*JUAN MARTORANO.
Ante las verdades que estamos develando con el tema de la migración venezolana, ciertamente los operadores psicológicos de servicios de inteligencia de potencias enemigas de Venezuela comienzan a escribirme y creen que me insultan, pensando que me van a amilanar. Desde ya les señalo que no pierdan su tiempo, y ahora es cuando escribiré sobre estos temas, y daré cifras incluso del propio sistema de Naciones Unidas, que colocan en su justa dimensión la real situación migratoria en Venezuela.
Curioso que estas personas que me escriben plantean de manera abstracta el tema, y no con las especificidades con las que lo he hecho este servidor quien escribe estas líneas. No es lo mismo hablar de emigración (venezolanos y venezolanas que han decidido irse del país para establecerse en otro) que de inmigración (ciudadanos y ciudadanas extranjeros y extranjeras que deciden establecerse en el nuestro), y que ciertos actores políticos solo ven una sola arista de la migración en Venezuela, lo que descalifica su apreciación por realizarse de manera sesgada y a conveniencia.
De ningún modo he negado la migración en Venezuela, todo lo contrario. Los promotores de los Derechos Humanos bajo visión crítica entendemos este fenómeno como parte del ejercicio al libre tránsito o circulación, reconocido no solo en el artículo 50 de nuestra Carta Magna, sino también en diversos tratados internacionales tales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana de Derechos Humanos (artículos 12 y 22, respectivamente). Incluso en países como Ecuador y Chile, este tema es tratado como movilidad humana, hasta el punto que sus cancillerías se denominan Ministerios de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, por darle incluso rango constitucional a este derecho.
Venezuela siempre ha sido un país de constantes flujos migratorios. Y estos a lo largo del siglo XX fueron impulsados, principalmente a las particularidades económicas del país, y las cuales funcionaron como factor de atracción para la migración internacional. Asimismo, las políticas de Estado y las coyunturas internacionales, conflictos bélicos o regímenes dictatoriales en otros países, potenciaron y potencian aún este proceso social, lo que ha dado como resultado y continúa dándolo, impactos en los rasgos demográficos, étnicos y culturales.
Históricamente la política migratoria del Estado venezolano presenta tendencias al fomento de la inmigración desde el siglo XIX, pero a partir de la transformación económica derivada de la explotación petrolera durante el siglo XX, se evidencia un impacto significativo de inmigrantes internacionales en el territorio del país.
En 1945 se definió una política de “puertas abiertas” a la inmigración, y los requisitos exigidos en aquel entonces eran poco estrictos, consistiendo en poseer menos de 35 años de edad, poseer buena salud y presentar buena conducta. Esta apertura se justificó políticamente como una respuesta solidaria de Venezuela hacia los ciudadanos y ciudadanas del mundo aquejados y aquejadas por las terribles consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
Es importante tomar en cuenta que, dada la historia migratoria de Venezuela como país receptor de flujos migratorios de origen diverso (y esto desde la colonia hasta la actualidad), el fenómeno reciente de la emigración carece de referentes consolidados, tanto en el ámbito oficial del Estado, como en el mundo académico relacionado con la investigación en el tema. Por su carácter emergente, este tema ha sido y es abordado desde la perspectiva periodística, sectorial y coyuntural, lo que hace mostrar visiones sesgadas sobre el mismo.
El debate público asociado al proceso migratorio de ciudadanas venezolanas y ciudadanos venezolanos ha sido orientado y se orienta principalmente a buscar un número total de emigrantes y a describir las condiciones de vida en tránsito y países de destino. Frente a ellos, y a partir de las fuentes de información disponibles, como investigaciones académicas, empresas encuestadoras organismos multilaterales, institutos nacionales de estadísticas de países de destino, en próximas entregas trataré de brindar un panorama más integral y con perspectiva de Derechos Humanos de la situación de la migración venezolana.
Por ahora, vamos a volcar nuestra atención en la siguiente cronología, a fin de poder observar, como a través de este tema, se busca construir toda una argumentación para un relato y una narrativa que legitime la actual injerencia “humanitaria” sobre Venezuela, con el fin de desencadenar una acción armada sobre el país y concretar un cambio de régimen e iniciar un proceso de “transición política”.
1.- El 31 de agosto de 2018, la Vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez y el ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, denunciaron ante la ACNUR la campaña internacional que busca justificar la intervención “humanitaria” sobre Venezuela, en reunión con el Alto Comisionado de esa instancia, Mathew Crentsil y del coordinador del sistema de Naciones Unidas en Caracas, Peter Grohmann.
2.- La respuesta a estas denuncias formuladas por el Gobierno venezolano fue que los días 4 y 5 de septiembre del presente año, trece países de la región (Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú, Paraguay, República Dominicana y Uruguay) se reunieron en la ciudad de Quito (Ecuador) para tratar el tema de la “regularización de los migrantes venezolanos”, esto para obtener fondos externos para atender el éxodo desatado por la “crisis en Venezuela”.
