En Lecherías: Cruces en lugar de toldos.

ANTONIA MUÑOZ.

El título de esta reflexión corresponde a una reseña periodística que apareció el domingo2 de marzo de 2014, en un diario que se edita en el estado Lara, consistente en una fotoque muestra una serie de cruces colocada en una playa, al fondo el mar y como título: “Cruces en lugar de toldos”. En la leyenda de la foto se lee textualmente: “Así amaneció ayer una de las paradisíacas playas de Lecherías. Es una forma de representar el dolor ante las muertes ocurridas a consecuencias de los hechos violentos que han sacudido al país en las últimas semanas. En las Cruces, los nombres de…, jóvenes caídos cuando defendían un ideal de justicia”. Ciertamente, duelen todas las 18 personas caídas durante las guarimbas que la ultra derecha montó en algunas ciudades de Venezuela en el mes de febrero, las cuales las intensificaron a partir del 12 de febrero, día de la juventud.

Cualquiera que no sabe lo que está pasando en Venezuela creería que quienes pusieron las cruces y el dueño del diario que publica la peculiar nota luctuosa están dolidos por las pérdidas humanas a las cuales ellos hacen alusión: Sin embargo, a los ultra derechistas de Lecherías que fabricaron ese pequeño cementerio en una de sus playas, le importa bien poco las pérdidas humanas, porque justamente, estos vampiros de la política, al igual que sus amos del norte lo que necesitan es sangre en su afán de tumbar al gobierno. A éllos lo que les interesa es que esa “envenenada nota luctuosa” circule dentro y fuera del país. El mensaje mentiroso que están enviando, es que en nuestro país se asesinan a los jóvenes por reclamar los derechos consagrados en la Constitución. ¿Qué ingenuo o desinformado creería que éllos están detrás de ese plan macabro?

Lo que realmente está haciendo la ultra derecha es “pidiéndole a los gringos que vengan a salvarnos de este gobierno dictatorial donde no hay libertad sino libertinaje de expresión. Que vengan en nuestro auxilio porque quien disiente en Venezuela va preso o es asesinado. Para eso la derecha necesita la violencia, para poder achacarle al gobierno Bolivariano de Venezuela los muertos selectivos que éllos mismo matan a través de los francos tiradores y otros asesinos a sueldos que contratan para tal fín. En el caso particular que hoy nos ocupa, también envían el mensaje de un gobierno tan insensible, que en vez de decretar duelo nacional, decreta asueto de carnaval. Por lo tanto, la ultra derecha en señal de protesta, espera a los insensibles vacacionistas con un puñado de cruces, para recordarles a éllos y al mundo, la tragedia que éllos mismos causaron, por su manera violenta de hacer política. Esas cruces son parte de la receta necrofílica de los gringos, porque ese cementerio lo pusieron en otros sitios del país.

Lo anterior corrobora una vez más, que el campo de batalla de la guerra de cuarta generación es la mente de las y los venezolanos. La batalla se libra a nivel de la psiquis, hasta disociarla, de manera tal que la gente llega a creer todo lo que se le presenta en un escenario prefabricado, con la premeditada intención de engañar. Ciertamente, las balas o los misiles en esta guerra comunicacional de cuarta generación, son los mensajes que lanzan los grandes manipuladores de la comunicación a través de diferentes medios y canales de comunicación, sin importar si su veracidad ha sido confirmada o no. Aún más, sabemos que la mentira y la tergiversación es la columna vertebral de la comunicación que usa la ultraderecha y los imperios a los cuales les sirven consciente o inconscientemente. Sin ninguna duda, todos son aventajados alumnos de Joseph Goebbles, por lo tanto, tienen que repetir sus mentiras hasta que se conviertan en verdad. Sin ninguna duda, que la derecha intenta hacerse del poder por las malas: y para ello no duda en acudir al más puro nazismo.

Por todo lo anterior, hoy más que nunca hay que luchar contra la impunidad! Quienes por razones subalternas de la política se prestaron para acabar con la vida de 18 compatriotas, deben pagar por ello. Si los funcionarios del Sebín que debían estar acuartelados resultaren culpables, tienen que responder por su delito sin que medie ningún tipo de consideración. Deben ser severamente castigados, porque la muerte, y mucho menos con premeditación y alevosía la premeditada, nunca será parte de la política practicada por la Revolución Bolivariana. A un año de la ausencia física del Presidente Chávez, rindámosle homenaje, en primer lugar, con más y mejor educación política a toda la población de manera que no caiga ni crea las trampas de la ultra derecha. En segundo lugar, siendo cada día más dedicados, eficientes y honestos en el servicio al pueblo. Sólo así, podremos decir con sinceridad y orgullo: YO SOY CHÁVEZ PORQUE SOY COMO CHÁVEZ!