jueves, 19 de septiembre de 2013

Guerra económica (I).


ANTONIA MUÑOZ.


No soy dada a escribir sobre Economía, porque en esa materia soy aprendiz; por lo tanto, no es muy cómodo tratar de explicar lo que una no termina de comprender. Sin embargo, preocupada por algunas opiniones que A diario uno le oye a las y los ciudadanos comunes y corrientes, hoy nuevamente he decidido “meterme a curandera sin conocer las yerbas”. En los últimos meses hemos tocado el tema en varias oportunidades, y hoy nuevamente lo estimamos conveniente. En primer lugar, debido al momento económico y político que estamos viviendo en Venezuela; y en segundo lugar, porque uno se da cuenta que mucha gente no termina de comprender la razón de la escasez de algunos productos de consumo masivo. Adicionalmente, mucho menos comprende la relación de esta escasez con la inflación y el aumento del costo de la vida. Mucha gente, lo único que entiende es que no consigue esto o lo otro y cuando el producto escaso o desaparecido aparece, hay que comprar la mayor cantidad del mismo, no importando si está caro, si no se necesita en tal cantidad o si hasta se podría sustituir por otro. Una se entera de todo este razonamiento conversando con compatriotas que tampoco saben de Economía y mucho menos de su relación con los golpes de Estado. De esta manera, uno cae en cuenta que Simón Bolívar una vez más tuvo razón: POR EL ENGAÑO SE NOS HA DOMINADO MÁS QUE POR LA FUERZA… UN PUEBLO IGNORANTE ES INSTRUMENTO CIEGO DE SU PROPIA DESTRUCCIÓN.
Hay turbulencias en la Economía del país, debido a decisiones y acciones de propios y extraños. Las acciones y decisiones de éstos últimos son tomadas deliberadamente y con libreto desestabilizador en mano, para producir los efectos que sus autores intelectuales y materiales utilizan políticamente a su favor. Una de las acciones políticas que los enemigos de la Revolución Bolivariana toman contra nuestra Economía, es provocar escasez de productos de primera necesidad o consumo masivo para generar descontento en la población y reacción adversa en contra del gobierno, a quien siempre culparán de que no se encuentre el producto blanco del sabotaje. A lo mejor la escasez de papel higiénico no causa el daño político que causaría la escasez de leche, aceite, azúcar o harina precocida. Sin embargo, es mejor informar que lamentar. ¿Existen razones reales para la escasez de papel higiénico en Venezuela? ¡La verdad que no tenemos certeza! Sin embargo, enumeramos posibles causas: ¿Será que hay escasez de materia prima venezolana y se le ha hecho difícil a las empresas del ramo conseguir los dólares en CADIVI? ¿Será que hubo una huelga en las empresas que fabrican el producto y a partir de allí aplicaron operación morrocoy? ¿Será que hay alguna avería en la línea de producción ¿Que estas no son las razones reales? ¿Y por qué alguien autorizado y con datos en mano no da una explicación? ¿Y por qué no se ha hecho una campaña informativa sencilla pero masiva para evitar que la población se desespere comprando y acaparando papel higiénico como si el país todo estuviera sufriendo una epidemia diarreica? ¡Cosas de detalles! Como diría nuestro amado Comandante Chávez: el diablo está en los detalles! Lamentablemente, a veces no cuidamos los detalles! Informar oportunamente no evitará la conspiración de la derecha, pero prepara a la población para una reacción más inteligente!
No sabemos si hay razones reales para la escasez de papel higiénico; sin embargo, lo que si sabemos es que durante meses se ha acaparado y especulado parejo con este producto de uso diario y necesario por parte de la población. De esta manera, cualquier cantidad que se coloque en los sitios de venta desaparece en un abrir y cerrar de ojos. Es más, el producto ni siquiera se deja llegar a los anaqueles. Basta que un camión distribuidor se pare a descargar la mercancía, para que en minutos se forme una enorme cola de ciudadanas y ciudadanos desesperados por comprar papel higiénico. Ahora en Venezuela este producto se compra por bulto! Lamentablemente, Ya el daño está hecho, ya el trabajo psicológico surtió su efecto! Ya todo el mundo está convencido que hay que acaparar papel higiénico, no vaya a ser que después no se encuentre! Bueno mis queridas y queridos amigos, la misma receta se puede aplicar a la harina precocida de maíz, harina de trigo, margarina, aceite comestible, toallas sanitarias…
Cuando un artículo de consumo masivo escasea por razones reales o provocadas, tiende a subir de precio por aquello de que como hay poco cuando lo encuentro, pago lo que sea! He aquí una de las razones de la inflación, a la que muchas veces la población contribuye sin saberlo o por no saber. De todas maneras, la consecuencia siempre es la misma: Aumento en el costo de la vida; lo que ganamos nos alcanza para menos, lo cual nos produce malestar y como reacción natural, la gente siempre busca un culpable por lo que está pasando. Generalmente, la gente señala como primer culpable al gobierno. Cuando esto ocurre, los saboteadores han logrado su objetivo. Esto lo evitamos o al menos minimizamos con producción eficiente, con información oportuna y veraz a la población en forma masiva y con supervisión y aplicación de las leyes por parte de INDEPABIS y SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE COSTOS Y PRECIOS, organismos que deben contar con el apoyo y participación del pueblo organizado y consciente. ¡A esta lucha debemos sumarnos en forma organizada todos los partidos de la Revolución!
San Juan de los Morros, miércoles 18 de septiembre de 2013.

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