Por: Pasqualina Curcio
Reconocer, no solo en el discurso, sino sobre todo en la acción, que el tipo de cambio paralelo y sus variaciones atienden a manipulaciones políticas, que no responden al comportamiento de la economía real, financiera y monetaria, sino que es un arma de la guerra económica, podría ser de gran ayuda si de verdad está planteado resolver el asunto de la hiperinflación.
Independientemente de la cantidad de bolívares que circule en la economía, de qué tanto suba o baje el encaje legal, las tasas de interés, o de cuántas divisas oferte el Estado, el tipo de cambio paralelo seguirá manteniendo un comportamiento que solo responde a los planes de agresión contra el pueblo venezolano y que, por razones estratégicas, solo conocen quienes accionan el gatillo, el teclado.
De allí la imposibilidad de pronosticar la inflación y el valor de la moneda. De allí que el FMI y las firmas de “análisis económicos y econométricos” siempre se equivocan en sus estimaciones futuras de la inflación en Venezuela.
Mientras el ataque a la moneda forme parte del arsenal en esta guerra económica, mientras no la depongan, no importará que la política cambiaria en Venezuela se base en un libre mercado con Interbanex a la cabeza, con innumerables casas de cambio, o con controles en la administración de las divisas.
Ese tipo de cambio paralelo seguirá variando según los planes de guerra de la Reserva Federal, y continuará siendo el referente para la fijación no solo de los precios internos de todos los bienes y servicios de la economía, sino como ha venido ocurriendo, también marcará el tipo de cambio oficial forzando devaluaciones con el propósito de reducir la brecha cambiaria.
Lo que actualmente ocurre entre el tipo de cambio paralelo, el oficial (DICOM) y el de “libre mercado” (Interbanex) es una muestra del comportamiento político y no económico del paralelo. El hecho de que el DICOM/Interbanex superen al paralelo no tiene lógica económica. Aunque algunos economistas se esfuercen en explicarlo y le den miles de vueltas, las razones son políticas.
Se lee en los libros de teoría económica que cuando se establecen controles y se fijan precios máximos, pueden surgir mercados paralelos. De hecho, cuando en 2003 se creó el control cambiario surgió dicho mercado informal cuyo precio siempre fue relativamente similar al tipo de cambio oficial hasta agosto de 2012, momento en el que comenzó una desproporcionada manipulación política de la cotización del bolívar con respecto al dólar a través de páginas web.
Basándonos en la misma teoría, esperaríamos que ante la eliminación de los ilícitos cambiarios y la creación de la Plataforma Interbanex, es decir, ante la posibilidad de intercambiar libremente los bolívares por divisas y por lo tanto que sea el “mercado” el que “libremente” fije un precio de “equilibrio” en el cual la demanda se iguale a la oferta de divisas, desaparecería el mercado paralelo.
Esperaríamos entonces que desapareciesen todos esos portales web que marcan el supuesto valor del bolívar, incluyendo los que se encargan de promediarlos. Esto no ha ocurrido, ni ocurrirá mientras persistan las intenciones de desestabilizar la economía a través del ataque a la moneda.
Fenómeno similar se ha estado observando en Argentina desde diciembre de 2016. En ese momento Macri liberó el marcado cambiario y sin embargo, el portal dolarblue, equivalente a dolartoday, sigue siendo referencia para marcar no solo los precios de los bienes y servicios sino del propio tipo de cambio del “libre mercado” de la divisa. Desde esa fecha el tipo de cambio de “libre mercado” lo que ha hecho es perseguir al dolarblue[1].
Actualmente, en Venezuela, no solo se mantienen estos portales a pesar de la posibilidad de comprar y vender libremente las divisas en la nueva plataforma Interbanex, sino que además, contra toda regla teórica, marcan precios por debajo del supuesto equilibrio del “libre mercado” generando un diferencial negativo, es decir, el DICOM/Interbanex superan al paralelo, fenómeno que no tiene explicación económica.
El tipo de cambio paralelo está mostrando un patrón de comportamiento que es histórico y que responde a criterios políticos.
