27/11/12.-La medicina o tratamiento con oxígeno hiperbárico consiste en el uso del oxígeno puro a 100%, a presiones por encima de la presión atmosférica, específicamente por encima de 1,3 ATA (Atmósferas Absolutas), lo que se consigue en un recinto cerrado denominado cámara hiperbárica, donde el paciente ingresa totalmente, pudiendo ser monoplaza (un solo paciente) o multiplaza (para más de 2 pacientes).
Una cámara hiperbárica es un habitáculo que una vez ingresado, permanece cerrado donde se introduce el paciente y es sometido a presión. Generalmente son de forma cilíndrica y en la mayoría de los casos es metálica con ventanas por donde se puede controlar el paciente desde el exterior. Las cámaras monoplaza, también pueden ser de acrílico transparente lo que disminuye notablemente la sensación de encierro. Cuenta con diferentes equipos para monitorear los signos vitales del paciente y otros que hagan al confort del paciente.
Actúa como un auténtico fármaco, la dosis del oxígeno hiperbárico se logra con la presión y con el tiempo de duración de cada tratamiento. Se han establecido límites de seguridad para los tratamientos en lo que se refiere al tiempo de exposición y profundidad. La frecuencia depende de la gravedad del caso (infecciones severas e intoxicación por monóxido de carbono).
El oxígeno respirado a presión, se disuelve en el plasma, que es uno de los componentes de la sangre, siguiendo una ley física. De esta manera se logran grandes cantidades de oxígeno en la sangre arterial y venosa, el cual es aprovechado por los tejidos, no necesitando de la presencia de glóbulos rojos. Estos niveles elevados de oxígeno son los causales de los diferentes efectos de la oxigenación hiperbárica tales como efecto antiinfeccioso, desedematizante, detoxificante, formador de vasos nuevos, estimulador de la formación de colágeno, lo que significa un aumento de la velocidad de cicatrización, entre otros.
Una cámara hiperbárica es un habitáculo que una vez ingresado, permanece cerrado donde se introduce el paciente y es sometido a presión. Generalmente son de forma cilíndrica y en la mayoría de los casos es metálica con ventanas por donde se puede controlar el paciente desde el exterior. Las cámaras monoplaza, también pueden ser de acrílico transparente lo que disminuye notablemente la sensación de encierro. Cuenta con diferentes equipos para monitorear los signos vitales del paciente y otros que hagan al confort del paciente.
Actúa como un auténtico fármaco, la dosis del oxígeno hiperbárico se logra con la presión y con el tiempo de duración de cada tratamiento. Se han establecido límites de seguridad para los tratamientos en lo que se refiere al tiempo de exposición y profundidad. La frecuencia depende de la gravedad del caso (infecciones severas e intoxicación por monóxido de carbono).
El oxígeno respirado a presión, se disuelve en el plasma, que es uno de los componentes de la sangre, siguiendo una ley física. De esta manera se logran grandes cantidades de oxígeno en la sangre arterial y venosa, el cual es aprovechado por los tejidos, no necesitando de la presencia de glóbulos rojos. Estos niveles elevados de oxígeno son los causales de los diferentes efectos de la oxigenación hiperbárica tales como efecto antiinfeccioso, desedematizante, detoxificante, formador de vasos nuevos, estimulador de la formación de colágeno, lo que significa un aumento de la velocidad de cicatrización, entre otros.
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