la cohesión. Igualmente prevé que debe evitarse las medidas de seguridad europea que socaven la OTAN. En el caso de Asia Oriental debe EEUU mantener el estatus como potencia militar y económica de primer orden en la zona, permitiendo que “EEUU siga contribuyendo a la seguridad y la estabilidad regionales, actuando como fuerza de equilibrios y prevenir la aparición de un vacío o de alguna potencia hegemónica regional”.
Los objetivos de este plan se muestran claramente en el documento: Prevenir el resurgimiento de un nuevo rival ya sea en el antiguo territorio de la Unión Soviética, o en cualquier otro lugar –entiéndase Suramérica, Asia o inclusive Europa-, pues ello afectaría el orden mundial-. Para ello deben utilizarse los recursos económicos, financieros, militares, biológicos e industriales necesarios para asegurar la hegemonía de EEUU en el mundo que viene desarrollándose sin oposición desde hace 70 años. 
Todos estos objetivos buscan “asegurar el acceso a las materias primas vitales –entiéndase petróleo y sus derivados, oro, bauxita, uranio, coltán, agua y biodiversidad-, evitar la proliferación de armas de destrucción masiva que amenacen su hegemonía nuclear y militar, las amenazas a los ciudadanos estadounidenses de terrorismo o conflictos regionales o locales y las amenazas a la sociedad de EEUU del tráfico de estupefacientes”. Entendiendo este contexto y la visión dominante y hegemónica del mayor imperio militar, financiero, económico, industrial, farmacéutico, biológico y comunicacional del mundo. ¿Es posible no pensar que nos encontramos en guerra y que la extensión del Decreto de Obama que busca abiertamente BLOQUEARNOS no es uno de sus principales objetivos?
Venezuela es la mayor reserva petrolera del mundo, además de contar con todos los minerales existentes en la tabla periódica química, así como agua, energía hidroeléctrica y una de las mayores reservas de biodiversidad del mundo que comparte con Brasil y otros países.  De allí que el “falso positivo” que se quiere imponer con el caso Tumeremo, más la infiltración del Mossad, el MI6 y la CIA en el estado Bolívar y en la zona del Esequibo no es mera coincidencia.
Todo este panorama externo se complementa con el panorama interno: Una rama del poder público nacional  en manos de una oposición que se ha caracterizado por ser antipatriota, antinacionalista, golpista, y que desprecia el modelo constitucional. Que prevé “consolidar a Venezuela como potencia” además de “coadyuvar en la consolidación de un sistema multipolar, así como a un sistema que enfrente las amenazas de un modelo capitalista destructor e inhumano”. Y eso señores no lo puede permitir el Imperio y sus lacayos internos.
Esta declaración de principios prevista en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y considerados a la luz de la política estadounidense de seguridad y defensa nacional de “sus intereses”, son una amenaza directa contra el estilo de vida y los intereses globales del modelo hegemónico norteamericano y se presenta como una seria amenaza a su papel dominante mundial, sumado a ello, las alianzas China- Rusia pone en riesgo su papel dominante y totalitario de la política internacional en lo militar, económico, financiero, farmacéutico e industrial por parte de nuestros países –a la cabeza Venezuela, verdadera impulsora de estos cambios.
Por eso es vital para ese visión imperial ACABAR con la ESPERANZA venezolana, ya sea mediante ahogar nuestra economía, BLOQUEAR cualquier posibilidad de desahogo en materia de medicinas, ropa o alimentos, CERCAR A LA CONSTITUCIÓN, para acabar con el MODELO en ella previsto. No sólo es la revolución es la CONSTITUCIÓN el verdadero problema para esta oposición y para el Imperio Global.
Por ello intentan demostrar que  en Venezuela existe una situación humanitaria grave respecto a medicinas alimentos, seguridad y demás derechos humanos. Es la vieja tesis del Estado Fallido, aquel que no puede o no quiere socorrer a la población civil para garantizarle sus derechos humanos porque es ineficaz, corrupto o simplemente ilegítimo. Y allí en esa ecuación entra la famosa teoría de la “responsabilidad de proteger”, propuesta llevada a la ONU, que lleva consigo un mensaje de  intervención en socorro de víctimas o posibles víctimas de serias violaciones de derechos humanos. La misma puede ser considerada como un nuevo intento de consolidar la doctrina del “bellum iustum o guerra justa” y, a la vez, de asegurar a la ONU un área más de acción en el mantenimiento de la paz en el siglo XXI.

“La responsabilidad de proteger” acuñada por la Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía de los Estados; informe que fue iniciado, convocado y patrocinado por el gobierno de Canadá, para dar una respuesta a las preocupaciones del Secretario General en encontrar una vía de socorro a poblaciones en estado de emergencia humanitaria.

¿Ahora entendemos que intentan hacer? Obama con su extensión del decreto, que inicia la etapa del BLOQUEO formal a Venezuela, da el banderillazo en la escalada intervencionista y la justificación de la guerra o intervención humanitaria en Venezuela con la complacencia de los truhanes opositores que están en la Asamblea Nacional.

Por ello mi alerta: NO LLAMEN AL DIABLO A SU PATRIA, porque luego de que esté instalado cómodamente en sus casas del Este del Este y las familias diezmadas, exiliadas, desaparecidas, la tierra arrasada y peor millones de muertos sobre la tierra venezolana no valdrá DE NADA llorar

Decían nuestras abuelas: “Después de ojo sacao, no vale Santa Lucía”.


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