Por: UIT-CI
El mundo entero quedó consternado con la
foto del niño sirio llamado Aylan Kurdi, de tan solo 3 años, el pequeño
murió al lado de su hermano y de su madre, el único superviviente de la
familia fue su padre. Ellos venían de la ciudad de Kobane y huían de
las atrocidades del régimen de Bashar Al Assad de Siria, de los
bombardeos de la OTAN y del reaccionario ISIS, que surgió como otra
fuerza en Siria para destruir la lucha del pueblo sirio y kurdo.
La familia estaba intentando llegar a
Canadá, donde tenían familiares. Habían intentado varias veces el asilo
en este país, lo que le fue negado. Lo mismo ocurre con los gobiernos
imperialistas de Europa. Lo ocurrido con el niño Aylan es parte del
drama cotidiano de miles de inmigrantes y refugiados que mueren o
arriesgan sus vidas cruzando el Mediterráneo.
Los gobiernos europeos levantan muros,
vallas y “blindan” sus fronteras con policías, militares, patrulleras,
expulsiones y leyes de extranjería. Mientras dejan correr, de hecho, a
la dictadura de Al Assad que es una de las causas de que miles de sirios
escapen de sus bombardeos masivos y ataques químicos. El cinismo de los
gobiernos de la Unión Europea(UE), de Merkel u Hollande, no tiene
límites. Se acuerdan de la guerra cuando las consecuencias les llega a
Europa. Son los mismos gobiernos de la OTAN que hoy cierran sus
fronteras los que apoyan directa o indirectamente al dictador Bashar Al
Assad y sus masacres que ya suman 300.000 víctimas. Los refugiados
provienen de Siria y, en menor medida, de Afganistán, Irak, Eritrea y
otros países africanos. Se tratan de miles y miles de jóvenes,
trabajadores, familias que huyen de la violencia, la persecución o la
miseria que le imponen la crisis económica y social del sistema
capitalista-imperialista.
Para la UE sólo se trata de levantar
muros, de abordar la inmigración como un problema de orden público. Cada
muro que se levanta en Europa abre un nuevo negocio para las mafias,
que se lucran de la desesperación. Su “mercado” es inagotable. La mejor
manera de luchar contra los traficantes es abrir las puertas a la
entrada legal de los refugiados y acabar con el tratado de Schengen y
las leyes de extranjería, es poner fin al expolio, es dejar de avalar y
armar a los tiranos.
Los pueblos europeos, a diferencia de
sus gobiernos, están dando una demostración de solidaridad con los
refugiados. La población de Islandia ofrece asilo en sus casas a los
refugiados, el pueblo serbio da solidaridad abierta en Belgrado o la
movilización de 30 mil personas en Viena (Austria) expresando su
solidaridad y disposición a que se abran las fronteras a los
inmigrantes. Es urgente abrir todas las fronteras de Europa permitiendo y
facilitando la libre circulación de los miles de refugiados, otorgando
asilo, vivienda y trabajo a cada uno. Se les debe prestar asistencia
para escapar de sus países de origen y que no mueran en el intento. Esta
exigencia es extensiva a los gobiernos del mundo, cesando
inmediatamente el apoyo a las dictaduras como la de Siria y las
intervenciones imperialistas y del reaccionario ISIS. Por todo esto
debemos denunciar a los gobernantes de Europa y de Estados Unidos que
vienen condenando a muerte a miles y miles de refugiados y dar apoyo a
los refugiados y a la lucha del pueblo sirio. Llamamos a la movilización
de los pueblos, de los trabajadores y la juventud del mundo, a las
organizaciones de trabajadores y solidaria con los refugiados, a
enfrentar las políticas de extranjería de los gobiernos y contra el
régimen de Al Assad y el ISIS, en solidaridad con el pueblo sirio.
UIT-CI (Unidad Internacional de Trabajadores-Cuarta Internacional)
3 de setiembre de 2015
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