José Sant Roz
- Camaradas, aceptemos que somos bien impuntuales y desordenados. Si nos citan para una reunión que debe arrancar a las 3 de la tarde, nos cogen la 5 y nada que comienza. Entonces a las 6 ya la gente empieza a desesperarse y a fugarse, y cuando llega la 7 de noche, no se ha llegado a ninguna conclusión, de modo que habrá que volverse a reunir para que nuevamente suceda lo mismo. Esto, carajo!, no puede ser de revolucionario, de chavista ni de bolivariano!
- Nuestro supuesto orden es un desorden de primer orden, y por eso durante las guarimbas la derecha nos metió tremendo chuzo, y por eso mismo durante esta guerra económica no hemos podido pegar una. No nos organizamos ni siquiera para protestar ante un simple bodeguero que nos quiere sacar las tripas y dejarnos sin sangre..., ¿cómo entonces se podría esperar que medio podamos rasguñar a Fedecamaras? Siempre vamos a la defensiva, reculando y llevando palo y coñazos de todos los poderosos y a la vez diciendo que vamos venciendo. Y muchas veces dejando a la deriva a nuestros propios compañeros de lucha (y esto lo digo porque cuando en Mérida nos agredieron horriblemente a mi esposa y a mí por dar la cara ante una especuladora, nadie se apareció, pese a que se hicieron suplicantes llamados a la GNB, SUNDEE, Policía, Partido,…).
- Todavía no sabemos unirnos para enfrentar a la canalla de la derecha. Jamás el movimiento popular ha contado en sus batallas con los entes oficiales ni con las fuerzas armadas (a veces ni con el partido) para defenderse de los criminales ataques de la burguesía. Al pueblo casi siempre lo dejan solo cuando la derecha arremete con sus mercenarios, especuladores y paramilitares.
- Que es verdad que también muchos de nosotros nos comportamos como tiranos (tal cual como lo dijo Bolívar de los venezolanos: “no se le puede dar un mandador porque se vuelven tiranos…”); nos comportamos como sabihondos, prepotentes y desbocados mandones. No se diga la forma cómo actúan ciertos carajitos (caga-verde) que se creen líderes y creen tener a Dios agarrado por la chiva... Llegan estos señoitos dando órdenes y poniendo patas arriba casi siempre lo que el pobre pueblo con tanto esfuerzo trata de organizar.
- Tengan en cuenta, camaradas, que a la inmensa mayoría de las revoluciones las han derrumbado desde adentro; no las han echado abajo los enemigos que atacan frontalmente, sino los loquitos (y flojitos) que poco a poco las van maleando con sus desatinos, las van manejando (manipulando) desde dentro.
- A Sucre no lo mató un realista sino los colombianos José María Obando y José Hilario López, dirigidos por Santander. A Bolívar no lo condenaron al ostracismo los godos sino los malditos venezolanos como Páez, Leocadio Guzmán, Miguel Peña o Mariño. A Ezequiel Zamora no lo asesina la oligarquía sino que lo acribilla por la espalda Antonio Guzmán Blanco, desde su mismo bando.
- “Todo lo grande está en medio de la tempestad”, dijo Martin Heidegger citando a Platón. Eso es lo grande que vivimos ahora mismo en Venezuela, a pesar de tantos desastres como los que sufrimos, pero mucho cuidado sólo quedarnos en resonancia de las frases.
- Nos vanagloriamos de que contamos con un millón de milicianos, pero resulta que cuando uno sabanea a uno sólo de ese millón, para enfrentar a un ladrón comerciante que te está robando a plena luz del día, entonces usted no encuentras ni uno solo. Y si por un milagro llegaras a encontrarlo (me pasó un día en la Plaza Bolívar de Mérida) se te escabullirá diciéndote que él no tiene ningún poder ni ninguna autoridad para luchar contra los usureros.
- Siempre me pongo a pensar qué ocurriría realmente si de repente nos invaden los gringos o los colombianos. Cómo será nuestro poder de respuesta. Cómo será nuestra coordinación ante el avance de los asesinos paramilitares, dónde nos entregarán las armas, quienes nos protegerán, a donde nos concentraremos para repeler los ataques, quien nos suministrará la comida, los pertrechos, como nos reuniremos o coordinaremos nuestras unidades de batalla...
- Porque lo que no se haya planificado con detenimiento, previendo tantos avatares que se desatan en una guerra, no lo vamos a resolver en medio de los combates. Y téngase en cuenta que la derecha se está reorganizando para lanzar un duro ataque en enero, con guarimbas, sabotajes y horrores terroristas de todo tipo. Nosotros mismo no le paramos con detenimiento al horro del atentado que se hizo contra el presidente Maduro. Al presidente Maduro, cuán solo lo hemos dejado, CARAJO!, cuerda de locos,…
Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.
jsantroz@gmail.com @jsantroz
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