lunes, 30 de septiembre de 2013
El Show de Chávez: "Bush es Mr. Danger"
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Chávez: El Antimperialista.
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1/6 Discurso Pte Chavez En Asamblea ONU 24 Sept 2009.
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Hugo Chávez - 4/8 La Revolución no será Transmitida - 11 de Abril del 2002.
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Hugo Chávez - 3/8 La Revolución no será Transmitida - 11 de Abril del 2002.
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DEFENDER AL PRESIDENTE MADURO.
Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
(Texto)
La Revolución, el Socialismo, la Humanidad, están por sobre cualquier consideración personal, egoísta, el bien común debe ser la condición para el bien individual: "Con todos y por el bien de todos" es nuestra divisa.
Es con esos pensamientos que debemos analizar el momento que vivimos y tomar decisiones. Los anteriores conceptos deben fundirse con el profundo sentimiento de amor por el Comandante Chávez y guiar nuestra conducta.
No es secreto que tenemos muchas y profundas diferencias con el Presidente Maduro, las hemos escrito y lo seguiremos haciendo con “Irreverencia”. Creemos que ese es nuestro deber y defendemos esa libertad que es la salud de una Revolución.
Pero junto con esa Irreverencia tenemos la más alta “Lealtad” con el sueño revolucionario de millones, sentimos la responsabilidad de actuar movidos por los altos intereses de la Humanidad, por sobre las otras discrepancias siempre pequeñas.
El Presidente Maduro representa el espíritu revolucionario que este pueblo alcanzó con el Comandante Chávez, sólo con él podremos corregir lo mucho que debe ser corregido, sólo con él protegeremos el recuerdo del Comandante, sólo con él podremos seguir avanzando, revolucionando su pensamiento. No hay atajos, no hay otra vía, sólo él preserva la esperanza de la rectificación de la Revolución.
Si se debilita el Presidente Maduro, si la oligarquía gringa consigue torcer el rumbo de la Revolución, apartarlo del rumbo al Socialismo, cambiar los pasos por sarcasmos, entonces vendrá el fascismo, intentará aplacar a este pueblo que, sin jefatura revolucionaria, se inmolará en las calles de la improvisación.
Si la neooligarquía interna consigue "cambiar el camino real por veredas reformistas", por atajos distraccionistas, si los cambios en las relaciones se convierten sólo en titulares de televisión y prensa, si nos engañamos sustituyendo la realidad por la pantalla, si los fríos números suplantan la emoción, entonces, debilitados, entregaremos la esperanza en las garras del fascismo que borrará todo vestigio de Chávez, de Socialismo, de pueblo en la calle… Estos años de libertad, de vuelo alto, serán olvidos deformados, repudiados por la ignorancia de un pueblo sometido.
Debemos fortalecer al Presidente Maduro fortaleciendo al Socialismo, derrotando las falsificaciones, desechando las ilusiones de que capitalismo emergente nos ayudará a ser socialistas. Esta labor de convencimiento es principal para los revolucionarios.
No nos equivoquemos, no tomemos decisiones considerando sólo el posible malestar inmediato. Es un crimen, una traición a la Patria, a la Humanidad, a nosotros mismos, no apoyar al Presidente Maduro. No hay excusas para no apoyarlo, para regatearle la defensa. Que los oligarcas gringos sepan, que nosotros sepamos, que si se meten con el Presidente Maduro lo hacen con el corazón del pueblo, lo hacen con Chávez, con el Socialismo. En ese momento todos seremos Chávez, todos seremos Socialismo, el Presidente Maduro será Chávez, será Socialismo y la respuesta será terrible, arrasaremos con la última piedra del Capitalismo, no habrá contemplaciones, fundaremos el nuevo mundo, seremos socialistas… No habrá perdón, El Libertador volverá a Trujillo.
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“No hay oportunidad en una Revolución para los farsantes, no hay oportunidad en una Revolución para los acomodaticios, no hay oportunidad en una Revolución para los ambiciosos, no hay oportunidad en una Revolución para los mediocres, no hay oportunidad en una Revolución para los débiles y cobardes” (Fidel)
“No hay oportunidad en una Revolución para los farsantes, no hay oportunidad en una Revolución para los acomodaticios, no hay oportunidad en una Revolución para los ambiciosos, no hay oportunidad en una Revolución para los mediocres, no hay oportunidad en una Revolución para los débiles y cobardes” (Fidel)
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Ideología y Socialismo del Siglo XXI.
Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe.
Declaración Pública
Por la MATERNIDAD LIBRE y SEGURA PARA TODAS
La maternidad voluntaria y libre, protegida y apoyada socialmente es un derecho humano fundamental, garantizado y protegido por nuestra Constitución. Esto implica reconocer a las mujeres como personas con autonomía y agentes morales capaces de decidir si desean o no ser madres, el número de hijos, y el tiempo entre los nacimientos.
Todas las mujeres queremos una maternidad deseada con alegría, vital y segura, no forzada por leyes ni obligada por imperativos ideológicos cargados de prejuicios, hipocresía y desconocimiento. Para que esto sea posible es indispensable que las mujeres puedan tomar con libertad y seguridad la decisión de continuar o interrumpir su embarazo.
La penalización de la interrupción del embarazo, que continúa vigente en nuestro Código Penal, niega a las mujeres la posibilidad de decidir sobre su cuerpo y lejos de evitar la práctica, la convierte en clandestina, insegura y un negocio muy lucrativo. En nuestro país las muertes por abortos que se complican por haberse practicado en condiciones insalubres representan la tercera causa de muertes maternas, cuyo índice tenemos el compromiso de disminuir urgentemente, según las metas asumidas para el milenio. Comparativamente Uruguay, que despenalizó la interrupción en 2012, registra cero muertes por esta causa.
La criminalización de la interrupción voluntaria del embarazo nos afecta de manera desigual según nuestra clase social: mientras las mujeres con poder adquisitivo pueden acceder a servicios médicos privados, las pobres deben poner en riesgo sus vidas con brebajes, ganchos de ropa o anos no calificados que no ofrecen las condiciones mínimas.
