Carlos Del Vecchio.
La situación política nacional está cargada de muchas interrogantes y expectativas.
Para los partidarios del proceso revolucionario y defensores del Gobierno Bolivariano la tarea debe ser clara y precisa: cerrarle el paso a la oposición y derrotar todos sus planes conspirativos; articular la unidad de los revolucionarios, fortaleciendo el Polo Patriótico y convirtiéndolo en el instrumento dirigente de la Revolución venezolana.
Debemos también reiterar la fuerza de la dirección colectiva y el impulso al desarrollo agro-industrial para transformar la economía del país y poder derrotar el atraso y la guerra económica que se extiende por Venezuela.
En el bando contrario, se alinean todos los reaccionarios, reformistas, neoliberales y anticomunistas; los desplazados del poder y que hoy están fuertemente comprometidos con el Gobierno de Estados Unidos para servirles de agentes y peones de su política imperial. En este bando, hay muchas contradicciones, pero se unen en lo fundamental para enfrentar al pueblo, a los trabajadores y su Revolución Bolivariana.
No hay otra alternativa para los revolucionarios, para nuestro pueblo, para las fuerzas democráticas, para los patriotas, para los nacionalistas y para la izquierda y las y los trabajadores y obreros venezolanos, que organizarnos y unirnos en todas las direcciones para defender la Revolución y fortalecer al Gobierno que nos dejó el comandante Hugo Chávez, por el Gobierno que decidió y votó el pueblo venezolano mayoritariamente.
Al sectarismo dónde esté, al individualismo y al personalismo, tenemos que cerrarle el paso y derrotarlos en nuestras filas revolucionarias; tenemos que unir nuestras fuerzas revolucionarias para triunfar en todas nuestras tareas por la Revolución.
Hoy tenemos muchas dificultades y obstáculos que levantan nuestros enemigos para derrotarnos, pero debemos corregir nuestras fallas, errores y no dejar que se aprovechen de estas deficiencias para golpearnos y derrotarnos.
Hay una alternativa importante: el trabajo organizado, planificado, chequeado y controlado; actuar unidos, con inteligencia, para evitar nuevos errores, de ellos se aprovechan nuestros enemigos y crean malestar y contradicciones que es necesario evitar y pulverizar en nuestras filas.
¡Unidos al combate por la Revolución, por el socialismo!
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