Augusto Justiniano Arroyo
El impasse entre Colombia, Ecuador y Venezuela, el éxito de la Cumbre de Ríos y el extraordinario ejemplo de disciplina y democracia partidista en el PSUV, hicieron que otros hechossarán por debajo de la mesa durante las últimas semanas. Nos referimos a la detención del director de Asesoría Técnico Científica del Ministerio Público, Pedro Carvallo, implicado presuntamente en un hecho de corrupción.
Al parecer, dicho funcionario habría incurrido en el referido hecho tras presuntamente solicitar la cantidad de 300 millones de bolívares a un ciudadano, a cambio de no iniciar una investigación en su contra.
Pero lo cumbre de la historia es que la víctima de extorsión por parte de Carvallo es un prestamista de nombre Marcos, quien hace lo propio entre Fiscales y empleados, es decir, les presta dinero a intereses muy elevados pero que estos funcionarios puntualmente cancelan. Otro aspecto extraño, cómo es eso que piden prestado (porque no les alcanzan los salarios) pero cancelan puntualmente intereses que triplican a los de la banca privada.
En los predios de la Fiscalía dicen que quienes saltan de contento son los deudores de Marco, quienes esperan hacerse los locos y arrancarse con la "cabuya en la pata".
Ahora esto sólo parece ser la punta del Icéberg de lo que acontece en la Fiscalía. En las últimas semanas también han sido despedidos de ese organismo un grupo de Fiscales y empleados administrativos. En muchos casos sin explicación valedera e incluso de manera injustificada.
El problema interno, al decir de quienes son víctimas de las últimas meneadas de mata, obedece a un nuevo grupo de abogadas conocidas como las Tigresas de Aragua que son finalmente las que buscan capitalizar los cargos de los fiscales que han sido despedidos en las últimas semanas. Cargos que ocupaban y conformaban el entorno del anterior Fiscal, también de Aragua pero en vez de tigre más bien poeta. ¿No será una guerra entre grupos por el control de los expedientes más jugosos?
El propio Isaías Rodríguez en un oficio interno fechado el 08 de junio de 2005 (pueden buscarlo en la web de la Fiscalía) hacía referencia a la composición laboral de ese organismo:
"Por dentro de esta Institución hay mucha familia junta y muchos grupos (no necesariamente políticos), de amigos, de gente que entró con éste o con aquel Fiscal General, de compañeros de promoción, de funcionarios que trabajaron juntos algún caso, de compañeros de oficina por mucho tiempo, en fin, de grupos (la palabra exacta es "roscas"), que tienen intereses comunes y que no son intereses públicos y generales".
Por supuesto, entre 2005 y 2007 el poeta Isaías tuvo que combatir esos grupos con otros grupos y es en ese punto donde se concentran las Tigresas de Aragua, es decir, en la conformación de un nuevo grupo ¿ó deberíamos decir: de una nueva rosca?
augusto.justiniano@
El impasse entre Colombia, Ecuador y Venezuela, el éxito de la Cumbre de Ríos y el extraordinario ejemplo de disciplina y democracia partidista en el PSUV, hicieron que otros hechossarán por debajo de la mesa durante las últimas semanas. Nos referimos a la detención del director de Asesoría Técnico Científica del Ministerio Público, Pedro Carvallo, implicado presuntamente en un hecho de corrupción.
Al parecer, dicho funcionario habría incurrido en el referido hecho tras presuntamente solicitar la cantidad de 300 millones de bolívares a un ciudadano, a cambio de no iniciar una investigación en su contra.
Pero lo cumbre de la historia es que la víctima de extorsión por parte de Carvallo es un prestamista de nombre Marcos, quien hace lo propio entre Fiscales y empleados, es decir, les presta dinero a intereses muy elevados pero que estos funcionarios puntualmente cancelan. Otro aspecto extraño, cómo es eso que piden prestado (porque no les alcanzan los salarios) pero cancelan puntualmente intereses que triplican a los de la banca privada.
En los predios de la Fiscalía dicen que quienes saltan de contento son los deudores de Marco, quienes esperan hacerse los locos y arrancarse con la "cabuya en la pata".
Ahora esto sólo parece ser la punta del Icéberg de lo que acontece en la Fiscalía. En las últimas semanas también han sido despedidos de ese organismo un grupo de Fiscales y empleados administrativos. En muchos casos sin explicación valedera e incluso de manera injustificada.
El problema interno, al decir de quienes son víctimas de las últimas meneadas de mata, obedece a un nuevo grupo de abogadas conocidas como las Tigresas de Aragua que son finalmente las que buscan capitalizar los cargos de los fiscales que han sido despedidos en las últimas semanas. Cargos que ocupaban y conformaban el entorno del anterior Fiscal, también de Aragua pero en vez de tigre más bien poeta. ¿No será una guerra entre grupos por el control de los expedientes más jugosos?
El propio Isaías Rodríguez en un oficio interno fechado el 08 de junio de 2005 (pueden buscarlo en la web de la Fiscalía) hacía referencia a la composición laboral de ese organismo:
"Por dentro de esta Institución hay mucha familia junta y muchos grupos (no necesariamente políticos), de amigos, de gente que entró con éste o con aquel Fiscal General, de compañeros de promoción, de funcionarios que trabajaron juntos algún caso, de compañeros de oficina por mucho tiempo, en fin, de grupos (la palabra exacta es "roscas"), que tienen intereses comunes y que no son intereses públicos y generales".
Por supuesto, entre 2005 y 2007 el poeta Isaías tuvo que combatir esos grupos con otros grupos y es en ese punto donde se concentran las Tigresas de Aragua, es decir, en la conformación de un nuevo grupo ¿ó deberíamos decir: de una nueva rosca?
augusto.justiniano@
No hay comentarios:
Publicar un comentario