3.- Pocos días después, el 19 de septiembre, y en plena instalación del 73 período de sesiones de la ONU, la Alta Comisionaduría de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), designan al ex vicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein como representante especial para los refugiados y migrantes venezolanos que “huyen de la crisis de su país”.
4.- El 23 de octubre y en pleno desarrollo de las caravanas centroamericanas de migrantes que se dirigen hacia Estados Unidos, el vicepresidente de ese país, Mike Pence acusa a Venezuela, y específicamente al Presidente de la República Nicolás Maduro de “financiar” las referidas caravanas, esto a poco más de dos semanas de las denominadas “elecciones de medio término” en EEUU.
5.- El 8 de noviembre de 2018, luego de la realización de las elecciones de “medio término” en Estados Unidos, la ACNUR y la OIM anuncian que el número de migrantes venezolanos ascendería a 3 millones de personas. Estos señalamientos los formulo el representante especial para los refugiados y migrantes venezolanos designado por esas instancias, Eduardo Stein. Lo peligroso de estas afirmaciones, es que en función de esta “realidad” se ha procedido a la convocatoria a una segunda reunión con gobiernos de la región a realizarse el 22 de noviembre de 2018 en Quito (Ecuador) una vez más, para tratar este tema y trabajar en el diseño de un “Plan Regional de Respuesta Humanitaria para los refugiados y migrantes venezolanos” a partir del mes de diciembre.
No obstante, un día antes, el 7 de noviembre de 2018, en el marco de la conmemoración del aniversario de la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) en Venezuela, y de acuerdo a nota publicada por nuestra Cancillería en su portal web, se otorgaron 35 reconocimientos a ciudadanos extranjeros y ciudadanas extranjeras a su condición de refugiados y refugiadas que solicitaron tal condición ante el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, discriminados de la siguiente manera: 28 de nacionalidad colombiana, 6 de nacionalidad siria y 1 de nacionalidad saharaui. El acto contó con la presencia del Defensor del Pueblo, Alfredo Ruiz, del general Ángel Medina Pineda y Javier Izquiel, miembros de la CONARE, de Mathew Crentsil y Enrique Valles, representantes de la ACNUR presentes en el acto.
De ahí que hay crisis migratorias y humanitarias que se invisibilizan en este tipo de debates, así como se oculta que el Estado venezolano es el verdadero garante en la defensa y promoción de Derechos Humanos, pese al contexto de medidas coercitivas unilaterales que se le ha impuesto, y que fácilmente pudieran configurar genocidio y crímenes de lesa humanidad contra el Estado- Nación venezolano.
6.- El 15 y 16 de noviembre de 2018, se reunió en Guatemala, ciudad capital del país con el mismo nombre, la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, donde el tema de la migración venezolana, si bien no fue tratado en profundidad, no por ello dejo de ser mencionado. Todo forma parte del preludio de la legitimación de la intervención humanitaria.
7.- Hay que tomar debida nota de las advertencias formuladas por José Negrón Varela, quien en su artículo titulado “La niela de la guerra se posa sobre el sur de Venezuela” nos advierte que entre el 18 y 30 de noviembre se estará realizando en Brasil la octava edición del ejercicio “Crucero del Sur” (CRUZEX), en el que participarán al menos 14 países con unas 120 aeronaves aproximadamente. El CRUZEX es uno de los ejercicios de mayor dimensión organizados por el ejército brasileño y tiene como una de sus misiones desarrollar varios escenarios de “guerra no convencional” con el enfrentamiento a fuerzas insurgentes y paramilitares, en el contexto de una misión de Naciones Unidas. Agregaría yo, que este ejercicio militar se realizará en vísperas de la venida del presidente de Estados Unidos, Donald Trump a la Cumbre del G-20 a realizarse entre los días 30 de noviembre y 1 de diciembre en Buenos Aires (Argentina).
Es evidente que todo esto se está realizando para la preparación y articulación de acciones por parte de actores políticos nacionales e internacionales en coordinación con conglomerados mediáticos, a fin de convocar a un conjunto de acciones a partir del 10 de enero de 2019, fecha de inicio del nuevo sexenio del Presidente Nicolás Maduro, a fin de convocar al pueblo de Venezuela, a la comunidad internacional a “defender la Constitución y propiciar el cambio político en el país”, bajo el argumento de que el Primer Mandatario Nacional continuaría “usurpando” los poderes presidenciales. De ahí que la manipulación en el tema de la migración venezolana adquiere importancia para los planes desestabilizadores contra el país.
En la próxima entrega revelaremos las razones del por qué de esta ofensiva de la administración Trump contra ciertos países en el mundo en este instante. Además de comenzar a tratar el tema de los incidentes con Colombia (país con el mayor número de migrantes venezolanos de acuerdo a ACNUR y OIM), y suministrar algunas cifras sobre la situación de Derechos Humanos en el país neogranadino.
Pendientes y vista.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado y Analista Político, defensor de Derechos Humanos. Miembro de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC). www.juanmartorano.blogspot.com , www.juanmartorano.wordpress. com . @juanmartorano. Facebook: Juan Martorano Castillo, IG: @juanmartorano. jmartoranooster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com y juan_martoranocastillo@yahoo. com.ar
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