Juan Martorano.
El hecho del pasado sábado ocurrido en La Carlota, donde una
fuerte explosión en un restaurante ubicado en esa zona de Caracas dejo
un saldo de dos personas heridas y 15 vehículos afectados, no hace sino
confirmar las tesis que hemos venido señalando y de voceros del Alto
Mando Político y Militar de la Revolución, que han venido lanzando con
respecto a esta Fase Peligrosa de los planes de violencia, terroristas y
desestabilizadores contra la Patria de Bolívar y Chávez.
Insistimos en que nuestra sociedad debe reaccionar, y que hechos como éstos, que han afectado a naciones hermanas como Colombia, y que forman parte de su cotidianidad, no pueden ser vistos como algo normal por nosotros. No es una responsabilidad única y exclusiva del Gobierno Bolivariano, combatir estos hechos violentos y fomentar una sociedad justa y amante de la paz, sino que nuestro pueblo, en ejercicio de sus poderes creadores y su protagonismo popular, debe condenar de una manera más activa esta criminalidad, que más que el residuo de una descomposición social, herencia nefasta de un modelo capitalista, es más producto de elementos políticos inducidos por factores que pretenden pescar en río revuelto.
También, debemos estar muy atentos, pues ayer se cumplieron exactamente tres (3) meses del inicio de toda esta oleada de violencia y sangre que ha enlutado a 42 familias venezolanas. Estos sectores violentos, terroristas y fascistas están llamando para el día de hoy a nuevos actos de violencia, de cierre de vías, y desestabilización. Nuestros cuerpos de seguridad e inteligencia, particularmente hoy, deben estar atentos ante cualquier hecho o situación que pretenda generar conmoción en la opinión pública y desencadene acontecimientos de imprevisibles consecuencias en nuestro país.
Podemos decirlo sin ningún tipo de ambages, y debemos advertirlo, nuestro Gobierno Bolivariano se encuentra bajo ataque y afronta diversas y variadas amenazas. Lo que la derecha está planteando no es un Golpe de Estado en lo inmediato o clásico, sino toda una muy bien diseñada operación de desgaste que tiene similitudes con lo que hizo la Contra en Nicaragua: no tumbó al Gobierno Sandinista por las armas, sino que tendió la alfombra para que la derecha entrara al Palacio de Gobierno de la mano de Violeta Chamorro, en 1990, después de haber derrotado electoralmente a Daniel Ortega.
Este último elemento, creemos, debe ser advertido comunicacionalmente, ya que si bien es cierto que la mayoría determinante de nuestro país rechaza a los métodos violentos de protesta, la guarimba, también es importante acotar que se está generando toda una situación de ansiedad y hasta incertidumbre harto peligrosa. Por eso, debemos imponer la autoridad del Estado y dar la batalla de las ideas en el plano comunicacional.
Insistimos en que nuestra sociedad debe reaccionar, y que hechos como éstos, que han afectado a naciones hermanas como Colombia, y que forman parte de su cotidianidad, no pueden ser vistos como algo normal por nosotros. No es una responsabilidad única y exclusiva del Gobierno Bolivariano, combatir estos hechos violentos y fomentar una sociedad justa y amante de la paz, sino que nuestro pueblo, en ejercicio de sus poderes creadores y su protagonismo popular, debe condenar de una manera más activa esta criminalidad, que más que el residuo de una descomposición social, herencia nefasta de un modelo capitalista, es más producto de elementos políticos inducidos por factores que pretenden pescar en río revuelto.
También, debemos estar muy atentos, pues ayer se cumplieron exactamente tres (3) meses del inicio de toda esta oleada de violencia y sangre que ha enlutado a 42 familias venezolanas. Estos sectores violentos, terroristas y fascistas están llamando para el día de hoy a nuevos actos de violencia, de cierre de vías, y desestabilización. Nuestros cuerpos de seguridad e inteligencia, particularmente hoy, deben estar atentos ante cualquier hecho o situación que pretenda generar conmoción en la opinión pública y desencadene acontecimientos de imprevisibles consecuencias en nuestro país.
Podemos decirlo sin ningún tipo de ambages, y debemos advertirlo, nuestro Gobierno Bolivariano se encuentra bajo ataque y afronta diversas y variadas amenazas. Lo que la derecha está planteando no es un Golpe de Estado en lo inmediato o clásico, sino toda una muy bien diseñada operación de desgaste que tiene similitudes con lo que hizo la Contra en Nicaragua: no tumbó al Gobierno Sandinista por las armas, sino que tendió la alfombra para que la derecha entrara al Palacio de Gobierno de la mano de Violeta Chamorro, en 1990, después de haber derrotado electoralmente a Daniel Ortega.
Este último elemento, creemos, debe ser advertido comunicacionalmente, ya que si bien es cierto que la mayoría determinante de nuestro país rechaza a los métodos violentos de protesta, la guarimba, también es importante acotar que se está generando toda una situación de ansiedad y hasta incertidumbre harto peligrosa. Por eso, debemos imponer la autoridad del Estado y dar la batalla de las ideas en el plano comunicacional.
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
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