Destacamos que la construcción de una sociedad humanista no será posible mientras las mujeres, especialmente las más pobres, continúen muriendo por interrupciones clandestinas de embarazo y sean objeto de condenas y castigos. Se trata de injusticia clara y manifiesta. La Revolución Bolivariana debe acabar con esta injusticia, como lo hizo la Revolución Cubana en 1965.
Las mujeres venezolanas merecemos que se nos reconozca capacidad para decidir y soberanía sobre nuestros cuerpos, además de, la comprensión de que detrás de las interrupciones hay embarazos que fueron forzados, falta de acceso a la anticoncepción, falla de algún método, pobreza, abandono, irresponsabilidad paterna, enfermedades o gestaciones con graves malformaciones, entre otros motivos.
Llamamos a la reflexión sobre algunas realidades de la interrupción del embarazo:
· La interrupción del embarazo tiene una larga historia de prohibición que sólo consigue hacer su práctica insegura y peligrosa, dando lugar a un negocio rentable que niega el derecho a la salud a las mujeres pobres exponiéndolas a graves consecuencias, incluso la muerte.
· La ilegalidad de la interrupción del embarazo transforma un acto de decisión personal en un acto criminal.
· La interrupción del embarazo es una decisión personal tomada habitualmente como último recurso.
· La penalización de la interrupción del embarazo discrimina a las mujeres frente a los hombres. Los hombres abandonan, las mujeres abortan.
· Las mujeres quedamos embarazadas contra nuestra voluntad, pero no lo hacemos solas: detrás de cada embarazo interrumpido hay una historia de irresponsabilidad, inconsciencia o predominio de un modelo sexual de dominación masculina.
· Graves consecuencias biológicas, sociales, psicológicas derivan de embarazos forzados.
· En la interrupción del embarazo subyace la complejidad de la sexualidad humana, en cuya comprensión tienen mucho que aportar los saberes ancestrales de las mujeres y los avances de la ciencia.
· El estado no debe obligar a las mujeres a tener hijos no deseados y menos recurriendo al Código Penal.
· El estado venezolano es laico y debe legislar como tal, sin presiones religiosas, ni prejuicios oscurantistas.
Las feministas venezolanas organizadas en redes y colectivos sociales, reclamamos un nuevo Código Penal sin discriminación sexual y de género, que despenalice y abra el acceso a una interrupción del embarazo legal, segura y gratuita como una demanda de derechos humanos, de justicia social y de salud pública.
Publicado por Género con Clase
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Movimiento Feminista Socialista
El mismo cuento.
JOSÉ VICENTE RANGEL.
El formato es el mismo. O mejor, el cuento es el mismo. Porque la derecha tiene una incorregible tendencia a repetir. ¿Falta de imaginación? Es posible. Pero también es posible que sus dirigentes, que desprecian al adversario y actúan con una arrogancia fuera de serie, producto del complejo de superioridad que los motiva, consideren que los demás son unos pendejos. A los cuales se les puede engañar, una y otra vez, sin riesgo de que sean sorprendidos con las manos en la masa
1 El formato es el mismo. O mejor, el cuento es el mismo. Porque la derecha tiene una incorregible tendencia a repetir. ¿Falta de imaginación? Es posible. Pero también es posible que sus dirigentes, que desprecian al adversario y actúan con una arrogancia fuera de serie, producto del complejo de superioridad que los motiva, consideren que los demás son unos pendejos. A los cuales se les puede engañar, una y otra vez, sin riesgo de que sean sorprendidos con las manos en la masa.
2 Me refiero al juego doble que ese sector siempre practica. En el que insiste con motivo de los pronósticos desfavorables de las elecciones municipales de diciembre. Por un lado se maneja en el plano cívico, aparentando vocación democrática, invocando la vigencia de una Constitución -la Bolivariana del 99- que rechazó cuando Chávez la propuso y cuando se debatió en el Parlamento. Luego la violó, descaradamente, el 11-A de 2002, y sistemáticamente la agrede con acciones como la guarimba, el terrorismo, la vinculación a intereses foráneos y un reiterado desconocimiento de las instituciones. El otro plano es la conspiración abierta, descarada, implícita en un discurso de corte fascista, orientado a estimular el golpe. Un mensaje con el que pretende ganar adeptos en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y explotar cuanto conflicto social surge.
3 Esa dualidad, inaceptable en una democracia, en la cual todos pueden expresar sus puntos de vista y optar a ser gobierno a través de comicios libres, se convirtió en rutina. El lenguaje que emplea la oposición lo recoge. Ejemplo, el feroz ataque contra el CNE, combinado con el reclamo de más garantías democráticas para el ejercicio pleno de los derechos por partes de la oposición. Dirigentes que denuncian limitaciones a su actividad política y al mismo tiempo niegan la existencia de un gobierno democrático y recurren a instancias internacionales como si en Venezuela imperara un atroz régimen represivo.
4 ¿Qué se busca con semejante actitud? No se necesita ser experto en política para arribar a la conclusión que lo que se quiere es socavar la institucionalidad, descalificar el orden democrático existente y crear las condiciones para que se produzca un golpe de Estado. Es esa la experiencia derivada de lo que sucedió en Chile hace 40 años, donde los mismos sectores políticos, sociales y económicos que aquí adelantan esa campaña provocaron el cruento desenlace que hemos recordado en estos días. Es también la experiencia que vivió Venezuela en las fechas previas al 11-A de 2002, de cuyas consecuencias el país aún no se repone. El cuento es el mismo: decir que no se conspira, que no se quiere un golpe, y, en el fondo, trabajar para alcanzar ese objetivo.
5 Pero la situación de hoy no es la que existía en Chile cuando el golpe contra Allende. Tampoco la que imperaba el 11-A en Venezuela. Ahora el movimiento popular, el gobierno bolivariano y, en general, la sociedad, están blindados. Están conscientes de la realidad y de cómo actuar en una emergencia. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana no es la de once años atrás. La revolución aprendió la lección, no así la derecha, dada su evaluación subjetiva y prepotente de la historia. No obstante, hay que desenmascarar la tramoya. Evidenciarla. Porque el lobo con piel de oveja se mueve y cree engañar al país. Cuando a lo lejos se percibe la estratagema, que no es otra que dar la impresión de que se trabaja cívicamente, y en paralelo se elaboran planes para saltarse la Constitución y arremeter contra el Estado de derecho, está prohibido confiar. Ya que el cuento es el mismo de siempre: decir que se rechaza el golpe, pero en la oscuridad se cocina la aventura para imponer una concepción fascistoide y antidemocrática. ¿Podrán lograrlo? Lo dificulto: Venezuela es otra y se niega a volver al pasado.
