viernes, 10 de noviembre de 2023

Columna de Juan Martorano Edición 89: El insolente ultimátum gringo y el cambio de las audiencias en la CIJ.

 

*JUAN MARTORANO                    

Siguen los acontecimientos en este noviembre en pleno desarrollo y la jugada estratégica lanzada por el presidente Nicolás Maduro sigue originando reacciones. Justamente por ello es que escribo las líneas en este día.

Justamente debo referirme a las recientes declaraciones de Juan González, director de Asuntos Hemisféricos del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca de la administración de Joe Biden, nada más y nada menos.

No nos confundamos por este nombre y apellidos hispanos porque el referido personaje es hijo de ciudadanos colombianos. Este es un colonizado y razón tuvo y sigue teniendo Dussel acerca de la decolonización de nuestro pensamiento, a pesar de su partida física el pasado 6 de noviembre, hace apenas 4 días.

Este infausto personaje manifestó en recientes declaraciones para la Voz de América del martes 7 de noviembre tratando de colocar una fecha límite al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro para mostrar “un plan claro en relación a las elecciones presidenciales libres que se lleven a cabo en el año 2024” en la República Bolivariana de Venezuela.

Uno de los principales asesores de Joe Biden para América Latina, señaló que si antes no se habilita a todos los candidatos, EEUU revertiría la flexibilidad de las “sanciones” al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.

Asimismo informó que EEUU fijó un plazo hasta el 30 de noviembre  para que el gobierno venezolano “habilite” a todos los candidatos, léase, María Corina Machado.

Estas infelices y desacertadas declaraciones de González fueron formuladas en el marco de las recientes decisiones del Tribunal Supremo de Justicia en Venezuela, específicamente de la Sala Electoral, en la que se ordena la suspensión de todos los efectos de las fases del proceso electoral de primarias celebrada por un sector de las oposiciones el pasado 22 de octubre de 2023.

Ahora procederé a emitir mi opinión respecto a estas declaraciones, en las que ratifico los calificativos que he empleado en contra de ellas. Infelices y desacertadas.

Por una parte, altisonantes porque los únicos que no saldrían perjudicados con darle una patada a la mesa y a los acuerdos recientemente firmados en Barbados no seríamos nosotros. Evidentemente nuestro país requiere y eso no es un secreto para nadie alivio en las medidas, agresiones y bloqueos que desde EEUU han venido implementando en contra de nuestro país. Pero, no es menos cierto también que EEUU requiere altas cantidades de energía, sobre todo dado el empantanamiento que ellos han tenido junto a sus socios sionistas en escenarios como Ucrania y Palestina, y por ello, vuelcan sus ojos hacia Venezuela, como su tabla de salvación ante la debacle que viven y que podría empeorar si no cuentan con el respaldo de nuestro país.

Venezuela en estos momentos para ellos es un proveedor seguro, confiable y sobre todo cercano del petróleo que ellos necesitan. Y este tipo de declaraciones y “patadas de ahogado” no serían más que una pataleta y malcriadez de guapetón de barrio del hegemón del mundo. Y que en caso de concretarse, no serían más que “darse un tiro en el pie” como se dice coloquialmente.

Y esto es así porque además, ellos requieren que el petróleo venezolano fluya libremente y vuelva al mercado internacional no solo por el tema de satisfacer sus demandas energéticas, sino además por un tema de estabilizar los precios de los hidrocarburos, ya que así también ellos mantendrían el precio de la gasolina, la cual se ha incrementado a niveles desorbitantes en EEUU y eso a los efectos del año electoral que ellos también tendrán el año que viene, no les conviene para nada.

Incluso, me atrevería a aseverar que en ese arranque que le ha dado al señor González en el marco de la diplomacia de micrófonos que caracteriza a algunos y algunas, que EEUU saldría más perjudicado que Venezuela en el caso de concretar tales amenazas. Pese a las licencias que ellos nos han “concedido”, a los efectos prácticos de las mismas, aun no se sienten en nuestra economía. Desde hace más de un año y pese a la aprobación de Naciones Unidas, todavía los 3.200 millones de dólares para el fondo social acordado en el primer acuerdo parcial firmado con ellos por estas fechas el año pasado no se ha concretado. Y ni hablar de los 1.500 millones de dólares que un tribunal portugués ordenó al Novo Bank de ese país devolver a nuestro país.

Entonces, creo que deben sacar bien las cuentas de lo que piensan hacer con nosotros y nosotras.

No obstante, y como bien me señaló un amigo cubano, que por razones obvias no revelaré su nombre, recordándome lo expresado por el guerrillero heroico Ernesto “Ché” Guevara La Serna: “Al imperialismo no se le puede confiar ni tantico así, nada”. Pues ahí es que debo señalar las otras consideraciones para que pese a estas ventajas comparativas que he señalado en los párrafos precedentes, tampoco esto sea para que nos durmamos en los laureles.

Evidentemente EEUU no escatimará esfuerzos para tratar de derrocar a la Revolución Bolivariana. Ya en los análisis que he formulado con respecto a su pupila María Corina Machado he indicado como ellos ahora tratarán de desestabilizarnos. Irán paulatinamente en el frente interno de generar las condiciones para desgastar el liderazgo revolucionario de Nicolás Maduro, y en el frente externo el establecimiento de la “zona gris” en el territorio Esequibo y de exacerbar los conflictos con la República Cooperativa de Guyana para llevarnos a un conflicto que no nos conviene ni a guyaneses ni a venezolanos.

