domingo, 7 de junio de 2009

México: capitalismo y delincuencia.

Irma Domínguez

Pocos temas hay tan delicados y susceptibles de manipulación política como la delincuencia. Los medios de la derecha son modelos imbatibles de cinismo en este punto, ya que a sabiendas que la economía de mercado, junto con el desastre educativo, la promoción de falsos modelos de violencia y deshumanización vía TV y otras instancias de la propia estructura mediática, el impulso de esquemas de consumo generadores de ansiedad y frustración, la incitación al odio, y artimañas y procesos por el estilo fomentan la comisión de todo tipo de ilícitos, se la pasan responsabilizando a los gobiernos revolucionarios o de base popular del auge (que es mundial) de la delincuencia. Recordemos que la primera fase del complot de Estado encabezado por el infumable Vicente Fox contra López Obrador y su arrolladora popularidad, en 2004, consistió en una gran marcha contra el monstruo abstracto de La Delincuencia en el Distrito Federal, territorio libre del poder foxista, y hay que reconocer que la izquierda encajó ese golpe con un costo considerable.Pero esa conjura y manipulación resultó ser un boomerang, y hoy se ve que el gobierno de Felipe Calderón está bebiendo sopita de su propio chocolate. Este presidente espurio se lanzó con una política de mano dura contra la delincuencia organizada, desde el primer día de su gestión, tratando de satisfacer a una clase media y una burguesía a la vez temerosas y hartas de las consecuencias generadas por su sistema de capitalismo salvaje. Hoy en día el balance es sencillamente desastroso, ya que fuentes de la mayor seriedad, acaban de establecer que México ocupa el dudoso pedestal de ser el país donde hay mayor incidencia del secuestro. En el momento en que escribo estas líneas (6-6-2009) la Secretaría de Seguridad Pública reconoce que hay alrededor de mil secuestrados en el país y que cada día se cometen 18 casos de este nefasto y denigrante delito.Un combate exclusivamente policial y militar, descuidando las bases económicas, sociales y educativas del narcotráfico y la delincuencia organizada en general, como el que impulsa Calderón, puede alterar los flujos, la dinámica y las estructuras estables del tráfico de drogas, pero no avanza un milímetro en la solución del problema. Es por eso que los cárteles han diversificado sus fuentes de financiamiento, lo que explica que por ejemplo, en lo que va del 2009 se hayan registrado 50 mil casos de extorsiones a modo de venta de protección gangsteril para empresarios y comerciantes. Es así como en una encuesta realizada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública se revela que el 90 % de los encuestados tiene algún grado de temor a ser secuestrado, el 50 % manifiesta su disposición a salir del país para evitar ese riesgo y el 15% asegura conocer a alguna víctima de secuestro.En ese orden el fenómeno más terrible es de la ejecución diaria de un promedio de entre 15 y 20 elementos que operan en el narco. En enero y febrero de 2009 se registraron 1020 ejecutados, entre los que destacan las víctimas de decapitaciones (259), y la sangría ha continuado sin parar y todo indica que rebasará la del año pasado. En el 2008 la cantidad reconocida por el gobierno en este rubro fue de 5620 ejecutados. Conste que estoy hablando únicamente de los crímenes cometidos por la delincuencia organizada especialmente el narco, ya que estos datos con el escándalo que generan hacen que desaparezcan por completo las noticias y cifras sobre la delincuencia común, la cual también ha aumentado en los últimos tres años. Además, en esa guerra brutal y que no da signos de ir a terminar, han caído ya cerca de 1000 efectivos militares así como unos 2000 mexicanos inocentes, entre ellos varias decenas de niños, así como también centenares de familias han sido destruidas y algunas incluso aniquiladas por completo.Esta polémica movilización del ejército en actividades policiales se ha traducido en el aseguramiento de una 60 toneladas de cocaína y otras drogas duras, así como el arresto de unos 14000 individuos ligados al narco, pero eso no ha afectado el consumo en el gran mercado gringo y al contrario ha estimulado la conversión de México mismo en un país consumidor de droga, ya no sólo de tránsito hacia el norte. Otro efecto perverso de esta estrategia es el de la violación sistemática y ampliamente extendida de los derechos humanos de miles de mexicanos. Todos los procesos judiciales normales han sido trastocados, parte del ejército actúa con una carencia total de controles y de rendición de cuentas, en zonas donde pareciera que hubiese un estado de excepción.Dentro de ese mismo cuadro hay que ubicar acontecimientos colaterales como la declaración en diciembre de 2008 del zar antidrogas Barry McCaffrey, de que México se desliza hacia la formación de un narcoestado. El propio Felipe Calderón dio a conocer públicamente que los gobiernos priistas y el de Fox tenían pactos con el narco y advirtió el 13 de febrero de 2009, a un grupo de invitados en la residencia presidencial de Los Pinos, que si no se ganaba la batalla contra la delincuencia organizada, en la próxima visita al palacio de gobierno los recibiría un presidente narcotraficante. Esto pone el tema en el terreno de la gobernabilidad, ya que esta está seriamente amenazada en México desde que se ha formado un ejército paralelo al servicio del narco, en parte con desertores del las fuerzas armadas de México y Guatemala, una parte sustancial de las policías estatales y locales están corrompidas por los cárteles a los que venden información y protección, y es un hecho que el negocio del tráfico de drogas tiene una incidencia primordial en la política de importantes zonas del país. Del total de 32 entidades federativas que conforman el país, 30 están severamente afectadas por la intervención del narco en la política y la economía, en detrimento de la solidez del poder federal y de la gobernabilidad de la república mexicana.Todo este cuadro político y social bastante catastrófico, se da en un marco de desempleo indetenible, descenso igual imparable de los millonarios ingresos por las remesas que mandan los paisanos que explotan en Estados Unidos, una merma permanente del salario (desde 1982 ha perdido el 78% de su poder adquisitivo), un sistema educativo cada vez más ineficaz, el estancamiento de la movilidad social, la expansión de la violencia en el tejido social y su lógica tendencia a la desintegración, la destrucción de la economía agraria como efecto inmediato de la privatización de la propiedad comunal a partir del gobierno de Salinas, la falta de perspectivas para la juventud (incluyendo en esto la migración al norte también en grave crisis), las depredaciones de la economía de maquila a base de capitales sin arraigo en ningún lugar del país y privilegiados con políticas fiscales antinacionales, la fuga de capitales (4956 millones de dólares tan solo en febrero y marzo de 2009) y su efecto devaluador de la moneda, el sindicalismo corrupto (el poder del cual, como lo demuestra el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, con más de un millón de afiliados se impone sobre importantes instancias de las estructuras federal y regionales), el deterioro de la gran estructura de seguridad social pública, el crecimiento de la impunidad y de la ineficacia del sistema judicial (carcomido por la corrupción y el burocratismo), la exacerbada delincuencia común y la violencia en zonas rojas como la frontera con los Estados Unidos (y el paradigmático caso de Ciudad Juárez, sinónimo de feminicidios y de guerra entre los cárteles por el control de la masiva introducción de droga al vecino del norte) y otras situaciones de similar gravedad.No me regodeo con estos datos nefastos, y me duele y me apena ver a mi país en esta situación. Si me pongo aquí a exponerlas es para que ni en la Venezuela bolivariana, ni en ningún otro lugar del mundo, la gente se deje seducir con los cantos de sirena de los medios de la derecha sobre el supuesto paraíso del capitalismo.
loboestasahiii@gmail.com
www.loboestasahiii.blogspot.com

No hay comentarios: