*JUAN MARTORANO
Una buena amiga me recordó que es
importante en el marco de la batalla por el Esequibo, decir algunas cosas que
no se dicen. Indudablemente que el Presidente Maduro ha tenido sendas y
enjundiosas explicaciones que han sido hasta ahora las mejores que he escuchado
en torno al tema. Y es en ese sentido, que tanto estos modestos aportes como mis
recientes charlas y comparecencias en medios se inscriben en el aporte a este
debate.
Sobre todo, tomando en cuenta los
15 días que restan para la celebración del referendo consultivo.
Pero antes de entrar en materia,
quiero agradecer a la aldea universitaria de la Misión Sucre en los Magallanes,
en Catia, así como al Gabinete Cultural, a los Adultos y Adultas Mayores y
Personas con Discapacidad en la parroquia Coche. En ambos espacios he tenido la
oportunidad de compartir los conocimientos que tengo sobre el tema del Esequibo
y la sencillez y el cariño de la gente humilde. Desde jóvenes de 19 años de
edad, los cuales me formularon preguntas cuestionadoras y generadoras bien
interesantes, hasta el cariño de viejitos y viejitas que pasan largo los 70
años de edad, me comprometen a seguir dando la batalla por esta reclamación
histórica, y bicentenaria.
Además de las inquietudes que
dejé, por lo menos si algo agradezco es que en las charlas hasta ahora dadas,
la gente no se me ha aburrido ni mucho menos dormido, lo cual ya es bastante
decir. Incluso algunos tomaron notas y no perdían la atención de todo lo que
uno iba diciendo, y te formulaban preguntas.
Expresado esto, ahora entremos en
materia sin más dilaciones.
Un 18 de noviembre de 1850, el
entonces cónsul británico en Caracas, me refiero al general Belford Hinton
Wilson, en su momento edecán de nuestro Libertador Simón Bolívar y que lo
acompañó en su lecho de muerte en Santa Marta, se dirigía a nuestro Secretario
de Relaciones Exteriores del entonces gobierno, Vicente Lecuna, donde se hace
una propuesta, a fin de dirimir la demarcación y definición de fronteras con la
entonces Guayana Británica.
Como bien se ha dicho respecto a
esta reclamación histórica de la Guayana Esequiba, ya ahí se venía suscitando,
una vez dado el nacimiento de esta colonia en 1831, cabe recordar el viaje
realizado por el explorador prusiano (alemán) Robert Schomburgh, donde procedió
a delimitar y a demarcar esta “frontera”, incluso colocando postes desde Punta
Barima, en el hoy estado Delta Amacuro. Esto indudablemente generó protestas de
los gobiernos nuestros de entonces, y de la población caraqueña en la década de
los 40del siglo XIX, en la que en múltiples oportunidades casi incendian la
sede de la Legación Británica, hoy embajada.
Tal y como lo señala José Rafael Guzmán
en un escrito, presenta la comunicación de Wilson dirigida a Lecuna un día como
hoy pero de hace 173 años, la cual constituye un testimonio muy importante para
la postura venezolana referida a la usurpación británica en la cuenca del rio
Esequibo. Pues en la referida comunicación se revelan varios asuntos: 1.- Que
el gobierno británico reconoce que desde el año 1813 se hizo la denuncia por
parte de Venezuela de la usurpación de colonos británicos de territorio
venezolano; 2.- Que las autoridades británicas amenazaron y responsabilizaron a
autoridades venezolanas sobre supuestos actos de “agresión”, que podrían
concluir en una “colisión”, por el establecimiento de un fuerte en la provincia
de la Guayana venezolana; 3.- Que el gobierno británico se comprometió a no
ocupar dicho territorio si el gobierno venezolano tampoco lo hacía hasta tanto
se resolviera la delimitación territorial entre nuestra República y la entonces
Guayana Británica.
Importante es que señale en el
presente escrito, el por qué este intercambio de notas diplomáticas se le
denomina Convenio de Status Quo, porque no se trata de la firma de un tratado
en sí, sino de un acuerdo que se estilaba en esa época.
El Tratado de Statu Quo se
trataba más bien de un principio usado en tratados internacionales en tiempos
de guerra referido a la retirada de tropas en los campos de batalla y al
retorno de las condiciones previas a la guerra. En ese sentido, significaba que
ninguno de los bandos combatientes perdía o ganaba territorio, derechos
políticos o económicos a causa del conflicto armado, sino que cada quien
conservaba las posiciones y posesiones que tenía.
Sin embargo, Gran Bretaña no solo
violó su compromiso, sino que falseo mapas y ocupó militarmente las bocas del
Orinoco para inicios de 1880. De hecho, mientras proponía este acuerdo, creaba
la Compañía Minera de la Guayana Británica, y durante el período comprendido
entre 1879 y 1894 existían 29 empresas mineras auríferas inglesas free standing
(de ello volveremos en próximas entregas de esta columna). Me permito como
hemos venido haciéndolo en anteriores entregas, reproducir el texto íntegro de
la comunicación de Hinton Wilson a Vicente Lecuna, un día como hoy de hace 173
años.
Comunicación del Cónsul General
Británico en Caracas Belford Hinton Wilson al Secretario de Estado y Relaciones
Exteriores de Venezuela Vicente Lecuna sobre la propuesta del gobierno
británico al venezolano de convenir el compromiso de ambos países de no ocupar
el territorio disputado y cesar las mutuas acusaciones sobre la usurpación
territorial
Legación
Británica.—No. 118.
Caracas, 18 de
Noviembre de 1850.
Sr. Vicente Lecuna,
Secretario de Estado y Relaciones Exteriores de Venezuela.
En tres de abril último, el infrascrito, Encargado de Negocios de Su
Majestad Británica, tuvo el honor de mostrar al señor Fernando Olavarría,
entonces Secretario de Estado y Relaciones Exteriores de Venezuela, un informe
original que el día precedente había dirigido el infrascrito al Principal
Secretario de Relaciones Exteriores de Su Majestad, exponiendo el carácter y
objeto de una propaganda de falsedad y calumnia, en cuanto á la conducta y
política del Gobierno Británico en la cuestión de límites entre la Gran Bretaña
y Venezuela; y al mismo tiempo informó el infrascrito á S. S. de los pasos que
había dado para contradecir el rumor que malévolamente se difundía en
Venezuela, de que la Gran Bretaña intenta reclamar la Provincia de la Guayana
Venezolana.
Esos pasos consistieron principalmente en asegurar al Gobierno
Venezolano que era falso cuanto
había divulgado sobre esto la propaganda, y en comunicar al Gobierno
Venezolano copia de un oficio, que en 20 del mes de marzo anterior, había
dirigido el señor Kenneth Mathison, Vice-Cónsul Británico en Bolívar, oficio en
que después de manifestar cuál había sido en realidad la marcha y conducta del
Gobierno de Su Majestad en este asunto desde noviembre de 1847, declaraba formalmente
que las intenciones que, con el objeto manifiesto de servir al interés privado
de cierto individuo bien conocido, y á las tretas políticas de la propaganda, se habían imputado desde 1813 al
Gobierno de Su Majestad, no sólo están entera y absolutamente faltas del menor
fundamento, sino que son precisamente todo lo contrario de la verdad.
Copia y traducción de ese oficio al señor Mathison se publicaron por el
Gobierno Venezolano en el número 981 de la Gaceta Oficial de Venezuela; y con
fecha de 13 de mayo último, aprobó el Gobierno de Su Majestad la conducta del
infraescrito en el particular.
Observará aquí el infraescrito que en 5 de abril leyó, traduciéndolo á
S. E. el Presidente, el informe arriba mencionado que daba á su Gobierno,
informe cuyo original, como ya ha dicho, lo había mostrado en 3 de aquel mes al
señor Olavarría que lée inglés.
En 13 del mismo mes de abril creyó de su deber el infraescrito
trasmitir á su Gobierno estractos de cartas, que le dirigió desde Bolívar el
señor Vice-Cónsul Mathison con fechas 2, 8, 18, 22 y 30 de marzo, diciendo que
se habían comunicado á las autoridades de la Provincia de Guayana órdenes de
ponerla en estado de defensa, y de reparar y armar los fuertes desmantelados y
abandonados; y en fin, que el Gobernador, José Tomás Machado, había hablado de
levantar un fuerte en el punto de Barirna, cuyo derecho de posesión está en
disputa entre la Gran Bretaña y Venezuela.
Creyó asimismo de su deber el infraescrito comunicar á su Gobierno la
introducción en la Cámara de Representantes de un proyecto de ley, que se
registra en el número 02 del Diario de Debates, y autoriza al Gobierno
Ejecutivo para construir inmediatamente un fuerte en el punto que sirve de
límite entre Venezuela y la Guayana Británica sin designar, sin embargo, por su
nombre qué punto es ese, autorizando así al Gobierno Ejecutivo para cometer de facto una agresión y usurpación
en el territorio que se disputa entre ambos países, mediante la construcción de
un fuerte en algún punto que Venezuela puede reclamar, aunque la Gran Bretaña
puede reclamar igualmente la legítima posesión de ese punto.
El tono y lenguaje empleados con Grán Bretaña en el curso de los
debates sobre este proyecto, que el infraescrito no se detendrá á caracterizar,
no dejaron fundamento razonable para dudar de la inminencia del peligro á que
se expondrían los derechos Británicos en caso de pasar á ley el proyecto.
Sin embargo, el infraescrito con gusto dió cuenta á su Gobierno
de las amigables seguridades que recibió de S. E. el Presidente, y de la
juiciosa conducta que en efecto observó, y asimismo de que el proyecto aún no
ha llegado á ser ley.
Mas con relación á la
existencia de una propaganda para descaminar y excitar la opinión pública en
Venezuela, en cuanto á la cuestión de límites entre la Guayana Británica y la
Venezolana, y á la consiguiente posibilidad de agresiones y usurpaciones de
parte de las autoridades de la Guayana Venezolana en el territorio que se
disputan ambos países, el Vizconde Palmerston, con fecha de 15 de
julio, trasmitió al infraescrito, para su conocimiento y gobierno, copia de una
carta que ha dirigido S. S. á los Lores comisionados del Almirantazgo, en que
les significa los mandatos de la Reina en cuanto á las órdenes que han de darse
al Vicealmirante que manda las fuerzas navales de Su Majestad en las Indias
Occidentales, respecto á la marcha que seguirá si las autoridades Venezolanas
construyen fortificaciones en el territorio que se disputan la Gran Bretaña y
Venezuela.
También ha sido instruido el infraescrito para llamar la seria atención
del Presidente y Gobierno de Venezuela hacia á esta cuestión, y para declarar
que mientras por una parte el
Gobierno de Su Majestad no tiene ánimo de ocupar ó usurpar el territorio
disputado, por otra, no mirará con indiferencia las agresiones de Venezuela á
ese territorio.
Además ha sido instruido el infraescrito para decir que en estas
circunstancias el Gobierno de Su Majestad espera que se enviarán positivas
instrucciones á las autoridades de Venezuela en Guayana, á fin de que se
abstengan de tomar medidas que las autoridades Británicas pudiesen justamente
considerar como agresiones ; porque tales
medidas, si se tomasen, conducirían forzosamente á una colisión que
sentiría profundamente el Gobierno de Su Majestad, pero de cuyas
consecuencias, cualesquiera que fuesen, el Gobierno de Su Majestad consideraría
responsable enteramente al de Venezuela.
No puede el Gobierno venezolano, sin cometer una injusticia con la Gran
Bretaña, desconfiar por un momento de la sinceridad de la declaración formal,
que ahora se hace en nombre y de orden expresa del Gobierno de Su Majestad, de
que la Gran Bretaña no tiene
intención de ocupar ni usurpar el territorio disputado; por consecuencia,
el Gobierno Venezolano no puede, con igual espíritu de buena fe y amistad,
negarse á hacer una declaración semejante al Gobierno de Su Majestad, á saber,
que Venezuela misma no tiene intención de ocupar ni usurpar el territorio
disputado.
