Ideas para combatir la corrupción (III)

ANTONIA MUÑOZ.

 No conocí personalmente al periodista Kotepa Delgado, pero en la década de los 80 y 90 era asidua, casi fanática, lectora de El Nacional. Cuando ese diario no se había convertido en partido político de la ultra derecha, Kotepa era uno de sus buenos articulistas. Como antetítulo de sus artículos siempre colocaba la siguiente leyenda: ESCRIBE QUE ALGO QUEDA. Le compré la idea a Kotepa y desde 1988 comencé a escribir en diarios regionales con cierta asiduidad. Estamos convencidos que los problemas que confronta nuestra Patria son de naturaleza ético, moral y espiritual; porque tenemos ingentes recursos naturales renovables y no renovables, sin desestimar el recurso humano técnicamente calificado que poseemos. Escribo con la esperanza de alguien lea, que algo quede y que se genere discusión, que nos lleve a una REVISIÓN de lo que haya que revisar y se produzca la ansiada RECTIFICACIÓN. Por esta razón, el jueves 9 de febrero del 2012, escribimos un artículo titulado: AH MUNDO, SI LOS CONTRALORES CONTROLARAN! Hoy traemos este título a colación, porque estamos absolutamente convencidos que si los contralores a todos los niveles y de toda naturaleza cumplieran con su cometido, podríamos cerrarle el paso a la corrupción, en buena medida.

En nuestra modesta opinión, los seres humanos por naturaleza somos proclives a caer en las tentaciones del diablo. Tres antídotos para alejarnos de todo tipo de trampa que nos lleve a cometer delitos son: 1. El amor a Dios, que en lo terrenal se materializa como amor al prójimo. 2. La buena formación y ejemplo familiar, más el conocimiento, respeto y 3. El apego y respeto a las leyes que nos alejan de todo tipo de trampa que puede conducirnos a cometer delitos. Por eso cuando infringimos la ley debe haber sanción para que el delito no quede impune, y estimule a otros a cometer los mismos deslices. Lamentablemente, al cáncer de la corrupción le dejamos agarrar tanto cuerpo, que está enraizado en nuestra sociedad. Por lo tanto, necesitamos varias generaciones y mucha formación – comenzando por la familiar- para bajar a límites tolerables (¿?) el morbo que nos ocupa y que se cierne amenazadoramente sobre la salud ética y moral del país. Sin embargo, el problema se seguirá atornillando en el colectivo si quienes tienen que controlar, por diversas razones, no cumplen con su cometido.

Las Cámaras municipales, los Consejos Legislativos y la Asamblea Nacional son instancias que tienen entre sus funciones la de controlar (que no es sinónimo de sabotear, obstruir u obstaculizar) a los respectivos Poderes Ejecutivos. Sin embargo, entre las distorsiones político-partidista de nuestra sociedad está el que muchas veces se interprete como un gesto de animosidad, saboteo o enemistad, el hecho de que uno de estos entes contralores haga alguna observación, por muy razonada que esta sea, a un proyecto proveniente del Poder Ejecutivo. Incluso, algunos miembros de estos cuerpos legislativos de la República, actúan en contra de su voluntad y principios, solamente por no perder el favor o la amistad de quienes en ese momento detentan el poder, y en el futuro, por retaliación, pueden quitarle el apoyo político para continuar ocupando las tan codiciadas posiciones. Esta será una dura verdad, pero es la pura verdad!

La otra cara de la moneda, es cuando los precitados entes Contralores están dominados por opositores rabiosos y enceguecidos contra quien dirige el poder Ejecutivo: todo lo que allí se presente para su debida discusión y aprobación, será objetado y blanco de la más ácidas descalificaciones, aunque sea una propuesta de avanzada, que a los ojos de todos beneficie al municipio, estado o nación. En fin, es una verdadera tragedia nacional que todo lo que proponga un amigo político esté bien y lo que proponga un adversario, con honrosas excepciones, sea calificado como un adefesio, aunque sea una obra de arte. Hace mucho daño a la salud ética, moral y espiritual del país porque abona el terreno del conflicto irracional permanente que crea angustia, desasosiego y cansancio social, y por supuesto abona el terreno de la corrupción.

Nos permitimos recordarles a todas y a todos que, a las y a los amigos se les ayuda diciéndole la verdad y ayudándole a que corrijan el rumbo a tiempo. Con medias verdades y con “pote de humo” En palabras de Simón: “LA VERDAD PURA Y SIMPLE, ES LA MEJOR MANERA DE PERSUADIR”. Sólo a los enemigos se les miente para engañarlos. Dicho en palabras de Bolívar: “A LOS ENEMIGOS NO SE LES ENGAÑA SINO LISONJEÁNDOLOS”. Por eso es que debemos huir de los aduladores, porque además que sólo dicen lo que la adulado o adulado quiere oír; siempre terminan traicionando para no perder la posición que le es más cómoda y beneficiosa en lo personal. Tampoco olvidemos lo que nos enseña la Biblia:¡Ay de quienes a lo bueno dicen malo y a lo malo bueno…¡ CHÁVEZ VIVE, LA LUCHA SIGUE.