Carola Chávez.
¡Ajá! Ahora si es verdad que los chavistas no van a saber dónde meterse, empezando por Diosdado, cuyo nombre no puedo mencionar sin que se me ponga la piel de gallina de tanto miedo y repulsión, debo confesarlo… Pero ahí está temblando, el muy bicho, porque el digno gobierno de los USA le quitó la visa, y con toda la razón porque, no conforme con ser chavista, le dio también por ser amigo Osama Bin Laden, así como lo oyen, y con ese tipo de juntas, no señor, usted no puede pretender entrar a Disney World ni pasear por Miami Beach impunemente… Ahora vaya a ver cómo va a vivir el resto de su vida, si es que, sin visa americana, se le puede seguir llamando vida. ¿De qué le va a servir ser dueño de media Venezuela si no se puede ir a gastar los reales en el Aventura Mall? Bendito sea el Departamento de Estado que por algo se empieza pero queremos más.
La Venezuela decente exige a la Comunidad Internacional, severas sanciones contra nuestro país: Estamos hartos de ser ignorados y puestos siempre de últimos a la hora de las intervenciones humanitarias. Pareciera que siempre hay algo más urgente que invadirnos a nosotros, y uno se cansa, sinceramente, porque lo de Libia se entiende, lo de Siria también, pero ¿Ucrania?… ¿Qué tiene Ucrania que no tengamos nosotros? ¿Y la MUD? Bien gracias… Ya no soy oposición, ¡soy resistencia!
Al menos la farándula nos mira: Antonio Banderas, el mismísimo Gato con Botas, acaba de declarar que no le gusta Nicolás, pero luego va y se desbarranca diciendo que la solución es el voto. ¡El voto! Se nota que Banderas no tiene ni idea de lo que es una dictadura, se nota que no sabe que faltan años para las próximas elecciones, y lo peor, se nota que no sabe que cada vez que votamos los chavistas nos ganan porque son más, cuantitativamente hablando claro, porque el voto de calidad es nuestro, pero la calidad no cuenta para un sistema electoral creado para preservar la mediocridad. Antonio Banderas no sabe, pero nos nombró y generó titulares y eso se le agradece.
Y como el que se cansa pierde, yo sigo soñando con una invasión de Marines que le traigan a mi amada Venezuela “un aire de país”. Y sigo activada por mi Twitter insultando a chavistas y montando fotos aunque sean falsas para que el mundo vea que SOS Venezuela, o sea, que help.
¡Ajá! Ahora si es verdad que los chavistas no van a saber dónde meterse, empezando por Diosdado, cuyo nombre no puedo mencionar sin que se me ponga la piel de gallina de tanto miedo y repulsión, debo confesarlo… Pero ahí está temblando, el muy bicho, porque el digno gobierno de los USA le quitó la visa, y con toda la razón porque, no conforme con ser chavista, le dio también por ser amigo Osama Bin Laden, así como lo oyen, y con ese tipo de juntas, no señor, usted no puede pretender entrar a Disney World ni pasear por Miami Beach impunemente… Ahora vaya a ver cómo va a vivir el resto de su vida, si es que, sin visa americana, se le puede seguir llamando vida. ¿De qué le va a servir ser dueño de media Venezuela si no se puede ir a gastar los reales en el Aventura Mall? Bendito sea el Departamento de Estado que por algo se empieza pero queremos más.
La Venezuela decente exige a la Comunidad Internacional, severas sanciones contra nuestro país: Estamos hartos de ser ignorados y puestos siempre de últimos a la hora de las intervenciones humanitarias. Pareciera que siempre hay algo más urgente que invadirnos a nosotros, y uno se cansa, sinceramente, porque lo de Libia se entiende, lo de Siria también, pero ¿Ucrania?… ¿Qué tiene Ucrania que no tengamos nosotros? ¿Y la MUD? Bien gracias… Ya no soy oposición, ¡soy resistencia!
Al menos la farándula nos mira: Antonio Banderas, el mismísimo Gato con Botas, acaba de declarar que no le gusta Nicolás, pero luego va y se desbarranca diciendo que la solución es el voto. ¡El voto! Se nota que Banderas no tiene ni idea de lo que es una dictadura, se nota que no sabe que faltan años para las próximas elecciones, y lo peor, se nota que no sabe que cada vez que votamos los chavistas nos ganan porque son más, cuantitativamente hablando claro, porque el voto de calidad es nuestro, pero la calidad no cuenta para un sistema electoral creado para preservar la mediocridad. Antonio Banderas no sabe, pero nos nombró y generó titulares y eso se le agradece.
Y como el que se cansa pierde, yo sigo soñando con una invasión de Marines que le traigan a mi amada Venezuela “un aire de país”. Y sigo activada por mi Twitter insultando a chavistas y montando fotos aunque sean falsas para que el mundo vea que SOS Venezuela, o sea, que help.
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