jueves, 28 de junio de 2012

El oficio de ser periodista.




En mis días de estudiante (inolvidables, por cierto) nos tocó leer un artículo publicado por El Nacional. Palabras más palabras menos, se titulaba de la siguiente forma: Gabo: El periodismo, mejor oficio del mundo… Ese titular me confirmó que la decisión que había tomado de estudiar periodismo era acertada, que estaba en el camino correcto. En mi cerebro pululó una lluvia de “aleluyas”, pues en esos años dedicados a la dinámica universitaria uno vive un permanente dilema: que si la objetividad tal como la hemos aprendido no existe (Lucien Goldman), que si es necesario el pensamiento analítico, el análisis, descomponer el todo y luego volver a él a través de un ejercicio de integración o de síntesis de la realidad (Descartes); que si dos más dos no necesariamente es 4; que si uno no se puede bañar dos veces en las mismas agua de un río (Heráclito); que si la opinión no debe estar presente en la noticia porque va en contra de toda objetividad (casi todo el mundo lo repetía automáticamente hasta el cansancio); que la teoría del caos sustituía a la teoría tradicional de la administración (entiéndase: fordismo, taylorismo)….
Lo cierto es que la visión de Gabo reafirmaba mi convicción de querer ser periodista. Ahora sabía que sólo debía superar algunos escollos relativos a las perspectivas, a las concepciones, pero  en todo caso estaba segura de lo que era el periodismo: “el mejor oficio del mundo”. Por lo tanto, un periodista debía ser quien ejerce el mejor oficio del mundo. Visto así, el silogismo tenía una lógica y fácil resolución. El problema es que no avizoraba que tanto el mejor oficio del mundo como el mejor profesional del mundo estarían condenados, en casi un inmediato plazo, a la muerte.  
La ética, asunto medular
Uno de los temas que al parecer hemos olvidado y que debe ser transversal a lo que hacemos y cómo lo ejercemos está asociado a la ética. Las civilizaciones del mundo de hoy adolecen de ética. La práctica diaria de hombres y mujeres no está cruzada por lo ético. La medicina se ejerce sin ética alguna. Tampoco existe la ética en el periodismo. Hay una distancia abismal entre el periodista y los sujetos históricos, a quienes en definitiva se debe quien ejerce “el mejor oficio del mundo”.
Hay buenos oradores que se refieren a los problemas que aquejan a las sociedades actuales. Con muy buena imagen, eso sí. También hay excelentes escritores de todos los géneros habidos en esta disciplina. Pero esta profesión se ejerce de una forma tan laxa que ya no podemos decir que es el mejor oficio del mundo. Orwell diría que en el mundo de hoy, en el siglo XXI, en los Estados, hace falta un Ministerio de la Verdad, hace falta el Gran Hermano, que pueda dar cuenta de la verdadera realidad y no de la que fabrica la industria mediática.  
Fábrica de ficciones
Las mentiras se han vuelto el resultado final de los medios de difusión masivos, industrias que las confeccionan en función de los intereses de los medios y, más allá, de los grandes grupos de poder nacional e internacional (recordemos que el mundo está en pocas manos).
Los medios de comunicación ya no orientan ni fungen de "mediadores" entre un Estado (no un Gobierno) y el pueblo. Ya no se habla del periodismo de resolución de problemas, del periodismo de proximidad (el que se realizaba en las comunidades para visibilizar logros y necesidades de estos espacios locales).
En el siglo XXI es común encontrar a quienes ejercen esta profesión sirviendo en bandeja de plata lo que otros desean ver y escuchar, no lo que realmente ocurre. Y no se puede seguir permitiendo que, a partir de la línea editorial del medio, se ejerza la profesión. ¡Eso es lamentable¡
Lo cierto es que en la actualidad ya no sólo no se cree en los medios de difusión masivos. Tampoco se cree en los periodistas…Hoy es 27 de junio. Día del Periodista. Una vez más, como lo he sostenido en otras ocasiones, debemos hacer un verdadero ejercicio de reflexión: ¿cuál es el destino de la profesión y de quienes la ejercemos? Porque no sólo hemos matado la noticia. También al periodismo. Y a quien la ejerce. Entonces, ¿es este un día de celebración, de festejo o de duelo? En todo caso, ¡me vestiré de negro¡
marbemavarez@yahoo.es
Periodista. Trabajadora Social
Profesora de la Universidad Bolivariana de Venezuela

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