Lil Rodríguez.
La semana resultó dolorosa para la música. Falleció Lucho Gatica, emblemático bolerista chileno quien entregó su último suspiro en México; y resultó por demás dolorosa para la canta venezolana por la partida física de Mario Suárez, voz de la música nacional con la que crecieron por los menos dos generaciones. A su importante legado musical hay que sumar el camino que abrió para miles de cultores de la música de nuestro país. Paz eterna a su alma.
Pero también partió este jueves 15 de noviembre el bajista, arreglista y productor Miguel Blanco, como consecuencia de un ACV del que no se pudo recuperar. Esta periodista lo supo a través de Ezequiel Serrano, quien además, amorosamente solicitaba auxilio para las honras fúnebres de Miguel y su posterior cremación. No hizo falta gobierno. La solidaridad fue holgada.
No fue noticia en los medios nacionales. No se movilizó la oficialidad. La orfandad de nuestros músicos sigue siendo indignante. No es el músico el que tiene que ir donde el funcionario. Es el Estado el que tiene que cuidar de los exponentes de la espiritualidad transmitida. Cansados estamos de la ausencia de un organismo que preste atención pertinente a nuestros valores musicales sin pedir carnet. Respiro por la herida.
Miguel Blanco nació en Caracas en octubre de 1958. Tenía 60 años recién cumplidos cuando falleció. Guitarrista clásico y bajista versátil acompañó por citar a algunos a Yordano, a Evio y su Adrenalina Caribe, Colina, María Rivas, Sergio Pérez, Servando y Florentino, Víctor Cuica, la Filarmónica Nacional y un largo etc. internacional. Llegó a ser bajista de la Sección Rítmica de Caracas, y eso habla de su calidad y de su calidez, ahora eternas. Hará falta.
Pero también partió este jueves 15 de noviembre el bajista, arreglista y productor Miguel Blanco, como consecuencia de un ACV del que no se pudo recuperar. Esta periodista lo supo a través de Ezequiel Serrano, quien además, amorosamente solicitaba auxilio para las honras fúnebres de Miguel y su posterior cremación. No hizo falta gobierno. La solidaridad fue holgada.
No fue noticia en los medios nacionales. No se movilizó la oficialidad. La orfandad de nuestros músicos sigue siendo indignante. No es el músico el que tiene que ir donde el funcionario. Es el Estado el que tiene que cuidar de los exponentes de la espiritualidad transmitida. Cansados estamos de la ausencia de un organismo que preste atención pertinente a nuestros valores musicales sin pedir carnet. Respiro por la herida.
Miguel Blanco nació en Caracas en octubre de 1958. Tenía 60 años recién cumplidos cuando falleció. Guitarrista clásico y bajista versátil acompañó por citar a algunos a Yordano, a Evio y su Adrenalina Caribe, Colina, María Rivas, Sergio Pérez, Servando y Florentino, Víctor Cuica, la Filarmónica Nacional y un largo etc. internacional. Llegó a ser bajista de la Sección Rítmica de Caracas, y eso habla de su calidad y de su calidez, ahora eternas. Hará falta.
Miguel Blanco |
Periodista. Defensora de los valores culturales venezolanos y latinoamericanos.
lilrodriguez@cantv.net @lildelvalle
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