miércoles, 3 de junio de 2009

Antonia Muñoz en el ojo de la mediática.

Judith León(*)

La guerra mediática contra el presidente Hugo Chávez y sus líderes más destacados, incluyendo diputados, está en plena efervescencia. No es casual el encuentro de intelectuales de derecha en el reciente foro de Cedice, con su invitado estrella el escritor Mario Vargas Llosa y menos aún las amenazas de muerte, directas, que con descaro hacen algunos medios de comunicación, como el referido por el diputado Marío Isea, en donde se invoca a su asesinato y el de otros miembros del parlamento, según lo expuso un medio impreso del estado Zulia.Igual amenazas, y de manera soslayada, reciben otros líderes políticos como el alcalde Jorge Rodríguez, abogados de los casos de los policías y comisarios de los fatídicos hechos del 11,12 y 13 de abril e incluso periodistas de las regiones, quienes cumplen la tarea de conducir espacios de opinión a favor del Gobierno. Pero hay además activadas las guerras sucias, de propaganda política, que buscan, no sólo intimidar sino minar la buena imagen de funcionarios, es decir, armar el preámbulo de su muerte política. Lo digo porque hace poco leí con estupor una noticia casi risible. Y es la acusación contra la ex gobernadora de Portuguesa y dirigente del Psuv, Antonia Muñoz, quien a las puertas de la Fiscalía General de la República, en días pasados, declaraba que en su contra se intenta “un asesinato moral”. Según le acusan de ser la supuesta “autora intelectual de un homicidio en grado de frustración contra un periodista de Portuguesa y de ser miembro de una banda de sicarios y secuestradores”.Ante tamaña denuncia Muñoz fue a la Fiscalía a pedir celeridad procesal y consignar una serie de documentos en los que rechaza dichas acusaciones, descabellada por demás.Y es que quienes hemos conocido a Antonia, damos fe que ella ha sido acosada por años, antes y durante todo su gobierno, tanto por los medios de comunicación opositores, en especial los de esa entidad, como por adversarios políticos foráneos e incluso de las mismas filas del partido que representa.En el pasado Antonia Muñoz sufrió los rigores de una detención policial, cuando salió en defensa de los derechos de unos campesinos, de eso hace años, mucho antes de ser líder política, cuando ya despertaba su talante de defensora de los más pobres. Y es que siendo la mujer que es, creo que iría hasta el mismo infierno para defender su verdad y honor. Por ello los adversarios atacan su más preciado valor, su moral.Por suerte, la profesora Antonia no pierde ese temple, el que la hace fuerte en los peores momentos y vaya que los ha vivido. Suman los dolores, las traiciones y adulancias. Y aunque reconoce que este tipo de agravios, como es acusarla de criminal, no la detendrá en su misión de lucha social, ahora clama por justicia, por el cese a la impunidad, tal y como lo hizo en el pasado, cuando tuvo que enfrentar aquellos escuadrones de la muerte, que en esa entidad llanera dieron tanto que hacer.Ahora su acusador intenta someter y exponerla al escarnio público. Quizás se han confiado en la calma que ella ha tenido durante años, aguantando tantas ofensas y celadas en su contra. En esta oportunidad muy posiblemente sus acusadores tendrán que enfrentar a la justicia y responsabilizarse de las consecuencias de este tipo de venganza política.Quienes se aventuran en este juego, que es como una especie de ruleta rusa, parecieran no conocer a la profesora Antonia Muñoz, quien es ejemplo de mujer solidaria desde hace muchos años, como cuando ejercía de profesora de biología en el liceo La Gran Colombia, en Caracas. Fue en aquellos tiempos cuando era la profesora guía, un rol que tomó tan en serio que era común verla auxiliar a sus alumnos y en ocasiones ir hasta sus casas, para involucrarse con el problema familiar.Así la recuerdan muchos, como la profesora abnegada. Puedo dar fe del testimonio de una compañera, quien fue su alumna en el liceo y recibió, además de su cariño el respaldo y aliento para enfrentar el dilema de haber quedado embarazada en esa etapa de estudiante. Antonia se enteró antes que los padres de la joven. Y fue aquel evento un motivo de unión para ambas, la alumna tuvo el consejo y apoyo oportuno, por eso la recuerda con afecto añejo. La profesora Antonia le daría el primer regalo al nacer su niña. “Siempre fue la mamá de todos”, reconoce su ex alumna.No menos considerada fue la profesora Antonia Muñoz cuando llegó a la gobernación de Portuguesa. A pesar de los años transcurridos buscó a algunos de sus mejores estudiantes, a los que siempre llevó en su corazón y mente, para sumarlos a su equipo de trabajo. Sólo una educadora muy especial mantiene ese contacto por décadas y hay testimonios que pueden dar fe de ese lazo afectivo y admiración que aun le profesan.Una maestra, una educadora, quien además es una estudiosa del agro, del campo, la tierra, que cuenta con estudios en el exterior