miércoles, 24 de febrero de 2016

Análisis de la Coyuntura Nacional.



*JUAN MARTORANO.

Podemos expresar, sin temor, que a partir del fallecimiento del Comandante Supremo y Eterno Hugo Chávez y más intensamente después de los comicios parlamentarios del 6 de diciembre de 2015, se abrió un profundo y autocrítico debate a lo interno del chavismo, de las fuerzas políticas y sociales que respaldan la Revolución Bolivariana que la prepotencia y el sectarismo no han podido evitar.
Hoy el legado del Comandante Chávez se encuentra verdaderamente amenazado como nunca antes en 17 años de Revolución hecha Gobierno ha ocurrido. Y esto fundamentalmente por la falta de decisiones oportunas y necesarias que evitarían el colapso de nuestro modelo bolivariano. Un modelo que busca garantizar, fundamentalmente la justicia social y el bienestar colectivo y el protagonismo de las mayorías que estuvieron durante muchísimos años excluidas sin excluir a las ya incluidas, vaya este juego de palabras. Hoy, la realidad por la que atravesamos, se aleja dramáticamente de esas banderas que convocaron y en buena medida siguen convocando al pueblo venezolano.
Este es un apretado resumen autocrítico sobre la situación por la que estamos atravesando en estos momentos.  Sin negar que en este contexto, hay toda una estrategia imperial en el marco de sus nuevas estrategias geopolíticas, y fundamentalmente las que están dirigidas en la América Latino Caribeña, con la reconquista a través de diferentes acciones y operaciones que están implementando, la reconquista de lo que ellos consideran su “patio trasero”. Algo de eso me referí en mi último artículo.
Nuestro país ha cambiado y hay una nueva reconfiguración política y social, con nuevas demandas y nuevas expectativas, y ni el Gobierno ni la MUD se conectan realmente ni interpretan esas nuevas demandas y expectativas de nuestra sociedad. Hay una desconexión total en el discurso, pero sobre todo de las acciones, el principal problema por la que estamos atravesando los venezolanos y venezolanas es que estamos viviendo de forma muy complicada, muy difícil, muy compleja. Y en algunos casos nos encontramos todos y todas desprovistos de una voz que nos entienda, no solamente que nos oriente y que nos guíe, y que entienda verdaderamente lo que está sucediendo en la calle.
En estos momentos de la política venezolana, hay discursos muy vacíos y carentes de propuestas y soluciones que espera nuestro pueblo. Uno de los problemas fundamentales que tiene el Presidente de la República Nicolás Maduro, desde mi punto de vista, es que está muy mal asesorado, evidenciando que no tiene un verdadero equipo, y por ende, improvisa mucho. Y hay que entender que los problemas se transforman, y es por ello, que también se debe transformar la forma de actuar. De ahí la importancia del pensar, analizar y estudiar para volver nuevamente a la acción.
No podemos ocultar que hoy padecemos de poder acceder a los insumos mínimos para tener una vida digna, una calidad de vida digna. Por supuesto, esto no es responsabilidad única y exclusiva del Gobierno o el Alto Mando Político y Militar de la Revolución, porque también la derecha tiene su cuota de responsabilidad en esto. Sin duda todos debemos trabajar en el bien inestimable para salir de esta situación, pero, lamentablemente, hay sectores que no les interesa que la situación se solucione, antes bien, apuestan al escalamiento y agravamiento del conflicto para que se dé el estallido, para que desemboque la violencia.
Lamentablemente el discurso panfletario esta sepultando el discurso orientador y pedagógico. En esta crisis social que padecemos, es justo juzgar severamente a los diferentes actores sociales. Después de aquel fatídico 5 de marzo de 2013 cuando perdimos a nuestro Comandante, pareciera que la política se ha convertido en un diálogo de sordos, que no solamente no se escuchan entre sí mismos, sino que no están escuchando al pueblo, sobre todo en las calamidades y necesidades que padece.
Es una crisis global la que vivimos. Nadie de la dirigencia política del país, sea chavista u opositora se está poniendo en los zapatos de nuestra gente, no hay empatía en el discurso ni sintonía con estas situaciones, no se logran comunicar con las grandes mayorías que estamos padeciendo estas grandes dificultades. Evidentemente, la crisis de legitimidad y de liderazgo en nuestro país es muy grande.
