Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
La lucha ideológica en el interior de una Revolución es feroz, podría decirse que es más cruel y dura que la lucha contra el enemigo oligarca. Participar en ella no es un regalo de los dioses, al contrario, es algo similar a bajar a las pailas del infierno, muchos no regresan.
Hay momentos en los que la disciplina se transforma en sumisión, y protegida por esa sumisión la derecha interna avanza hacia la restauración. En esas circunstancias, la crítica y la irreverencia son los deberes fundamentales de un revolucionario. Sólo con esa actitud se puede salvar a la Revolución, que se esfuma en las garras de la derecha interna protegida por una falsa unidad y disciplina.
Las razones para participar en la lucha interna son sagradas para los revolucionarios: se trata de intentar preservar el camino de la esperanza, por protegerlo se deben correr todos los riesgos.
No se trata de una inocente controversia académica, es la pugna atormentada de un sistema justo, el Socialismo, que intenta superar el periodo de la “prehistoria humana”, de la barbarie de los sistemas explotadores. En la confrontación interna, el enemigo ideológico, el capitalismo, no tiene escrúpulos, sus métodos no tienen los límites de la preservación de la vida, del respeto al humano, de prefigurar el mundo de las relaciones amorosas. ¡No! Al contrario, el viejo sistema usa las perversidades acumuladas en milenios de atrocidades, no hay apego a la verdad.
Todo lo anterior viene a colación porque debemos tomar conciencia de la situación de la Revolución Chavista: está sumergida en una profunda batalla ideológica: contra la derecha externa que acecha en cada rincón y también, quizá en mayor grado, contra la derecha interna que intenta desviarla, desfigurarla, entregarla inerme a la restauración. Todo esto aprovechándose de nuestra ignorancia y debilidades teóricas.
Toda Revolución debe tener claro el objetivo que le da sentido histórico, su meta más estratégica. Esta claridad determina su ubicación en el mundo y sirve de brújula a todas sus acciones. El Comandante Chávez, en su evolución, iba construyendo este objetivo, llegó hasta el Socialismo y lo fue delineando poco a poco. Y es en el Plan de la Patria que nos deja su más acabado pensamiento con el explícito mandato de continuar esa evolución, de fortalecerlo dentro de sus grandes líneas.
En estos dos párrafos de la presentación del Plan de la Patria queda claro el pensamiento del Comandante:
“Una vez más las circunstancias me colocan delante del pueblo para expresarle el compromiso decidido y renovado con la defensa de la Independencia Nacional. Éste es el tiempo, como nunca antes lo hubo, de darle rostro y sentido a la Patria Socialista por la que estamos luchando. Este Programa de Gobierno para el período 2013-2019 responde a la consecución de dichos supremos objetivos”.
“No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo”.
Y en el segundo objetivo histórico del Plan de la Patria, que se declara son evolución de doscientos años de lucha, queda definitivo el rumbo, la evolución del pensamiento del Comandante:
“Continuar construyendo el Socialismo Bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la ‘mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad’ para nuestro pueblo”.
Hasta aquí lo que Chávez nos dejó, el Plan de la Patria es un referente, faro que guía a la Revolución, es desde allí que debemos seguir avanzando en el pensamiento y en la práctica. Ahora bien, en el “plan de la patria” que se presenta a la Asamblea se cuelan unas falsificaciones que manipulan el pensamiento de Chávez, lo tuercen hacia el capitalismo y convierten al Plan de la Patria en una franca restauración.
No es lugar aquí para agotar el tema, ya en programas de radio con formatos más apropiados se abundará en las falsificaciones. Limitémonos a dos ejemplos: Son suficientes dos puntos para darnos una idea de la falsificación, el primero más conceptual y el segundo más puntual. Veamos.
El punto 3.2.4. tal como aparece en el Plan de la Patria de Chávez:
Generar mecanismos de circulación del capital que construyan un nuevo metabolismo económico para el estímulo, funcionamiento y desarrollo de la industria nacional tanto en fuentes de financiamiento dinámicas de escala productiva como sistema de flujos de recursos que enfrenten la lógica del capital.
El mismo punto 3.2.4. tal como fue modificado en la falsificación:
Generar mecanismos de circulación del capital que construyan un nuevo metabolismo económico para el estímulo y desarrollo de la industria nacional.
Se comieron nada menos que la frase “que enfrente la lógica del capital”.
El otro, más concreto:
El punto 3.2.5.7. tal como aparece en el Plan de la Patria del Comandante Chávez:
Sector automotriz - Afianzar los siguientes proyectos en operación: a) fábrica de asientos automotrices (autoseat); b) fábrica de estampados, troquelados y soldadura de electropuntos para piezas automotrices (ocimetalmecánica); c) Transformación de vidrio automotriz (Vivex); d) Ensambladoras de vehículos (ZGT Chery); e) ensambladora de tractores (Venirantractor); g) Ensambladora de tractores (Pauny); h)Ensambladora de bicicletas (Fanabi).
El mismo punto falsificado:
3.2.5.7. Desarrollar el sector automotriz, fortaleciendo los siguientes proyectos en operación: a) fábrica de asientos automotrices; b) fábrica de estampados, troquelados y soldadura de electropuntos para piezas automotrices; c) planta de transformación de vidrio automotriz; d) ensambladoras de vehículos; e) ensambladora de tractores, así como empresas mixtas con el sector productivo nacional, f) ensambladoras de camiones y las alianzas estratégicas con el sector privado nacional; g) producción de motos y h) ensambladora de bicicletas y fortalecimiento del sector ensamblaje, i) producción de partes y piezas. (Los injertos capitalistas están subrayados)
Queda develado que dentro de la Revolución existe una feroz lucha interna, y está claro que la derecha actúa sin ningún tipo de escrúpulo, su objetivo es yugular la esperanza socialista y ese objetivo justifica cualquier patraña.
Los Revolucionarios están en el deber de participar en esta lucha interna cuyo principal campo de batalla es la ideología, la teoría, es allí que se decide el rumbo del proceso, allí es que se defiende el pensamiento de Chávez, su sueño.
Cerramos estas reflexiones con un fragmento de Fidel cuando presentaba el informe de la "zafra de los diez millones". Dijo la verdad:
"Esto que traigo aquí no es un discurso, estos datos constituyen un informe altamente secreto de la economía, esto que traigo aquí no es un discurso sino los secretos de la economía, de estas cosas que se escriben y se dicen en secreto para que el enemigo no las sepa (…) El enemigo nos importa un bledo y si algunas de las cosas que decimos las explota el enemigo y nos producen profunda vergüenza, bienvenida sea la vergüenza, bienvenida sea la pena, si sabemos convertir la vergüenza en fuerza, si sabemos convertir la vergüenza en espíritu de trabajo, si sabemos convertir la vergüenza en dignidad, si sabemos convertir la vergüenza en moral"
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