Virginia King.
La población venezolana sufre la tensión política generada por la intervención política externa, que pretende apoyar gobiernos al margen de su Constitución, aprobada mediante referéndum popular en 1999, como por medidas coercitivas unilaterales que afectan seriamente su economía. Lo cual lejos de contribuir a resolver los problemas internos en el sentido de corregir errores y deslastrar focos de corrupción, tienden a buscar generar espirales de violencia fratricida. Para lo cual se utilizan con profusión tecnológica, falsas noticias difundidas masivamente. Poderosos intereses mundiales pretenden así, bajo ropajes pretendidamente humanitarios, aprovecharse de las riquezas naturales del país.
En esta coyuntura histórica, la República Bolivariana de Venezuela se encuentra en el centro de la geopolítica mundial. Con discusiones sobre su situación llevadas a diversas instancias internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU. Y recibe manifestaciones de solidaridad tanto de gobiernos, como de diversas comunidades de buena voluntad.
El Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad Con los pueblos de América Latina Oscar Arnulfo Romero, desde El Salvador, dice: “Venezuela está padeciendo la más intensa intervención externa desde que el fallecido presidente Hugo Chávez fue elegido como jefe de Estado. Esta nueva agresión cuenta con el apoyo de algunos gobiernos latinoamericanos, que valiéndose de engaños a la población…con el uso de “información maliciosa” terminaron accediendo al poder al amparo de mensajes muy lejanos a los valores del Evangelio y a los derechos humanos. Sin embargo hoy bajo el discurso “cristiano” y de “derechos humanos” atacan sin misericordia al pueblo venezolano, causando graves consecuencias en la vida de las grandes mayorías nacionales”. (SICSAL. 26.01.2019).
Resalta la vigencia del Mensaje a los Pueblos de América Latina, de los obispos reunidos en Puebla México, hace 40 años, cuando manifestaban: “No aceptamos la condición de satélite de ningún país del mundo, ni tampoco de sus ideologías propias. Queremos vivir fraternalmente con todos, porque repudiamos los nacionalismos estrechos irreductibles. Ya es tiempo de que América Latina advierta a los países desarrollados que no nos inmovilicen, que no obstaculicen nuestro progreso,…sino al contrario, nos ayuden…respetando nuestra cultura, nuestros principios, nuestra soberanía, nuestra identidad, nuestros recursos naturales. En ese espíritu, creceremos juntos, como hermanos, miembros de la misma familia universal”. (Puebla, La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Ed. Tripode. Caracas 1979).
A 40 años de Puebla, la comunidad ecuménica de FUNDALATIN, rechaza la tendencia a generar espirales de violencia y desde la espiritualidad liberadora de profetas como Martin Luther King y San Romero de América, llama a respaldar la soberanía del pueblo venezolano y contribuir a la construcción de la Paz y al cuidado de la Madre Tierra.
En esta coyuntura histórica, la República Bolivariana de Venezuela se encuentra en el centro de la geopolítica mundial. Con discusiones sobre su situación llevadas a diversas instancias internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU. Y recibe manifestaciones de solidaridad tanto de gobiernos, como de diversas comunidades de buena voluntad.
El Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad Con los pueblos de América Latina Oscar Arnulfo Romero, desde El Salvador, dice: “Venezuela está padeciendo la más intensa intervención externa desde que el fallecido presidente Hugo Chávez fue elegido como jefe de Estado. Esta nueva agresión cuenta con el apoyo de algunos gobiernos latinoamericanos, que valiéndose de engaños a la población…con el uso de “información maliciosa” terminaron accediendo al poder al amparo de mensajes muy lejanos a los valores del Evangelio y a los derechos humanos. Sin embargo hoy bajo el discurso “cristiano” y de “derechos humanos” atacan sin misericordia al pueblo venezolano, causando graves consecuencias en la vida de las grandes mayorías nacionales”. (SICSAL. 26.01.2019).
Resalta la vigencia del Mensaje a los Pueblos de América Latina, de los obispos reunidos en Puebla México, hace 40 años, cuando manifestaban: “No aceptamos la condición de satélite de ningún país del mundo, ni tampoco de sus ideologías propias. Queremos vivir fraternalmente con todos, porque repudiamos los nacionalismos estrechos irreductibles. Ya es tiempo de que América Latina advierta a los países desarrollados que no nos inmovilicen, que no obstaculicen nuestro progreso,…sino al contrario, nos ayuden…respetando nuestra cultura, nuestros principios, nuestra soberanía, nuestra identidad, nuestros recursos naturales. En ese espíritu, creceremos juntos, como hermanos, miembros de la misma familia universal”. (Puebla, La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Ed. Tripode. Caracas 1979).
A 40 años de Puebla, la comunidad ecuménica de FUNDALATIN, rechaza la tendencia a generar espirales de violencia y desde la espiritualidad liberadora de profetas como Martin Luther King y San Romero de América, llama a respaldar la soberanía del pueblo venezolano y contribuir a la construcción de la Paz y al cuidado de la Madre Tierra.
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