Hay una gran dificultad de nuestro Gobierno Bolivariano para comunicarse con nuestro pueblo. Considera que la propaganda es más que suficiente para sustituir a la información. Se pretende tapar con la propaganda los problemas que atravesamos en nuestra cotidianidad, y eso nos está haciendo muchísimo daño, y más cuando salimos a las calles y contrastamos con una realidad que es muy distinta a la que nos quieren hacer ver. Tampoco estamos en el apocalipsis que nos venden los medios de la derecha nacional y transnacional, pero es evidente los graves problemas por los que estamos atravesando. La falta de información oficial genera terror y le da espacios a los rumores, a la desinformación, lo cual es extremadamente peligroso en estos momentos, porque genera incertidumbre y desestabilización. Esa orfandad y sensación de que “no hay nadie”, además de falta de decisión, va debilitando las bases que sustentan la gobernabilidad.
Confieso mis preocupaciones, porque todas estas situaciones pueden llevarnos a escenarios muy violentos, incluso ya estamos viendo los primeros signos. La derecha lo sabe y se está aprovechando de eso. Se está aprovechando de los errores y fallas de la gestión gubernamental, de su falta de visión estratégica, no para buscar alternativas democráticas para incluso sustituir al Gobierno, sino que apuestan al derramamiento de sangre para entregar este país y sus riquezas a los amos del mundo.
¿O será también que la gente está esperando el surgimiento de un factor que no sea la actual dirigencia que está en el Gobierno o de los factores variopintos que hacen vida en la MUD? Es una interrogante válida y que varios analistas nos hacemos.
El liderazgo se fundamenta en la palabra, hay una gran inflación de la palabra como lo expresó Pérez Pirela en el “Análisis Situacional” de Schemel, la palabra va de menos en menos. Si pudiera hacerle una recomendación, siempre en el marco del respeto y consideración al Presidente Nicolás Maduro, que estoy consciente que no le ha tocado una tarea sencilla, es que en sus intervenciones públicas, no cree expectativas que no pueda cumplir, que no haga anuncios sino tiene, como lo decimos en términos coloquiales, “todo amarrao”. El principal recurso de todo político, y más si este es revolucionario es la credibilidad, y si esta se pierde o es minada, ese político está prácticamente liquidado.
La gente requiere de liderazgos cuya palabra se sustente en el tiempo, cuya palabra se vuelva realidad, cuya palabra se transforme en acciones. La oposición no dista tampoco mucho de esa realidad, siguen sufriendo de “onbliguismo”, además que cada uno de sus factores, tan diversos y disimiles están manejando su propia agenda particular. La gente está esperando que se le den soluciones fácticas, reales, cotidianas que solucionen los problemas que está viviendo. La oposición esta despilfarrando la crítica y la denuncia, y nuestro Gobierno Bolivariano está despilfarrando el Legado de Chávez.
Nuestro pueblo está expectante, y quien hable claramente, y quien avance en propuestas gerenciales, específicas y de verdaderas soluciones a los problemas de nuestra gente, tendrá una gran ventaja en el ámbito político con respecto a los otros actores. Un elemento muy importante a considerar en la actual coyuntura.
Esta disputa de los actores políticos de bando y bando se está basando en las regionales de este año, de la que escribí comenzando este año, de la posibilidad de referendos (revocatorio o de una enmienda constitucional), o de la salida de Nicolás Maduro en seis meses, como lo prometió el Presidente de la Asamblea Nacional adeco burguesa, Henry Ramos Allup, por métodos de facto desde mi punto de vista, ya que ninguno de los planteamientos de Ramos Allup encuadra perfectamente dentro de los supuestos constitucionales y los tiempos políticos no le dan si lo vemos desde la viabilidad, de que esa “salida” se materialice en el tiempo que él anunció, lo que hace que la oposición se desespere, pueda surgir el fascismo, y por ende, el caldo de cultivo para acciones terroristas como las ocurridas en las últimas horas, y que esperamos detallar con mayor detalle en próximos artículos, pretendan ser parte de la cotidianidad de nuestro pueblo. Esto no puede ni se debe permitir.
En todo caso, el gran perdedor es nuestro pueblo, quien se encuentra en el medio y expectante, viendo quien es el que realmente va a solucionar los problemas de su cotidianidad. Ya hemos perdido mes y medio luego de la instalación de la Asamblea adeco burguesa, y habría que preguntarse: ¿Qué se ha discutido realmente en la Asamblea Nacional? ¿Una ley de amnistía donde los responsables de muertes y violaciones de derechos humanos se auto perdonan? ¿Una ley que pretende chulearse un millón de viviendas y entregárselas en bandeja de plata a la banca privada para que desaloje a muchas familias que en condiciones de una economía de mercado jamás hubieran accedido a este tipo de viviendas? Pareciera que hubiera una componenda política de las élites políticas de nuestro país en contra del pueblo venezolano.