El que en estos momentos la diferencia entre el paralelo y el DICOM/Interbanex sea negativa se explica por dos factores que se están desarrollando simultáneamente: 1) el aumento del DICOM/Interbanex y 2) la disminución del paralelo.
La disminución del paralelo atiende a un patrón de comportamiento histórico: cada vez que ha habido un repunte, por supuesto manipulado, de este tipo de cambio, lo cual ha ocurrido, por lo general, en momentos de alta conflictividad política o en el marco de procesos electorales, dicho repunte ha estado seguido por una caída de similares proporciones. La siguiente gráfica muestra este patrón desde la creación de dolartoday en 2010 hasta la fecha.
Se observa, por ejemplo que luego del repunte en las elecciones presidenciales de abril de 2013 le siguió una caída en proporciones similares.
Igualmente ocurrió durante las guarimbas de 2014, la Salida en 2015, las elecciones parlamentarias de 2015, las intenciones de un referendo revocatorio por parte de la oposición a finales de 2016 y durante las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente en agosto 2017.
Cuando aumentan el tipo de cambio cumplen su objetivo de incidir de manera desproporcionada sobre los precios internos de la economía para generar mayor desestabilización y luego, en similares proporciones, lo disminuyen. El mal ya está hecho porque aunque baje el tipo de cambio en esos portales, los precios internos de bienes y servicios no disminuyen. Posteriormente, inician una nueva arremetida con mayor margen ganado con la caída.
Los casos en los que no se observó una disminución inmediata y de iguales proporciones del tipo de cambio paralelo luego de haberse registrado un aumento importante, corresponden a los momentos en los que hubo devaluaciones de la moneda, es decir, que el gobierno, varió el tipo de cambio oficial.
Es el caso, por ejemplo, de las elecciones presidenciales de 2018 o a inicios del año 2018 en el marco del dialogo entre el gobierno y la oposición celebrado en República Dominicana. El siguiente gráfico muestra las variaciones del tipo de cambio oficial y del paralelo.
En los actuales momentos se establece un nuevo esquema cambiario basado en la plataforma Interbanex, que en principio “libera” el mercado de divisas observándose también aumentos del DICOM en una carrera por alcanzar al paralelo y a Interbanex. Ambos tipos de cambio (DICOM/Interbanex) no solo lograron alcanzar al paralelo, sino que además lo superaron. Esto debido a que se encontraron con una abrupta caída del paralelo acorde con el patrón de comportamiento histórico, lo que ha derivado en una brecha cambiaria negativa.
Debido a que los mercados de divisas en Venezuela, tanto oficiales como paralelos, no han seguido una lógica económica sino política y observando además lo que ocurre en Argentina, esperamos, contrario a lo que establece la teoría económica de los mercados que, a pesar de que se libere el mercado cambiario:
1) No desaparecerán los portales web que marcan el tipo de cambio paralelo, por lo menos no lo harán mientras persista el objetivo de guerra de atacar el bolívar
2) iniciarán nuevas arremetidas contra la moneda cuya magnitud dependerá de los planes desestabilizadores del momento político. Dichas arremetidas obligarán a posteriores depreciaciones del bolívar: el DICOM/Interbanex comenzarán una carrera detrás del paralelo con el objetivo de mantener la brecha cambiaria en niveles cercanos a cero.
El que dicha brecha esté más o menos cercana a cero es un asunto de rapidez, depende de cuál de los tres tipo de cambio escala más rápido.
Somos conscientes que lo aquí dicho se basa en probabilidades, la certeza solo la tiene quien detrás de un teclado, especialmente el de dolartoday y AirTM seguirán haciendo su trabajo de desestabilizar la economía atacando la moneda. Seguirán mientras se mantenga la guerra económica y mientras no logremos fortalecer nuestro bolívar y fabricarle un escudo que lo proteja de los despiadados ataques. Escudo que puede ser forjado con oro y diamantes.
[1] A este respecto leer Dólar blue (o las barbas del vecino) y Curcio, Pasqualina (2018). Hiperinflación. Arma imperial. Editorial Nosotros Mismos. Caracas. Venezuela
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