viernes, 8 de abril de 2011

¿Bocas cosidas o labios sellados?

Modesta Ruiz


En pasado reciente unos jóvenes opositores hicieron una huelga de hambre solicitando reivindicaciones para las universidades. Frente a la OEA y clamando por los organismos internaciones solicitaban la libertad de algunos políticos presos por delitos comunes y sus beneficios procesales. Después de no se cuántos días en esa huelga y al descubrirse que efectivamente los huelguistas comían a escondidas, la huelga fue levantada. Ministros del ramo se hicieron presentes para conversar con los huelguistas que incluso llegaron a “coserse” un punto en las comisuras de sus bocas. Atendiendo el acuerdo, efectivamente a algunos presos se les concedió la libertad bajo ciertas condiciones.

Actualmente algunos enfermeros y enfermeras están en otra huelga de hambre, se habla de 18 ó 19 días (cómo harán porque en mi situación cuando tengo un día sin comer ya no puedo ni hablar) pero en todo caso piden que se les aumente el sueldo. Hemos leído que algunas de esas enfermeras, cuya misión es salvar vidas, se colocan una inyectadora para desangrarse durante algunos minutos. Se dice en las voces opositoras: son madres, tienen muchos hijos algunas de ellas, son abnegadas, etcétera. Ya han sido visitadas por la Ministra de Salud y llegado a un acuerdo, ellas continúan en sus puestos hasta forzar inmediatamente la firma del nuevo contrato. Pero esas madres no parece importarles ni temen por su salud al someterse a desangrarse un poco y además dejar sus casas, donde hay tantas cosas que hacer, especialmente atender a esa muchachera, quedándose acostadas protagonizando el show mediático desde las afueras de una embajada de un país amigo. Hasta se habla de que “sellaron sus labios” sin explicar qué significa sellar en este caso: ¿se los fijaron con alguna goma? Los hijos e hijas de esas profesionales de la salud están en un momentáneo abandono porque ante la ausencia de sus madres ¿quién los atiende? ¿Quién les hará comida y les lavará sus ropas? ¿Quién les atenderá en sus tareas? ¿Quién les dará las buenas noches?

Observando estos casos nos preguntamos ¿qué les hubiera pasado si esas acciones las hubieran hecho en la IV república? ¿De verdad creen que los ministros hubieran bajado de sus pedestales para darles lo solicitado? No lo creemos, quizás, con suerte los hubiese levantado la policía y llevado a un calabozo por lo menos tres días. Pero en Revolución ha pasado y sigue pasando.

Pero lo que cualquiera puede notar es que vendrán más huelgas de hambre de otros gremios y hasta algunos que necesitan comprar artículos suntuarios en sus mercados, al no alcanzarle el sueldo, irán a una huelga de hambre al frente de una embajada y tendrán que ir los ministros de las correspondientes áreas a negociar con dichos grupos.

Nos preguntamos también ¿quién clama por beneficios procesales o por la libertad de los hijos e hijas del pueblo que están en las cárceles? ¿Quién apoya a tantos hijos e hijas del pueblo que se encuentran explotados por empresas privadas, mal pagados y mal tratados?

De verdad, no es un escenario gratificante para la mayoría de las personas que estamos presenciando tales hechos.


modestaruiz@gmail.com



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