La crítica en un proceso revolucionario es fundamental y no es una moda. Ahí le doy la razón a Vanessa Davies, el agua estancada se pudre, y la gran virtud de Hugo Chávez es que se estaba reinventando constantemente, y además de su ética, ahí encontramos el por qué de la fortaleza de su liderazgo.  El estancamiento de las ideas, el estancamiento de la Revolución, puede generar el desmoronamiento del proceso político extraordinario que estamos viviendo en nuestro país. Cosa que las venideras generaciones no nos perdonarían.
Es por eso que es necesario que haya debate, discusión, además de información, así no nos guste lo que en esa información haya. La propaganda basura, chatarra que muchas vemos en medios privados, lamentablemente, de un tiempo para acá la estamos viendo en nuestro sistema bolivariano de comunicación e información. Sentarse en una misma mesa, acordar soluciones y llegar a unos acuerdos mínimos no es traicionar a nadie. Es sencillamente trabajar en función del país.
En la América Latino Caribeña se viene toda una arremetida de los Gobiernos de derecha, algo de eso expresábamos en nuestro artículo anterior. Y lamentablemente las fuerzas revolucionarias no nos preparamos para las “altas” y “bajas”.  El chavismo es una forma de ver el mundo, es una cosmogonía, es una forma de hacer las cosas, y eso trasciende al PSUV incluso. El chavismo es un sentimiento profundo que yace en las profundidades del alma y el espíritu de nuestro pueblo. José Martí lo expresaba con claridad: “No toda fruta cabe en la cáscara”.
Las campañas de desestabilización emocional en esta América Latino Caribeña se sustentan en la ineficiencia gubernamental, en matar la ilusión de un modelo y una forma de convivencia distinta al capitalismo, porque “no podemos gerenciar”. Pero, si tomamos un mapamundi, y evaluamos realmente donde fracasó el capitalismo y en donde el socialismo, encontraremos que el 80% de fracaso se lo atribuiremos al capitalismo, y no sólo en los países del sur, sino en las grandes urbes del norte, y apenas 20% al socialismo, porque éste último es apenas un modelo incipiente y en pleno desarrollo, así que en ese sentido mal podemos atribuir nuestros actuales males al socialismo, cuando éste no se ha implementado en todo su esplendor.
Sin embargo, el tema económico es el que va a decidir el tema de las ideologías no sólo en nuestra América Latino Caribeña sino en buena medida, del mundo. Si nosotros no demostramos a través de un modelo del socialismo a la venezolana, con eficiencia, eficacia, transparencia y que funciona, lamentablemente, fracasaremos en el impulso de un mundo mejor y distinto al actual, e incluso la posibilidad de la aniquilación de la especie humana sobre la faz de la tierra será cada vez una más real y factible.
Por ello debe haber una verdadera gerencia pública, con criterios de eficiencia y eficacia claras, acompañadas de una adecuada comunicación política, no con propaganda balurda que trate de tapar la realidad, y que mine la confianza. Así jamás saldremos del actual atolladero en el que nos encontramos.
También hay que tener mucho sentido de oportunidad en el momento de decidir y de la adopción de las medidas, esto a objeto de recuperar las expectativas positivas de nuestro pueblo.
En conclusión, la situación en nuestro país se agrava cada día por las interminables colas, la falta de alimentos y medicamentos, la inflación, la criminalidad desatada, y en algunos casos inducidos; y ahora con el racionamiento y sabotaje eléctrico y del agua lo que acentúan la crisis económica.
Pero la solución no pasa por un cambio de gobierno, y así lo demuestran los números, de ahí el desespero opositor por salir de Maduro. Pero quien este en el poder, deberá convocar asertivamente a todos los sectores y construir consensos alrededor de un conjunto de medidas necesarias para superar las actuales dificultades, protegiendo el bienestar de los sectores más vulnerables y populares.
“Contra la conciencia y contra la voluntad y contra la fortaleza y la unidad de un pueblo no hay imperialismo que pueda” Hugo Chávez.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!

*Abogado,Activista por los Derechos Humanos,Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC). http://juanmartorano.blogspot. com /http://juanmartorano.wordpress.com/.jmartoranoster@g mail .com ,j_martorano@hotmail.com ,juan _martoranocastillo@yahoo. com. ar . @juanmartorano (Cuenta en Tuiter).


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