y un doctorado en pastos, se enrumbaría al difícil mundo de la política, en los tiempos más difíciles y sin otros recursos que su preparación y su moral, siempre en alto.Años de gobierno, de gran sacrificio y dura confrontación con adversarios empeñados en opacarla, ha tenido que confrontar Antonia Muñoz. Ataques, muchas veces desmedidos, a la mujer, a la líder, a la política, a la chavista, quien aparentemente de carácter implacable es en esencia una maestra, una educadora, quien no duda en moldear su entorno en base al cumplimiento del deber y la disciplina. Una orden suya es didáctica, porque a la vez enseña, explica y luego evalúa. Su esquema de trabajo es de rigor.Pero en medio de ese voraz ambiente de pelea política e incluso de riesgos a su seguridad, Antonia pudo combatir el ataque permanente de los medios de comunicación y de algunos sedientos en volver a los predios políticos del pasado y otros, los de sus mismas filas, instigando a sus espaldas, aventando la ruinosa lucha por el poder. Todos contra la profesora Antonia Muñoz.Pero hubo algo que no permitió que ella se rindiera ante tantos enemigos visibles e invisibles. Y estoy casi segura que ha sido su lealtad, primero al compromiso que asumió para dirigir los destinos de un estado, uno los más complejos por muy diversas circunstancias y segundo por su admiración y respeto al presidente Hugo Chávez, además de sus convicciones políticas. La vi seguir y aplicar con tanta disciplina las políticas emanadas del líder, siempre llevando a la práctica la misión solidaria de atender a los sectores más pobres, que a pesar de contar con menos recursos que otros estados hizo logros significativos, lo que le permitió llevar obras públicas y de servicios a una gran mayoría. Así, incorporar agua potable en tantas poblaciones empobrecidas fue un gran reto, que cumplió con tesón y perseverancia. El saneamiento ambiental era prioridad en una región en donde todo estaba por hacer.No menos esfuerzo fue la sustitución de ranchos de bahareque por casas dignas y en especial la operatividad de todas las Misiones, que fueron durante su gobierno el abecedario en Portuguesa. Bajo su conducción ese pueblo fatigado siempre la recibió con calor y cariño. Por algo Portuguesa es un estado chavista casi en su totalidad y eso no es gratis. Fueron ocho años de intenso trabajo, sin medias tintas. No había tiempo para el descanso ni rutina imprecisa. Aunque Antonia no era ganada a dar entrevistas sí lo era para cumplir con su programa de radio todas las semanas, (una especie de Aló Antonia), en donde se comunicaba de manera impecable con el pueblo, dando razón de su trabajo y atendiendo los problemas puntuales.En mi opinión, Antonia Muñoz como gobernadora superó las expectativas, consiguió lo que pocas mujeres venezolanas logramos, en principio convertirse en la primera mandataria de un estado muy particular, llanero y casi fronterizo, pobre y desasistido por décadas. Es una mujer de raza negra, oriunda de Barlovento, nacida en el campo, de profesión docente, madre, abuela y buena compañera, instruida, inteligente y sensible, pero además una guerrera, frontal y con don de mando. Cuenta con todas las virtudes de una buena líder, y sobre todo, siempre está dispuesta a luchar por la verdad y la justicia. Por alguna razón repitió como Gobernadora.En la Fiscalía ella ha dicho: "No puede ser posible que al primero que se le ocurre ir a un periódico, radio o televisión a desprestigiar a un adversario político le den cabida", y además solicita que sea investigada su pasada gestión. "Estoy a la orden, sin ningún miedo, para que revisen mi gestión, no voy a avergonzar a mi partido, ni a la gente que creyó en lo que yo hice". Y es que así es la “negra” Antonia Muñoz, como muchos la conocen, quien sin miedo y con la verdad por delante, deberá seguir confrontando ese terrorismo mediático que no le quiere dar tregua. Por fortuna es y seguirá siendo, como decimos en criollo, un palo e mujer. Y ojala la Fiscalía no dejé impune tanto atropello moral, y esta infame acusación que hacen en su contra sea investigada y castigados los culpables.El terrorismo mediático, en estos momentos, busca minar la imagen de algunos de los principales líderes del gobierno, de los más cercanos y estimados por el presidente Hugo Chávez, simplemente para desmontar la fortaleza del chavismo y socavar las bases del Psuv, que debe ser el garante de la masa militante y base solida para el avance de la revolución bolivariana.Yo le diría a la profesora Antonia Muñoz, que mientras se investiga ese caso, pase la página, que aún le quedan muchas tareas importantes por hacer y este tipo de denuncia son simples runrunes de vecindad, aunque parte de la estrategia terrorista mediática, que busca desestabilizar el gobierno nacional e intenta comenzar por minar a los líderes más efectivos y carismáticos.
(*)Periodista
lamleon@hotmail.com

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