martes, 31 de julio de 2012

Las contribuciones de Evita.



Alicia Pregno/ http://www.lavoz.com
Transcurrieron 60 años del fallecimiento de Eva Duarte y no podemos dejar de resaltar aquellas contribuciones políticas y sociales que gozan de un consenso generalizado y que la convierten en una figura central para la identidad colectiva de nuestro pueblo, más allá de los partidismos y las preferencias ideológicas particulares.

Una de las contribuciones más importantes de Evita puede resumirse en que abrió la puerta a la participación de la mujer en la política.

Gracias a ella se redefine el papel de la mujer en la vida pública y, en cierta manera, se expande la frontera de sus posibilidades. Esto es sumamente importante, porque se amplían las expectativas que tiene una sociedad para con sus mujeres; comienzan a abrirse puertas, se incrementa la contribución social de la mujer, como también su reconocimiento público.

Ejemplos como el de Evita son los que en nuestro país dieron cuenta de que la mujer debe ser reconocida como protagonista de la historia, como sujeto activo en el pueblo organizado y capaz de protagonizar transformaciones sociales beneficiosas para la humanidad.

A nivel individual, Evita se exigió ser ejemplo en este desafío. Coexistiendo con un líder y estratega excepcional como Juan Domingo Perón, se puso a la altura de las circunstancias y trabajó a la par. Imprimió una nueva dinámica en el gobierno de su tiempo e influyó de manera determinante en esta etapa del peronismo. Fue una mujer compañera, militante y orgánica con el proyecto político colectivo y se comprometió con su pueblo, actualizando la premisa democrática de que los líderes y representantes se deben a él.

A nivel social, cristalizó la llegada de la mujer a la política mediante la institucionalización del voto femenino. En cierta manera, con ello estaba generalizando las oportunidades de participación política y contribución social a todas las mujeres.

Ello la colocó en la vanguardia de los derechos políticos de las mujeres, al incluirlas en las elecciones populares y las decisiones políticas, con lo cual mejoró la igualdad y profundizó la democracia.

Otra de sus contribuciones fueron los avances en materia de justicia social. Se cambió de manera rotunda el concepto de política social. Beneficencia y caridad fueron reemplazadas por derechos de los ciudadanos y obligaciones del Estado. Las necesidades sociales pasaron a ser razón suficiente para generar derechos y exigir la formulación de políticas sociales. “Donde existe una necesidad, nace un derecho”, porque la comunidad organizada requiere de todos y cada uno de sus integrantes. Así, el Estado asume responsabilidad en las cuestiones sociales y se instala una política propiamente dicha en materia social.

Por último, una tercera contribución que también considero entre las más importantes. Tiene que ver con la militancia, con aquello que mueve a las personas a comprometerse en beneficio de la sociedad.

Evita, de alguna manera, imprimió emoción y sentimiento al peronismo. A la dimensión arquitectónica y de estadista de Perón, Evita sumó el sentimiento y la emoción. Dejó asentado muy claramente el valor de la pasión por lo público, por el prójimo. Esto, sin dudas, remarca una forma distinta de hacer política. Con estas contribuciones, Evita nos deja una senda marcada en un recorrido muy corto, pero con una profundidad que la convierte en una figura central en nuestro pueblo.

Más allá de los partidismos y las preferencias ideológicas, la participación política de la mujer, la justicia social y la militancia son contribuciones sociales y políticas que de algún modo están incorporadas como valores en nuestro pueblo, con los que Evita, sin duda, tuvo mucho que ver.

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