2 Me refiero al juego doble que ese sector siempre practica. En el que insiste con motivo de los pronósticos desfavorables de las elecciones municipales de diciembre. Por un lado se maneja en el plano cívico, aparentando vocación democrática, invocando la vigencia de una Constitución -la Bolivariana del 99- que rechazó cuando Chávez la propuso y cuando se debatió en el Parlamento. Luego la violó, descaradamente, el 11-A de 2002, y sistemáticamente la agrede con acciones como la guarimba, el terrorismo, la vinculación a intereses foráneos y un reiterado desconocimiento de las instituciones. El otro plano es la conspiración abierta, descarada, implícita en un discurso de corte fascista, orientado a estimular el golpe. Un mensaje con el que pretende ganar adeptos en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y explotar cuanto conflicto social surge.
3 Esa dualidad, inaceptable en una democracia, en la cual todos pueden expresar sus puntos de vista y optar a ser gobierno a través de comicios libres, se convirtió en rutina. El lenguaje que emplea la oposición lo recoge. Ejemplo, el feroz ataque contra el CNE, combinado con el reclamo de más garantías democráticas para el ejercicio pleno de los derechos por partes de la oposición. Dirigentes que denuncian limitaciones a su actividad política y al mismo tiempo niegan la existencia de un gobierno democrático y recurren a instancias internacionales como si en Venezuela imperara un atroz régimen represivo.
4 ¿Qué se busca con semejante actitud? No se necesita ser experto en política para arribar a la conclusión que lo que se quiere es socavar la institucionalidad, descalificar el orden democrático existente y crear las condiciones para que se produzca un golpe de Estado. Es esa la experiencia derivada de lo que sucedió en Chile hace 40 años, donde los mismos sectores políticos, sociales y económicos que aquí adelantan esa campaña provocaron el cruento desenlace que hemos recordado en estos días. Es también la experiencia que vivió Venezuela en las fechas previas al 11-A de 2002, de cuyas consecuencias el país aún no se repone. El cuento es el mismo: decir que no se conspira, que no se quiere un golpe, y, en el fondo, trabajar para alcanzar ese objetivo.
5 Pero la situación de hoy no es la que existía en Chile cuando el golpe contra Allende. Tampoco la que imperaba el 11-A en Venezuela. Ahora el movimiento popular, el gobierno bolivariano y, en general, la sociedad, están blindados. Están conscientes de la realidad y de cómo actuar en una emergencia. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana no es la de once años atrás. La revolución aprendió la lección, no así la derecha, dada su evaluación subjetiva y prepotente de la historia. No obstante, hay que desenmascarar la tramoya. Evidenciarla. Porque el lobo con piel de oveja se mueve y cree engañar al país. Cuando a lo lejos se percibe la estratagema, que no es otra que dar la impresión de que se trabaja cívicamente, y en paralelo se elaboran planes para saltarse la Constitución y arremeter contra el Estado de derecho, está prohibido confiar. Ya que el cuento es el mismo de siempre: decir que se rechaza el golpe, pero en la oscuridad se cocina la aventura para imponer una concepción fascistoide y antidemocrática. ¿Podrán lograrlo? Lo dificulto: Venezuela es otra y se niega a volver al pasado.
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Actualidad
Perversa complicidad.
Maryclen Stelling.
Incuestionable la confabulación entre la mayoría de los medios y las dos principales fuerzas políticas, GPP y MUD, de manera tal que al informar tales medios están claramente alineados con una u otra trinchera política. La oferta informativa refleja un evidente sectarismo político que promueve la estigmatización de voces y noticias críticas, supuestamente perjudiciales para el sector político que representa y reseña ciegamente.
Mientras los medios privados de oposición desarrollan desde diferentes ángulos una tenaz y concertada estrategia de ataque a la gestión de gobierno. Los medios del Estado, de espaldas a tales embestidas, observan un comportamiento reactivo y se solazan y distraen en las respuestas oficiales en detrimento de la consolidación del poder popular. Se centran en “la agenda gubernamental”, en la difusión de “las obras de gobierno” y en la promoción de funcionarios que inauguran, firman convenios, etc. Prevalece la agenda de “acciones dirigidas a fabricar un clima de anarquía, desestabilización social e ingobernabilidad” y la denuncia de cercos mediáticos, golpe económico, eléctrico…Muy marginal el tratamiento a la gestión de la transición al socialismo
Desde la oposición distinguimos ataques constantes y arremetidas coyunturales. Infaltable la crítica negativa a la gestión de la seguridad y el manejo del miedo. Inquebrantable la arremetida contra la gestión económico-financiera que dibuja un país en crisis y al borde del colapso.
En cuanto a los ataques coyunturales destaca el cuestionamiento a la gestión de salud y la respuesta gubernamental profusamente reseñada en los medios del Estado: conformación de un Estado Mayor de Salud e inversión de dinero. La arremetida contra la gestión eléctrica se centra en mal mantenimiento, falta de previsión y secretismo en torno a la inversión en el área. Los medios del Estado se hacen eco de la denuncia oficial de un “nuevo golpe” y destacan la creación de la Unidad de Seguridad e Inteligencia del Sistema Eléctrico.
Entre “la ciudadanía mediática” y los medios afines políticamente se ha establecido una suerte de perversa complicidad, en la que usuarias y usuarios toman fuertes medidas de seguridad para evitar la disonancia política, evadiendo exponerse a mensajes incompatibles con sus preferencias políticas. Sin embargo observamos una ruptura en la audiencia bolivariana y un reclamo abierto por un periodismo crítico.
maryclens@yahoo.com
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domingo, 29 de septiembre de 2013
Revoluciones en democracia, democracias en revolución.
Luis Britto García.
1
Democracia: soberanía de la mayoría. Soberanía: poder máximo que no se somete a ningún otro. Contra estas definiciones la reacción ha tejido en todos los tiempos el infundio de que no es posible una revolución en democracia ni una democracia en revolución. Democracia sí, mientras no sea económica o social. Usted puede votar por el alcalde, pero no por el dueño del monopolio ni el magnate comunicacional. La mayoría puede decidir todo, salvo lo que la favorece. Si así lo hace, las fuerzas antidemocráticas ejercen la más brutal violencia en defensa de sus privilegios.
2
Así, toda Revolución sufre desde el primer instante el doble asedio de una contrarrevolución interna y otra externa cuyo objetivo es derrocar por la violencia al gobierno popular y restablecer el poder de la oligarquía. Si dichas tentativas no triunfan de inmediato, se prolongan en larga guerra económica de desgaste cuyo fin es arruinar la economía revolucionaria forzándola a priorizar la defensa militar y a endurecer la seguridad interna. La burguesa Revolución Británica padeció el embate combinado de los ejércitos de la monarquía y la intervención externa. La Revolución Francesa estuvo sometida al asalto de la Chouanerie interna y de sucesivas coaliciones europeas. La Revolución Bolchevique enfrentó la contrarrevolución interna del Ejército Blanco y de los Kulaks, la intervención externa de catorce potencias, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Igual agresión interna y externa combinada padecieron la Revolución Mexicana, la China y cuantas en el mundo han sido.
3
Este mecanismo funciona exactamente igual para América Latina y el Caribe. Reseñarlo requeriría volúmenes. Consideremos algunos ejemplos.
El Presidente democráticamente electo Jacobo Arbenz intenta expropiar algunas tierras de la United Fruit en Guatemala y es derrocado por una combinación de golpe militar e invasión mercenaria financiada por Estados Unidos.
El primer ministro Fidel Castro avanza reformas mayoritariamente apoyadas por el pueblo cubano. Sigue una invasión de mercenarios financiada, entrenada y apoyada por el gobierno de Estados Unidos; derrotada ésta, un bloqueo económico que dura hasta hoy.
El Presidente democráticamente electo Juan Bosch realiza moderadas reformas económicas en República Dominicana y es derrocado por una combinación de golpe militar e invasión del ejército de Estados Unidos.
El presidente democráticamente electo Joao Goulart decreta en Rio de Janeiro la expropiación de refinerías de petróleo privadas y de tierras privadas veinte kilómetros al borde de ríos, represas y vías de comunicación, y es derrocado por golpe militar que apoya Estados Unidos.
El Presidente democráticamente electo Salvador Allende nacionaliza la industria chilena del cobre, reconoce derechos fundamentales a los trabajadores y es derrocado y asesinado por un golpe militar planeado y apoyado por Estados Unidos.
El dirigente Omar Torrijos logra en 1977 los acuerdos Torrijos-Carter en virtud de los cuales el Canal de Panamá queda posteriormente bajo el control de los panameños, y fallece en misterioso e inoportuno accidente de aviación.
El Presidente democráticamente electo Daniel Ortega avanza moderadas reformas agrarias en Nicaragua y es sometido a bloqueo y a cotidiana invasión y sabotaje durante casi una década por “contras” entrenados, armados y financiados por Estados Unidos.
El Presidente democráticamente electo Hugo Chávez Frías intenta imponer 49 leyes de reforma de la economía y la sociedad venezolana, se niega a privatizar Petróleos de Venezuela, y es derrocado temporalmente por un golpe militar planeado y apoyado por Estados Unidos.
El Presidente democráticamente electo Evo Morales nacionaliza industrias de explotación de recursos naturales, y debe enfrentar la amenaza de secesión de la Media Luna apoyadas por las transnacionales y los movimientos étnicos.
El Presidente democráticamente electo Rafael Correa afianza la propiedad de Ecuador sobre sus recursos naturales, y es atacado por un golpe de Estado apoyado por Estados Unidos y por los movimientos étnicos de la Confederación Nacional de Nacionalidades Indígengas de Ecuador (CONAIE).
El Presidente democráticamente electo Manuel Zelaya se acerca al grupo de países del Alba, inicia moderadas reformas económicas y sociales en Honduras, y es depuesto por un golpe de Estado preparado y apoyado por Estados Unidos desde la base de Palmasola.
El Presidente democráticamente electo Fernando Lugo inicia moderadas reformas, y el Congreso lo depone con un golpe legislativo que dura apenas horas.
En todos los casos, sin excepción, la agresión fue precedida, acompañada y seguida por campañas mundiales de difamación mediática y activa injerencia de cortes y organismos internacionales en los asuntos internos del país víctima.
4
Intencionalmente repetimos la expresión “democráticamente electo” como letanía. El camino a la democracia está empedrado de malas intervenciones. Nunca fueron invadidas ni bloqueadas ni saboteadas dictaduras de derecha como las de Somoza en Nicaragua, Batista en Cuba, Pérez Jiménez en Venezuela, Rojas Pinilla en Colombia, Videla en Argentina, Castelo Branco en Brasil, Bordaberry en Uruguay o Pinochet en Chile, por sólo mencionar algunas. Un fatal destino pesa sobre todo gobierno democráticamente electo. Tampoco nadie molestó a demócratas conservadores neoliberales como Toledo en Perú, Frei en Chile o Calderón en México. Imperio y oligarquías golpean selectivamente a demócratas que intentan reformas económicas y sociales. La paradoja se configura así: la Revolución sólo puede acceder al poder por vía democrática, pero la reacción puede y debe aniquilarla en forma violenta en cuanto intente la menor reforma económica o social ¿A quien favorecen estas reglas que consagran una Democracia indefensa e inerme contra una reacción armada, coligada con el Imperio y dispuesta a todas las atrocidades a favor del privilegio?
5
La Democracia, poder de la mayoría, tiene derecho a todos los recursos para imponerse y mantenerse ¿En cuáles casos han resistido las democracias contra los asaltos autoritarios? En Cuba, la preparación y solidaridad popular ha disuadido todo posterior ataque. El voto popular devolvió el poder a los sandinistas en Nicaragua. En Venezuela, las masas inundaron las calles y repusieron en el poder al secuestrado Hugo Chávez Frías. Contundentes movilizaciones acompañadas de un referendo mantuvieron en el poder a Evo Morales contra el intento derechista de secesión de la Media Luna. En Ecuador, marejadas del pueblo mantuvieron en el poder a Rafael Correa. La primera defensa de la democracia social y económica está en la movilización popular dinámica y oportuna. Ésta se logra a través de la prédica y la práctica de la participación popular. Un gobierno bien intencionado pero respaldado sólo por una población reducida a la pasividad será fácilmente derrocado mediante las recetas clásicas de la agresión externa e interna, el bloqueo y la guerra económica.
6
Decía Maquiavelo que difícilmente será derrocado un Príncipe que arma a su pueblo, pues con tal gesto muestra que le tiene una confianza que será siempre correspondida. Las armas no son necesariamente fusiles y bayonetas. La educación, la justicia social, la organización, la participación política son las invencibles herramientas de la articulación de la voluntad popular. Son las armas sociales, que permiten o a veces hacen innecesario el uso de las convencionales.
Democracia: soberanía de la mayoría. Soberanía: poder máximo que no se somete a ningún otro. Contra estas definiciones la reacción ha tejido en todos los tiempos el infundio de que no es posible una revolución en democracia ni una democracia en revolución. Democracia sí, mientras no sea económica o social. Usted puede votar por el alcalde, pero no por el dueño del monopolio ni el magnate comunicacional. La mayoría puede decidir todo, salvo lo que la favorece. Si así lo hace, las fuerzas antidemocráticas ejercen la más brutal violencia en defensa de sus privilegios.
2
Así, toda Revolución sufre desde el primer instante el doble asedio de una contrarrevolución interna y otra externa cuyo objetivo es derrocar por la violencia al gobierno popular y restablecer el poder de la oligarquía. Si dichas tentativas no triunfan de inmediato, se prolongan en larga guerra económica de desgaste cuyo fin es arruinar la economía revolucionaria forzándola a priorizar la defensa militar y a endurecer la seguridad interna. La burguesa Revolución Británica padeció el embate combinado de los ejércitos de la monarquía y la intervención externa. La Revolución Francesa estuvo sometida al asalto de la Chouanerie interna y de sucesivas coaliciones europeas. La Revolución Bolchevique enfrentó la contrarrevolución interna del Ejército Blanco y de los Kulaks, la intervención externa de catorce potencias, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Igual agresión interna y externa combinada padecieron la Revolución Mexicana, la China y cuantas en el mundo han sido.
3
Este mecanismo funciona exactamente igual para América Latina y el Caribe. Reseñarlo requeriría volúmenes. Consideremos algunos ejemplos.
El Presidente democráticamente electo Jacobo Arbenz intenta expropiar algunas tierras de la United Fruit en Guatemala y es derrocado por una combinación de golpe militar e invasión mercenaria financiada por Estados Unidos.
El primer ministro Fidel Castro avanza reformas mayoritariamente apoyadas por el pueblo cubano. Sigue una invasión de mercenarios financiada, entrenada y apoyada por el gobierno de Estados Unidos; derrotada ésta, un bloqueo económico que dura hasta hoy.
El Presidente democráticamente electo Juan Bosch realiza moderadas reformas económicas en República Dominicana y es derrocado por una combinación de golpe militar e invasión del ejército de Estados Unidos.
El presidente democráticamente electo Joao Goulart decreta en Rio de Janeiro la expropiación de refinerías de petróleo privadas y de tierras privadas veinte kilómetros al borde de ríos, represas y vías de comunicación, y es derrocado por golpe militar que apoya Estados Unidos.
El Presidente democráticamente electo Salvador Allende nacionaliza la industria chilena del cobre, reconoce derechos fundamentales a los trabajadores y es derrocado y asesinado por un golpe militar planeado y apoyado por Estados Unidos.
El dirigente Omar Torrijos logra en 1977 los acuerdos Torrijos-Carter en virtud de los cuales el Canal de Panamá queda posteriormente bajo el control de los panameños, y fallece en misterioso e inoportuno accidente de aviación.
El Presidente democráticamente electo Daniel Ortega avanza moderadas reformas agrarias en Nicaragua y es sometido a bloqueo y a cotidiana invasión y sabotaje durante casi una década por “contras” entrenados, armados y financiados por Estados Unidos.
El Presidente democráticamente electo Hugo Chávez Frías intenta imponer 49 leyes de reforma de la economía y la sociedad venezolana, se niega a privatizar Petróleos de Venezuela, y es derrocado temporalmente por un golpe militar planeado y apoyado por Estados Unidos.
El Presidente democráticamente electo Evo Morales nacionaliza industrias de explotación de recursos naturales, y debe enfrentar la amenaza de secesión de la Media Luna apoyadas por las transnacionales y los movimientos étnicos.
El Presidente democráticamente electo Rafael Correa afianza la propiedad de Ecuador sobre sus recursos naturales, y es atacado por un golpe de Estado apoyado por Estados Unidos y por los movimientos étnicos de la Confederación Nacional de Nacionalidades Indígengas de Ecuador (CONAIE).
El Presidente democráticamente electo Manuel Zelaya se acerca al grupo de países del Alba, inicia moderadas reformas económicas y sociales en Honduras, y es depuesto por un golpe de Estado preparado y apoyado por Estados Unidos desde la base de Palmasola.
El Presidente democráticamente electo Fernando Lugo inicia moderadas reformas, y el Congreso lo depone con un golpe legislativo que dura apenas horas.
En todos los casos, sin excepción, la agresión fue precedida, acompañada y seguida por campañas mundiales de difamación mediática y activa injerencia de cortes y organismos internacionales en los asuntos internos del país víctima.
4
Intencionalmente repetimos la expresión “democráticamente electo” como letanía. El camino a la democracia está empedrado de malas intervenciones. Nunca fueron invadidas ni bloqueadas ni saboteadas dictaduras de derecha como las de Somoza en Nicaragua, Batista en Cuba, Pérez Jiménez en Venezuela, Rojas Pinilla en Colombia, Videla en Argentina, Castelo Branco en Brasil, Bordaberry en Uruguay o Pinochet en Chile, por sólo mencionar algunas. Un fatal destino pesa sobre todo gobierno democráticamente electo. Tampoco nadie molestó a demócratas conservadores neoliberales como Toledo en Perú, Frei en Chile o Calderón en México. Imperio y oligarquías golpean selectivamente a demócratas que intentan reformas económicas y sociales. La paradoja se configura así: la Revolución sólo puede acceder al poder por vía democrática, pero la reacción puede y debe aniquilarla en forma violenta en cuanto intente la menor reforma económica o social ¿A quien favorecen estas reglas que consagran una Democracia indefensa e inerme contra una reacción armada, coligada con el Imperio y dispuesta a todas las atrocidades a favor del privilegio?
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La Democracia, poder de la mayoría, tiene derecho a todos los recursos para imponerse y mantenerse ¿En cuáles casos han resistido las democracias contra los asaltos autoritarios? En Cuba, la preparación y solidaridad popular ha disuadido todo posterior ataque. El voto popular devolvió el poder a los sandinistas en Nicaragua. En Venezuela, las masas inundaron las calles y repusieron en el poder al secuestrado Hugo Chávez Frías. Contundentes movilizaciones acompañadas de un referendo mantuvieron en el poder a Evo Morales contra el intento derechista de secesión de la Media Luna. En Ecuador, marejadas del pueblo mantuvieron en el poder a Rafael Correa. La primera defensa de la democracia social y económica está en la movilización popular dinámica y oportuna. Ésta se logra a través de la prédica y la práctica de la participación popular. Un gobierno bien intencionado pero respaldado sólo por una población reducida a la pasividad será fácilmente derrocado mediante las recetas clásicas de la agresión externa e interna, el bloqueo y la guerra económica.
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Decía Maquiavelo que difícilmente será derrocado un Príncipe que arma a su pueblo, pues con tal gesto muestra que le tiene una confianza que será siempre correspondida. Las armas no son necesariamente fusiles y bayonetas. La educación, la justicia social, la organización, la participación política son las invencibles herramientas de la articulación de la voluntad popular. Son las armas sociales, que permiten o a veces hacen innecesario el uso de las convencionales.
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Actualidad
El golpe de los súper.
MARIADELA LINARES.
Eso de poner a la milicia a hacer el trabajo que tienen que desempeñar los empleados, es lo mismo que colocar soldados a manejar trenes si hay un paro en el Metro. En una emergencia se vale cualquier cosa, pero lo que estamos viviendo está lejos de ser un hecho imprevisto. Hay en marcha una cadena de desaciertos que, ligados a las conspiraciones siempre al acecho, terminan por generar huracanes en un tobo
Eso de poner a la milicia a hacer el trabajo que tienen que desempeñar los empleados, es lo mismo que colocar soldados a manejar trenes si hay un paro en el Metro. En una emergencia se vale cualquier cosa, pero lo que estamos viviendo está lejos de ser un hecho imprevisto. Hay en marcha una cadena de desaciertos que, ligados a las conspiraciones siempre al acecho, terminan por generar huracanes en un tobo.
Cualquiera diría que estamos pasando hambre. Es tal el manejo mediático con el asunto de la ausencia de importantes rubros alimenticios, que ya un especialista debe estar hablando de "sensación térmica de desabastecimiento", o lo que es lo mismo, que la piel extraña que ya no le echemos la misma cremita de costumbre y que en su lugar usemos una que nos resulta rara.
A la impericia e ineficacia gubernamentales frente al peligroso tema del abastecimiento, se suma la excusa de la nueva Ley del Trabajo y el aumento del salario mínimo para justificar que todos los supermercados, incluyendo los del propio Estado, estén operando con una mínima capacidad de atención al público, con el consecuente malestar de los compradores. El círculo vicioso del consumo y la percepción de que no hay de todo lo que queremos, tiene enloquecido a la gente. La clientela recorre diariamente los automercados en una absurda cacería de cosas. A excepción de las carnes, la leche y el papel sanitario, todo lo demás es sustituible. Si no hay arroz, uno come pasta; si no hay caraotas blancas, entonces lentejas; si no hay aceite, mejor para el colesterol, y así hasta entender que aquí nadie se queda sin comer sus tres platos.
En lugar de poner a inexpertos a enredar el papagayo, sería más lógico exigirles a los supermercados su estructura de costos para comprender por qué la reducción de la jornada laboral tiene que traducirse automáticamente en una desmejora en la calidad de atención y en las consiguientes interminables colas. Seguro encontraríamos que las ganancias cubren holgadamente las horas extras o el aumento en la nómina. Lo que pasa es que aquí nadie quiere reducir su margen de ganancias, aunque sea un poquito. Al final, siempre hay un gobierno al cual echarle la culpa.
Mlinar2004@yahoo.es
Cualquiera diría que estamos pasando hambre. Es tal el manejo mediático con el asunto de la ausencia de importantes rubros alimenticios, que ya un especialista debe estar hablando de "sensación térmica de desabastecimiento", o lo que es lo mismo, que la piel extraña que ya no le echemos la misma cremita de costumbre y que en su lugar usemos una que nos resulta rara.
A la impericia e ineficacia gubernamentales frente al peligroso tema del abastecimiento, se suma la excusa de la nueva Ley del Trabajo y el aumento del salario mínimo para justificar que todos los supermercados, incluyendo los del propio Estado, estén operando con una mínima capacidad de atención al público, con el consecuente malestar de los compradores. El círculo vicioso del consumo y la percepción de que no hay de todo lo que queremos, tiene enloquecido a la gente. La clientela recorre diariamente los automercados en una absurda cacería de cosas. A excepción de las carnes, la leche y el papel sanitario, todo lo demás es sustituible. Si no hay arroz, uno come pasta; si no hay caraotas blancas, entonces lentejas; si no hay aceite, mejor para el colesterol, y así hasta entender que aquí nadie se queda sin comer sus tres platos.
En lugar de poner a inexpertos a enredar el papagayo, sería más lógico exigirles a los supermercados su estructura de costos para comprender por qué la reducción de la jornada laboral tiene que traducirse automáticamente en una desmejora en la calidad de atención y en las consiguientes interminables colas. Seguro encontraríamos que las ganancias cubren holgadamente las horas extras o el aumento en la nómina. Lo que pasa es que aquí nadie quiere reducir su margen de ganancias, aunque sea un poquito. Al final, siempre hay un gobierno al cual echarle la culpa.
Mlinar2004@yahoo.es
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Actualidad
Argumentos chatarra.
Roberto Hernández Montoya.
Abisma la chispa opositora venezolana. Sus argumentos son irrefutables, lástima que sean ridiculizables. Es que la histeria empaña la lucidez más insigne. Pasa a quienes brincan la talanquera: lo único de valor que hicieron, quienes hicieron, poco o mucho, chiquillo o magno, lo lograron cuando fueron de izquierda, luego su vida ha sido una grisura patética. Mira, ahí están. Apenas escriben amarguras, no cantan, casi no pintan, como mucho rumian melancolías. A pesar del enorme potencial en muchos casos. Hay muchas personas apreciables ahí, yo al menos les tengo aprecio, lástima que ellas mismas no se aprecien.
Este fenómeno no es ni gratuito ni casual. El Imperio en su fase actual no solo no necesita talento sino que más bien promueve estupidez, comida chatarra, televisión chatarra, cine chatarra, literatura chatarra, argumento chatarra, intelecto chatarra. Desmantela la Biblioteca de Bagdad. Aplasta a quien sobresale. Ahí tienes al pobre Obama, aplanado, abatido, achatado, haciendo el ridículo. Si no fuera porque mata y puede desatar la Tercera Guerra, daría más lástima.
Argumentan que no hay ciertos productos porque el gobierno no da dólares. Ajá, a ver si voy entendiendo: el gobierno no entrega los dólares porque tiene interés en provocar una crisis y perjudicarse políticamente. O sea, el gobierno es sadomasoquista: se refocila dañando y dañándose. Entonces el achatarrado te replica que se acabaron los dólares. Pero entonces ¿cómo es que ese gentío paga BsF 7000 por cabeza para ver a Beyoncé? ¿Cómo es que hay la mar de raspatarjetas? ¿Cómo es que está de moda tomar mimosa (champaña + cítrico) en el este del Este? ¿Cómo es que venden iPhones por más de 30.000 y hay quien lo compra?
¿Cómo es que hay un gentío viajando? Y no solo a Margarita. Con dólares. O sea, el gobierno es más estúpido que quienes emiten esos argumentos chatarra, que hay que ver.
El avión de Airbus tiene una falla ficticia en un ala. Maduro no ha dicho qué falla es y ya el vocero achatarrado de Airbus declara que eso es normal. ¿Es normal qué? ¿Cómo sabe ese achatarrado que La Guaira es lejos? Es por una duda que tengo. Causa mala impresión, diría Cabrujas.
El presidente Maduro inventó atentados para no ir a Nueva York, dice cabecita chatarra. O sea, perdió una oportunidad política formidable, en este momento precisamente, por estúpido, porque no hay otra explicación, ¿verdad, chatarra? La máxima tribuna mundial, encuentro con muchos grupos políticos de vanguardia, artistas, figuras de talla mundial, en Nueva York. Todo por inventar amenazas. Claro, ni Otto Reich ni Roger Noriega ni Luis Posada Carriles tienen antecedentes de violencia. Son delirios de la izquierda, que ve golpes imaginarios como los que el Imperio ha dado por toda la América Latina y el mundo, invasiones imaginarias como las de Dominicana, Granada, Panamá, Afganistán, Irak, Libia y tantas más; amenazas ficticias como las que han hecho a Siria, que lleva ya años siendo víctima de agresiones fingidas de parte de combatientes inexistentes que manejan armas simuladas que han causado 100.000 muertes irreales. De niños y niñas ilusorios.
Por ese nivel de achatarramiento intelectual van bajando.
Este fenómeno no es ni gratuito ni casual. El Imperio en su fase actual no solo no necesita talento sino que más bien promueve estupidez, comida chatarra, televisión chatarra, cine chatarra, literatura chatarra, argumento chatarra, intelecto chatarra. Desmantela la Biblioteca de Bagdad. Aplasta a quien sobresale. Ahí tienes al pobre Obama, aplanado, abatido, achatado, haciendo el ridículo. Si no fuera porque mata y puede desatar la Tercera Guerra, daría más lástima.
Argumentan que no hay ciertos productos porque el gobierno no da dólares. Ajá, a ver si voy entendiendo: el gobierno no entrega los dólares porque tiene interés en provocar una crisis y perjudicarse políticamente. O sea, el gobierno es sadomasoquista: se refocila dañando y dañándose. Entonces el achatarrado te replica que se acabaron los dólares. Pero entonces ¿cómo es que ese gentío paga BsF 7000 por cabeza para ver a Beyoncé? ¿Cómo es que hay la mar de raspatarjetas? ¿Cómo es que está de moda tomar mimosa (champaña + cítrico) en el este del Este? ¿Cómo es que venden iPhones por más de 30.000 y hay quien lo compra?
¿Cómo es que hay un gentío viajando? Y no solo a Margarita. Con dólares. O sea, el gobierno es más estúpido que quienes emiten esos argumentos chatarra, que hay que ver.
El avión de Airbus tiene una falla ficticia en un ala. Maduro no ha dicho qué falla es y ya el vocero achatarrado de Airbus declara que eso es normal. ¿Es normal qué? ¿Cómo sabe ese achatarrado que La Guaira es lejos? Es por una duda que tengo. Causa mala impresión, diría Cabrujas.
El presidente Maduro inventó atentados para no ir a Nueva York, dice cabecita chatarra. O sea, perdió una oportunidad política formidable, en este momento precisamente, por estúpido, porque no hay otra explicación, ¿verdad, chatarra? La máxima tribuna mundial, encuentro con muchos grupos políticos de vanguardia, artistas, figuras de talla mundial, en Nueva York. Todo por inventar amenazas. Claro, ni Otto Reich ni Roger Noriega ni Luis Posada Carriles tienen antecedentes de violencia. Son delirios de la izquierda, que ve golpes imaginarios como los que el Imperio ha dado por toda la América Latina y el mundo, invasiones imaginarias como las de Dominicana, Granada, Panamá, Afganistán, Irak, Libia y tantas más; amenazas ficticias como las que han hecho a Siria, que lleva ya años siendo víctima de agresiones fingidas de parte de combatientes inexistentes que manejan armas simuladas que han causado 100.000 muertes irreales. De niños y niñas ilusorios.
Por ese nivel de achatarramiento intelectual van bajando.
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Contra la Corrupción,
Contraloria Social
Defectuosos no, colonizados.
Carola Chávez.
Hay cosas que no se cuestionan, incluso por quienes nos cuestionamos tantas cosas. A cosas que creemos saber a ciencia cierta y por eso nos remitimos a ellas sin detenernos ni un segundo revisar. Lo sabemos y ya.
El proceso de colonización de nuestros pueblos ha sido un minucioso trabajo que terminó tallando nuestro pensamiento a la medida de otros, por lo siglos de los siglos. Es por eso que hoy todo lo que creemos saber debe ser cuestionado. Claro que para algunos el cuestionamiento mismo es inadmisible. Las cosas son como son, no en vano me quemé las pestañas en la universidad. Es precisamente su renuencia a revisar historias y conceptos repetidos lo que delata su altísimo estado de colonización. Otros reconocen su existencia y muchos de sus efectos, pero tienden a creer que el mero reconocimiento los hace inmunes a ellos. Todos, todos toditos, estamos contaminados. Todos, todos toditos, deberíamos empezar a deshilachar ideas y quitarnos costras que nos pesan, nos aplastan y no nos dejan otro camino que no sea el de la resignación.
La peor y principalísima costra es esa que dice de que somos genéticamente defectuosos, que nuestra historia lo demuestra, que este pueblo no nació tan bien nacido como el del país norte, fundado por familias respetuosas de Dios, en lugar de pillos y malvivientes, como nos tocaron a nosotros. Aceptar y repetir esta afirmación sin que se te rebele el alma es una muestra de lo que la colonización cultural hace con nosotros, incluso con quienes la combatimos.
Si quieres dominar a alguien debes convencerlo de su inferioridad, de su incapacidad de tomar decisiones propias. Remóntate a su historia, achácale a sus genes, con carácter de exclusividad, tendencias negativas inherentes a todos los seres humanos. restriégale en su cara cada uno de sus errores, que nunca los olvide, que se sienta incapaz de evitarlos. Limítalo, y que crea que las limitaciones son suyas. Redúcelo mientras lo envuelves con la imagen deseable, inalcanzable, imposible que quieres proyectar, hasta que caiga a tus pies suplicando tu tutoría. Eso nos han hecho. Eso nos hacen.
Entonces repetimos la historia que nos contaron, aceptamos comparaciones imposibles: el gringo que no se come la luz, el criollo que tira la basura en la calle. Vemos el efecto y no la causa. Generalizamos defectos y minimizamos virtudes convirtiéndolas en excepciones. Aceptamos la desesperanza porque frente a la inferioridad congénita poco o nada se puede hacer. No hay solución posible cuando nuestra misma naturaleza nos condena.
Debemos desbaratar certezas, mirarnos más allá de lo evidente, con nuestros propios ojos y, en una especie de borrón y cuenta nueva, repensarnos desde lo que somos, haciendo de esto un ejercicio cotidiano, una necesaria tarea liberadora.
El proceso de colonización de nuestros pueblos ha sido un minucioso trabajo que terminó tallando nuestro pensamiento a la medida de otros, por lo siglos de los siglos. Es por eso que hoy todo lo que creemos saber debe ser cuestionado. Claro que para algunos el cuestionamiento mismo es inadmisible. Las cosas son como son, no en vano me quemé las pestañas en la universidad. Es precisamente su renuencia a revisar historias y conceptos repetidos lo que delata su altísimo estado de colonización. Otros reconocen su existencia y muchos de sus efectos, pero tienden a creer que el mero reconocimiento los hace inmunes a ellos. Todos, todos toditos, estamos contaminados. Todos, todos toditos, deberíamos empezar a deshilachar ideas y quitarnos costras que nos pesan, nos aplastan y no nos dejan otro camino que no sea el de la resignación.
La peor y principalísima costra es esa que dice de que somos genéticamente defectuosos, que nuestra historia lo demuestra, que este pueblo no nació tan bien nacido como el del país norte, fundado por familias respetuosas de Dios, en lugar de pillos y malvivientes, como nos tocaron a nosotros. Aceptar y repetir esta afirmación sin que se te rebele el alma es una muestra de lo que la colonización cultural hace con nosotros, incluso con quienes la combatimos.
Si quieres dominar a alguien debes convencerlo de su inferioridad, de su incapacidad de tomar decisiones propias. Remóntate a su historia, achácale a sus genes, con carácter de exclusividad, tendencias negativas inherentes a todos los seres humanos. restriégale en su cara cada uno de sus errores, que nunca los olvide, que se sienta incapaz de evitarlos. Limítalo, y que crea que las limitaciones son suyas. Redúcelo mientras lo envuelves con la imagen deseable, inalcanzable, imposible que quieres proyectar, hasta que caiga a tus pies suplicando tu tutoría. Eso nos han hecho. Eso nos hacen.
Entonces repetimos la historia que nos contaron, aceptamos comparaciones imposibles: el gringo que no se come la luz, el criollo que tira la basura en la calle. Vemos el efecto y no la causa. Generalizamos defectos y minimizamos virtudes convirtiéndolas en excepciones. Aceptamos la desesperanza porque frente a la inferioridad congénita poco o nada se puede hacer. No hay solución posible cuando nuestra misma naturaleza nos condena.
Debemos desbaratar certezas, mirarnos más allá de lo evidente, con nuestros propios ojos y, en una especie de borrón y cuenta nueva, repensarnos desde lo que somos, haciendo de esto un ejercicio cotidiano, una necesaria tarea liberadora.
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