Por ello, si nos pusiéramos a construir una línea de tiempo, las recientes audiencias celebradas en la Corte Penal Internacional en el marco de la apelación interpuesta por el Estado Venezolano a raíz de las investigaciones que la Fiscalía de dicha instancia lleva por la supuestas comisiones de crímenes de lesa humanidad en nuestro país, además de tratar de llevarnos al banquillo de los acusados y reeditar el expediente Milosevic esta vez en la persona del Presidente Maduro y del Alto Mando Político y Militar de la Revolución. Estas acciones más las referidas a las audiencias convocadas por la Corte Internacional de Justicia a fin de pronunciarse sobre las medidas cautelares solicitadas por Guyana para buscar la suspensión del referendo consultivo del próximo 3 de diciembre, constituyen maniobras de dispersión, distracción y boicot en contra de la consulta a celebrarse en nuestro país dentro de 23 días.

Por cierto y no puedo dejar pasar por debajo de la mesa, que el ultimátum del inefable Juan González, o del gobierno gringo más bien, se materializaría el 30 de noviembre, en vísperas de la instalación de las mesas electorales y a menos de 72 horas de la celebración del referendo. ¿Casualidad?

Pero, es importante, y sobre todo ya para ir cerrando estas modestas opiniones, creo importante realizar la actualización de las recientes decisiones de la Corte Internacional de Justicia con respecto a la causa de la controversia territorial que tenemos con Guyana en torno al territorio Esequibo.

Deben recordar mis apreciados lectores y lectoras que en la columna precedente mencioné sobre la fijación de audiencias por parte de esta instancia para escuchar tanto a Venezuela como a Guyana en sus argumentos para pronunciarse sobre la procedencia o no de esas medidas cautelares. Inicialmente esas audiencias estaban pautadas para el martes 14 de noviembre, pero en función del pronunciamiento que algunos hemos tenido en torno al tema, parece que les pasaron la información, y por ello las mismas han sufrido modificaciones.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) procedió a la reasignación de la fecha  a la República Bolivariana de Venezuela para aportar sus alegatos a la solicitud antes mencionada en medidas cautelares al referendo consultivo del próximo 3 de diciembre.

Antes como lo he señalado era el martes 14 de noviembre a las 10 am hora de La Haya (5 am hora de Caracas), ahora será el 15 de noviembre a las 10 am hora de La Haya (5 am hora de Caracas).

En el caso de la República Cooperativa de Guyana, se mantiene para el martes 14 de noviembre a las 10 am hora de La Haya (5 am hora de Caracas). Cabe recordar que las mismas se darán en inglés y francés que son los idiomas oficiales de la Corte, y esto llama la atención porque siendo ésta una instancia del sistema de Naciones Unidas, no se maneje en todos los idiomas, y que estas audiencias no tengan traducción al idioma castellano. ¿Casualidad esto también?

Pero ya lo expresé en su debida oportunidad, y en ello los compañeros de Misión Verdad lo expresaron recientemente. Después que en su momento la República Cooperativa de Guyana no reconocía la jurisdicción de la CIJ al igual que nosotros, posteriormente decidió acudir unilateralmente porque el gobierno de Granger y ahora del gasolinero Irfaan Alí, de la Exxon Mobil e Inglaterra saben muy bien que dicha instancia no es para nada imparcial ni resolverá la controversia sobre el Esequibo.

Y colocaré un dato significativo que aportan los compañeros del referido portal que no debe ser sorpresa para nadie: Nada más y nada menos que el 40% de los jueces que integran la CIJ nacieron en territorios británicos o ex colonias y comulgan con los postulados del Derecho Anglosajón, el cual es diametralmente distinto al Derecho que se estudia y practica en países como el nuestro. Así que no nos llamemos a engaño.

Así están planteadas las cosas. No quiero decir con ello que Venezuela no debe dar la pelea en esa instancia. No es ese mi planteamiento y puedo comprender las razones de Estado en acudir a la misma si fuere el caso, aun cuando nuestra posición reiterada ha sido no reconocer la jurisdicción de la Corte. Pero no podemos llamarnos a engaño de pensar que de ahí salga una decisión abrumadoramente favorable a nosotros. Y debemos estar preparados para todos los escenarios posibles.

De todas maneras, no podemos bajar la guardia y debemos mantenernos en alerta. Y bueno en cuanto a las decisiones de la CIJ, “amanecerá y veremos…” como lo expresa un sabio refrán popular.

Si adelanto que, de no surgir otro elemento que nos obligue a referirnos de otros tópicos, la edición 90 de esta columna estará dedicada a Valery Paul Hart, otra de las heroínas no muy conocidas en nuestra reclamación histórica sobre el Esequibo al igual que el general Domingo Antonio Sifontes, y que los jesuitas Pablo Ojer y Hermann González Oropeza, cuyo legado en el marco de esta reclamación histórica algunos sectores están muy interesados en desaparecer.

Así que esperen esa columna, que seguramente los dejará impactados.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!                            

¡Viviremos y Venceremos!

* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas. , jmartoranoster@gmail.comj_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.







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