Toby Valderrama
La Revolución, atónita, asiste a la merma de su apoyo. Cuando esperábamos diez, obtuvimos siete. No hay dudas, son días definitorios, lo que hagamos en el cortísimo plazo definirá el destino de este proceso.
Además de la brutal embestida oligarca, padecemos inconvenientes internos graves, y sobre estas trabas se suman las propuestas de solución motorizadas por la misma ideología que las creó.Veamos.
La perplejidad del resultado, el traspiés de una visión del mundo, de la Revolución , se intenta solucionar con una cacería de brujas que se esconde bajo el lema de "limpieza". Así se reduce el asunto a una simple mala gestión de los hombres, y de esta manera infantil, marginal, de abordar la situación, se evade el núcleo de las dificultades: ¡ la Teoría !... Y, digámoslo de una vez, lo que ha fallado es la teoría que guía a la Revolución. Es urgente una limpieza en la teoría, rectificar, corregir el azimut.
Podemos tomar varias actitudes frente a la situación:
Una, hacer del Socialismo una mera declaración, un poema sin implicaciones en la práctica, una palabra reluciente pero inútil, semejante a aquellos trajes que se sacan del desván para los días de fiesta nacional. Y simultáneamente salir corriendo a guarecernos bajo el manto del capitalismo, escanciar la renta hacia las arcas de esa deformación que llaman burguesía nacional, que en realidad son vampiros chupa-renta que inexplicablemente estimulamos y alimentamos.
Esta vía exigirá diálogo, "gobierno amplio", con participación de la oligarquía, así estaremos estirando un poco los días de la Revolución , pereceremos en la ilusión de un sistema socialista de utilería y capitalista en la realidad.
Otra actitud, no refractaria con la anterior,cambiar hasta al infinito los que "han fallado" en la gestión, sustituir ministros, gerentes, y no revisar la teoría que los guiaba. Corremos la arruga, nos debilitamos, y en la próxima confrontación tendremos definitivas derrotas.
Otra actitud, ir al fondo de la situación. Estudiar sus causas primarias, rectificar la teoría que guía las acciones fracasadas. Informar a la masa de la rectificación, convocar para la autocrítica de las ideas, reflexionar a la Revolución. Este es el único camino que nos dotará de instrumentos para avanzar, aquí está la salvación del proceso.
Debemos reconsiderar conceptos básicos, por ejemplo: El Poder Popular, la vanguardia, el Estado, la economía, la Propiedad Social de los medios de producción entrelazada con la Conciencia del Deber Social, los errores cometidos en el pago de la deuda social, la displicencia con ese formidable instrumento que es el Trabajo Colectivo Voluntario, el concepto de pueblo, de dirigente, la manera de elegir, la democracia directa, la delegación de funciones, la influencia de la socialdemocracia en la Revolución.
Son días de gran valentía intelectual, de romper con la estulticia, de no repetir clichés que no aguantan el mínimo argumento. Tenemos una gran ventaja, la realidad habló, ya las teorías, las propuestas, demostraron en la práctica si funcionan o no, ya los inventos demostraron si erramos o no.
¡Con Chávez, con Maduro, con el Socialismo!
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