Hijos de Bolívar

Amílcar Briceño

229 años de aquel 24 de julio de 1783, los recuerdos hacen sus travesuras en la memoria era principio de los 70 cuando tuve mi primer encuentro con nuestra historia, recuerdo aquellas revistas tricolor tan bien elaboradas con estampas tan llamativas, todas ellas con la figura de un hombre con espada sobre un caballo, largas patillas y despeinado por el viento, aquella imagen quedaría plasmada en mi cerebro para toda la vida.

Yo ya venía de mostrar mis habilidades con el lápiz y los creyones desde lo que antes llamaban la escuelita (Kinder) fue el inicio de una pasión, no pensaba en otra cosa que en dibujar en cada fecha hacia dibujos para otros compañeros de clase y Bolívar era recurrente en el papel. Así Con Sucre, Rafael Urdaneta, y hasta Cristóbal Colón.

Me aprendí de memoria, los sucesos, y las fechas y ya admiraba a bolívar, pero siendo adolescente visitaba a un amigo y me dijo algo que me consterno “Bolívar ordeno fusilar a 27 monjes capuchinos en el Caroní) aquellos chocaba mucho con mi conciencia de buen católico y no soporte más tenía que enterarme de todo sobre Bolívar. Para aquel entonces yo me ganaba la vida vendiendo cuadros pintados al oleo y el vendedor de aquellos libros se enamoro de una obra maravillosa que hice y fue la oportunidad de hacer un trueque, mi cuadro por sus libros que eran carísimos, así me dedique a leer aquellos dos tomos muy extensos y ya no sé cuantas veces los he leído, y hasta hoy y los cito frecuentemente. “Bolívar más allá del mito” de Guillermo Ruiz Rivas.

Ya he leído ya muchísimos autores, casi todos aun los de sus detractores. Puedo dar fe que esos dos tomos son la más completa investigación sobre Bolívar.

Entender todo lo que rodeaba la vida de tan grande hombre colocando cada elemento sobre la superficie: La historia desde la doctrina católica y lo que ella impone sobre los pueblos, la reforma protestante, la esclavitud, la conquista, las leyes de encomienda, el manejo de la economía como base del poder, la masonería y su impacto innegable sobre el desarrollo de los acontecimientos, la vida toda y el pensamiento de Bolívar nos cambia la orientación de nuestras propias vidas.

Ver en la imaginación aquel niñito de 12 años chiquito y flaquito escuchando al excéntrico Simón Carreño que luego fuera Rodríguez y luego Samuel Robinson. Adentrarse en la profundidad de  mente llena de contradicciones y cuestionamientos ante el mundo, ante la vida, ante todo, esas miles de dudas e inquietudes que como un remolino explosivo empujaba a aquel jovencito fogoso a investigar el porqué de las tragedias humanas, nada tan humano como eso. Quien ha perdido todo lazo de cariño y ternura más cercanos, como padre madre hermanos amigos, verse en la más absoluta soledad y abandono aun teniendo una gran fortuna material.

No hay palabras ni habrá pluma elocuente que pueda describir el horror de los abismos infernales en los que se templo el acero del carácter de nuestro libertador, sin perder por ello la ternura de el niño que llevaba por dentro y cómo se agigantó en las peores desgracias, cuando todo parecía perdido, las decisiones de Estado que tomo que horrorizarían y harían temblar a los feroces.

Convencido estoy de que aun Bolívar tiene muchísimo que enseñar a estos pueblos latinoamericanos y que solo siendo bolivarianos íntegramente seremos indestructibles y a la vez grandes y útiles.

Ciertamente el rostro de Bolívar tiene el color de la tierra tiene todas nuestras facciones pero sobre todo su corazón está hoy en millones de latinoamericanos.

Bolívar despierta cuando despierta el pueblo y este pueblo despertó para no sucumbir jamás ante la pesadilla de la esclavitud.Independencia y Patria Socialista.... Viviremos y venceremos...!

Amilcar Briceño

aaaaamilcar@hotmail.com