La sistemática perseverancia con
que desde 1843 ha fabricado y hecho circular la propaganda falsos rumores,
respecto á la conducta y política del Gobierno de Su Majestad por lo que hace á
la Guayana Venezolana, entre otros dañosos efectos ha producido el de servir á
los fines de esa propaganda, manteniendo vivo un insano espíritu de
desconfianza y pueril credulidad en cuanto á todos los frívolos rumores
tocantes á esta cuestión de límites, y exponiendo así á ser interrumpidas en
cualquier momento las amigables relaciones entre la Gran Bretaña y Venezuela,
por una colisión entre ambos países proveniente de alguna repentina y quizá no
autorizada agresión por parte de las autoridades locales de Venezuela, ya se cometa
construyendo fuertes, ya ocupando y usurpando el territorio que se disputa.
El Gobierno de Su Majestad, como
antes se dijo, no ordenará ni sancionará semejantes usurpaciones ú
ocupación por parte de las autoridades Británicas ; y si en algún tiempo hubiese
error sobre su determinación en este respecto, el infraescrito está persuadido
de que renovaría de buena gana sus órdenes en el particular ; está,
pues, satisfecho de que, de acuerdo con las amigables indicaciones del Gobierno
de Su Majestad, el de Venezuela no vacilará en enviar á las autoridades
Venezolanas de Guayana órdenes positivas de abstenerse de tomar medidas que las
autoridades Británicas puedan considerar justamente como agresiones.
En 14 y 15 últimos, el infraescrito comunicó privadamente al señor
Vicente Lecuna, y á Su Excelencia el Presidente, las instrucciones que le
había dado el Vizconde Palmerston; y entonces explicó completamente las
amigables consideraciones que le habían movido á no comunicar el contenido de aquéllas
al Gobierno Venezolano cuando las recibió, que fué en 18 de junio anterior, y á
seguir difiriendo su formal comunicación por escrito hasta que se presentase la
oportunidad.
Parece que tanto Su Excelencia el Presidente como el señor Lecuna
apreciaron en todo su valor lo amistoso de este proceder.
Sin embargo, siendo de parecer que se convino en las entrevistas que
tuvo el infraescrito con el señor Lecuna en 15 y 16 del comente, en que ha
llegado el momento oportuno de hacer esa comunicación, no ha perdido tiempo
para manifestar esas instrucciones en esta nota.
El infraescrito aprovecha esta oportunidad para renovar al señor Lecuna
las protestas de su consideración distinguida.
(Firmado) Belford Hinton Wilson
La respuesta de Vicente Lecuna a
esta comunicación es del 10 de diciembre de 1850, la cual me permito
transcribir un extracto de la misma:
República de Venezuela
Despacho de Relaciones Exteriores
Caracas, 20 de diciembre de 1850
El Sr. Lecuna al Sr. Wilson
… “El infraescrito, Secretario de Relaciones Exteriores de Venezuela
tuvo el honor de recibir y presentar al Poder Ejecutivo la nota del señor
Encargado de Negocios de su Majestad Británica, fecha a 18 del mes precedente,
y contraída a desmentir los rumores que han circulado en el país sobre que la
Gran Bretaña intenta apoderarse de la Guayana Venezolana, refiriéndolos pasos
que ha dado para conseguir dicho efecto, y que ha instruido al Gobierno;
declarando a nombre del suyo que él no tiene ánimo de ocupar y usurpar el
territorio que se disputan los dos países, lo que también solicita que declare
por su parte Venezuela, pidiendo que se envíen a las autoridades de Guayana
órdenes de no tomar ningunas medidas que justamente pudieran considerarse como
agresiones por las Británicas, y aludiendo a las causas que le han movido a
diferir el hacer esta comunicación.
Descansando en tal confianza, fortificado con la protestación de la
nota que se refiere le incluye, el Gobierno no tiene la dificultad para
declarar, como lo hace, que Venezuela no tiene intención alguna de ocupar ni
usurpar ninguna parte del territorio cuyo dominio se controvierte ni verá con
indiferencia que proceda de otro modo la Gran Bretaña.”
Esta fue la oportunidad más
cercana o una de las oportunidades más cercanas que tuvimos para poner fin a la
controversia territorial, que no supo ser aprovechada en su momento. Pero la
dejo acá para el estudio y el debate que se ha abierto con respecto a este
tema.
¡Bolívar
y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria
Socialista!
¡Viviremos y
Venceremos!
* Abogado, Defensor de
Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y
Tuiteras Socialistas. , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta
facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario