miércoles, 17 de abril de 2013

Nosotros con Chávez.


ANTONIA MUÑOZ.


Hace unas cuantas semanas atrás intenté escribir este artículo, y al final, por razones que no vienen al caso, no lo logré.  Casi a la medianoche del martes 9 de abril, lo estoy intentando nuevamente, después de volver a oír  la hermosa canción “NOSOTROS CON CHÁVEZ”, interpretada por Gino González y un afinado coro de muchachos! La letra de esta canción explica en buena parte el por qué Chávez se sembró en el corazón de millones de venezolanos. La letra de la precitada canción, también explica por qué el imperio norteamericano siempre consideró a Chávez un hombre peligroso para sus planes de dominio y hegemonía política y económica. Ellos tenían muy claro que un líder que colocaba al ser humano como centro y corazón de su política, se constituía en un “mal ejemplo” para Latinoamérica y el Caribe; e incluso para el mundo. Al imperio norteamericano no le podía, ni le puede hacer gracias eso de visibilizar a: “los empobrecidos, los obreros, los esclavizados,  los relegados,  los patas en el suelo,  la chusma, la turba, al lumpen, los monos, los zarrapastrosos, los marginales, los ignorados…”. En conclusión, al pueblo pobre excluido de siempre a quien se le dio voz, participación y protagonismo, y en consecuencia, se convirtió en chavista.
Como dice otra hermosa canción CHAVEZ CORAZÓN DEL PUEBLO: “Yo quiero (queremos) aprovechar mi vida haciendo siempre el bien”, lo cual en la práctica, es la esencia del principio cristiano que nos manda a “amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos”. También se corresponde con las palabras de nuestro Señor Jesucristo: “más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). Aunque algunos puedan burlarse de este planteamiento, los cristianos de corazón saben que servir y ayudar al más necesitado, produce un gran placer y una paz interior que cada día te da alegría, fuerza y motivo  para vivir y continuar la lucha. Quienes nos consideramos o nos autodefinimos chavistas de corazón, queremos hacerle el bien a todos, pero muy especialmente a los más desvalidos, a los más excluidos, a los más pobres materialmente hablando. Los chavistas de corazón, queremos hacerles bien a todos, incluidos quienes nos adversan; porque aunque no comparten nuestra visión del mundo  ni del país, son nuestros hermanos, compartimos la misma tierra y nos cobija el mismo cielo.
Ciertamente, “nosotros somos los pobres, todos nosotros con Chávez”, convicción que no logran entender ni los gringos ni sus aliados de Venezuela. No lo entienden o no lo quieren entender; porque se niegan a conocer la historia; no sé si por perezosos mentales o porque no quieren saber cosas que les martillen la conciencia, si es que la tienen. No quieren saber o recordar si algún día lo supieron; que cuando Chávez llegó a Miraflores el dos de febrero de 1999, encontró que 59 % de las y los venezolanos vivían en pobreza general y entre una quinta parte (20%) y una cuarta parte (25 %) vivían en pobreza extrema. Tampoco les interesa recordar que un poco  más de millón y medio de las y los venezolanos no sabían ni escribir su nombre, pero que en 2 años,  con la ayuda de un método cubano, Chávez los sacó de la oscuridad. Tampoco quieren recordar los más de dos millones de venezolanos, que pronto se convirtieron en tres, que vivían en viviendas inapropiadas e insalubres, o amorochados con familiares y amigos.
A los gringos y sus aliados, también les molesta recordar que en 1998, apenas unos 387.000 adultos mayores estaban pensionados, pero  para diciembre del 2012 ya eran 2.364.305. Pareciera que tampoco les gusta recordar que ahora las y los jóvenes venezolanos no tienen que esperar por dos, tres y hasta cuatro años para ingresar a la universidad, porque Chávez con su política de inclusión municipalizó la Educación Universitaria. Es como muy duro aceptar que la matrícula universitaria pasó de 894.418 en el 2000 a 2.293.914 en el 2010.  Les podrá molestar, pero aunque quieran no podrán esconder el salto cuántico que dio la atención integral y la inversión en el deporte y en los deportistas en estos 14 años de Revolución. Lo mismo se puede decir de la atención a todas y todos los ciudadanos, cuya actividad gravita en el rico mundo  de la cultura. Pudiera seguir, pero me falta espacio y tiempo; sin embargo, no aguanto las ganas de recordarles que el acceso de la población al servicio de agua potable pasó de 78 % a 95 % entre 1998 y 2011 y el de agua servidas de 62 % a 84 % en el mismo lapso. Ciertamente, falta bastante por hacer, pero sin duda hemos avanzado en el camino correcto. Debemos continuar en este esfuerzo y ser muchísimos más eficientes y acelerar el paso en las áreas que autocríticamente reconocemos más débiles.
Los adversarios deberían estudiar los indicadores anteriores y los que faltan para que comprobarán que los excluidos, y por lo tanto los pobres en Venezuela eran millones y aunque todavía nos queda un seis por ciento de la población viviendo en pobreza extrema, LA REVOLUCIÓN ha disminuido ostensiblemente el porcentaje de pobreza, al igual que el porcentaje de la población excluida. No por casualidad ha aumentado el Índice de Desarrollo Humano (IDH) ¿Cómo explicar la situación de pobreza y descomposición social heredada en un país con tantos recursos financieros? Simplemente porque para los gobiernos de la cuarta república el ser humano no era el centro de atención. He ahí una diferencia innegable entre la derecha  entreguista y el gobierno bolivariano de Venezuela. Por esto y mucho más, la obsesión del imperio norteamericano de salir de Chávez. No pudieron vencerlo en buena lid. Sólo  el cáncer, inducido o no, pudo con él. Por eso los políticos enfermos del alma y del espíritu le dan “vivas al cáncer” que sacó del juego político a nuestro HURACÁN BOLIVARIANO nacido en Sabaneta. Así que deben tener claro puñito de miserables, que no pudieron con él y con nosotros tampoco podrán; porque Chávez somos millones y apoyaremos a Nicolás, quien tiene el gigantesco compromiso de no fallarle ni al líder ni al pueblo.  ¡Con el favor de Dios y el apoyo activo del pueblo, seguro que venceremos!.

No hay comentarios: