Juan Martorano.
Hoy nos referiremos a un tercer escenario que la derecha ha
estado trabajando en el marco de sus planes conspirativos contra la
Revolución y el Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro. Este escenario es, desde nuestro punto de vista, uno de los más peligrosos, porque
se ha trabajado fuertemente en la percepción de algunos sectores que se
definen como revolucionarios y pudiéramos denominarlo como la salida
socialdemócrata o lulista.
En este escenario, que se ha trabajado en algunos sectores chavistas, la
percepción es que se esta estableciendo una alianza entre los poderes
económicos y el gobierno para establecer un modelo socialdemócrata,
parecido al brasileño, en donde los empresarios definen las políticas
económicas asegurando sus tasas de ganancia, mientras gobierna un
presidente obrero, incluso con un discurso y políticas progresistas,
antiimperialistas, integracionistas y con un Estado protector de los
sectores marginados.
Como actores identificamos en este a empresarios privados
nacionales, los que algunos analistas han llamado factores de tendencia
neoliberal dentro del gobierno.
Para los que trabajan en este escenario, se requieren las siguientes condiciones: 1.-
Persistencia de los problemas económicos e incapacidad para
resolverlos; 2.- Visibilización de un empresariado productivo como un
sector capaz de solucionar la crisis; 3.- Manutención de la presión
contrarrevolucionaria; 4.- Movimiento popular inactivo; 5.- Gobierno que
cede.
Pero entre las limitantes que tiene este escenario tenemos: 1.-
Persistencia de elementos fuertemente revolucionarios en el Gobierno, la
Fuerza Armada y el pueblo que no están dispuestos a entregar el
Socialismo; 2.- La existencia de alternativas dentro de la
contrarrevolución que le garantizan mayor margen de maniobra, en el
supuesto (negado para nosotros, pero supuesto al fin) de establecerse un
gobierno abiertamente contrarrevolucionario con mayor ingobernabilidad
posterior.
Debemos tener mucho cuidado con algunas tendencias neoliberales y de la
socialdemocracia que pudieran infiltrarse para ejercer su trabajo de
revertir el carácter socialista de nuestra Revolución, abriendo espacios
al sector privado y limitando el protagonismo popular. El
empresariado, por su parte, tiene muy claro que la situación económica
de nuestro país se debe a factores estructurales que hasta ahora no
hemos sido capaces de resolver y que nos impiden la Transición hacia el
Socialismo, por lo que pueden seguir presionando desde la Guerra
Económica, desde las Conferencias de Paz, desde sus aliados, para lograr
sus objetivos, ya sea domesticando al gobierno por la vía
socialdemócrata o reimponiendo su dominio total con el derrocamiento del
chavismo.
Nos restan dos escenarios, muy pendientes que esto se pone bueno.
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
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