Elizabeth Santos
Siendo la vivienda un derecho humano, es potestad del Estado velar por los derechos de sus ciudadanos y ciudadanas, y siendo declarada está como un elemento de primera necesidad, es prioritaria su vigilancia.
Ahora bien, las Cámaras Inmobiliarias, APIUR y sus pocos voceros, han acaparado gran parte de la programación de canales privados, en protestar por lo que ellos consideran debe ser el mundo al revés, es decir, protestan porque lo viejo debe costar lo mismo que lo nuevo, en relación a los inmuebles arrendados se refiere, protestan por que deben seguir lucrándose de la vialidad que construyo el Estado, seguir obteniendo plusvalía por los servicios públicos, por obras de gran envergadura como el Metro de Caracas, por obras que construyeron particulares como centros comerciales, universidades etc y hasta por las nubes y montañas que hizo el creador.
Pero dentro de la nueva geometría del poder y la concepción de sociedad participativa y protagónica, la cual se está construyendo desde que el Comandante Presidente Chávez asumió la dirección de la República, la sociedad organizada; en un ejercicio de corresponsabilidad con las instituciones, desarrollaron mecanismos para establecer los parámetros para el calculo del justo alquiler de los inmuebles dados en arrendamiento, partiendo de un cambio de paradigma, y llevando a cabo un debate nacional, en donde quedo demostrado el axioma, de la lógica irracional de considerar a la vivienda como una mercancía, aplicando el valor de mercado especulativo y no considerando su valor de uso.
En esta nueva etapa, la sociedad verdaderamente organizada se está esforzando para trasformar las relaciones especulativas que se venían llevando de manera automática e impuesta por los “dueños del mercado”, hacia una verdadera justicia social, basadas en el conocimiento científico y el efectivo principio de contraloría social, aplicando el hecho de pagar el justo valor, por lo que merecen las cosas, y en este caso, la vivienda de acuerdo con sus características, composición, servicios, estado de conservación, dimensiones, ubicación geográfica (regiones del país, no zonas de la ciudad), factor sismológico entre otros, dará a los inquilinos este real valor y para el caso de los pequeños propietarios, un factor de rentabilidad superior, que el de los multiarrendadores.
Elizabeth Santos
elisant32@gmail.com
Vocera de la Red Metropolitana de Inquilinos
Ahora bien, las Cámaras Inmobiliarias, APIUR y sus pocos voceros, han acaparado gran parte de la programación de canales privados, en protestar por lo que ellos consideran debe ser el mundo al revés, es decir, protestan porque lo viejo debe costar lo mismo que lo nuevo, en relación a los inmuebles arrendados se refiere, protestan por que deben seguir lucrándose de la vialidad que construyo el Estado, seguir obteniendo plusvalía por los servicios públicos, por obras de gran envergadura como el Metro de Caracas, por obras que construyeron particulares como centros comerciales, universidades etc y hasta por las nubes y montañas que hizo el creador.
Pero dentro de la nueva geometría del poder y la concepción de sociedad participativa y protagónica, la cual se está construyendo desde que el Comandante Presidente Chávez asumió la dirección de la República, la sociedad organizada; en un ejercicio de corresponsabilidad con las instituciones, desarrollaron mecanismos para establecer los parámetros para el calculo del justo alquiler de los inmuebles dados en arrendamiento, partiendo de un cambio de paradigma, y llevando a cabo un debate nacional, en donde quedo demostrado el axioma, de la lógica irracional de considerar a la vivienda como una mercancía, aplicando el valor de mercado especulativo y no considerando su valor de uso.
En esta nueva etapa, la sociedad verdaderamente organizada se está esforzando para trasformar las relaciones especulativas que se venían llevando de manera automática e impuesta por los “dueños del mercado”, hacia una verdadera justicia social, basadas en el conocimiento científico y el efectivo principio de contraloría social, aplicando el hecho de pagar el justo valor, por lo que merecen las cosas, y en este caso, la vivienda de acuerdo con sus características, composición, servicios, estado de conservación, dimensiones, ubicación geográfica (regiones del país, no zonas de la ciudad), factor sismológico entre otros, dará a los inquilinos este real valor y para el caso de los pequeños propietarios, un factor de rentabilidad superior, que el de los multiarrendadores.
Elizabeth Santos
elisant32@gmail.com
Vocera de la Red Metropolitana de Inquilinos
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