viernes, 15 de abril de 2011

13 de Abril, 09 años después…

Ivette Chirinos


Llega otro año para la conmemoración de nuestro glorioso 13 de abril, los años que nos quedan de vida a cada una y cada uno de nosotros deben ser pocos para reflexionar sobre esto, tenemos prohibido olvidar este episodio de nuestra historia, en el que definitivamente el poder económico, quiso liquidarnos, aplastarnos, sin compasión, así como es el capitalismo, indolente, inhumano.

En lo particular, estos días son para especial reflexión y es que cuando veo las imágenes, aún pasada casi una década, no puedo contener las lágrimas y pienso que el día que deje de sentir toda esta mezcla de sentimientos, definitivamente dejo de ser yo.

Han pasado 9 largos años y vemos por los medios de comunicación mil caras y una sola frase “yo estuve allí”, al decirla o escucharla las y los revolucionarios sentimos que nuestra vida y acontecer son de gran importancia para nuestra patria, nos sentimos fuertes y muy orgullosos, de eso estoy segura.

Hoy, al observarnos 9 años más tarde, veo con preocupación que el llamado del Comandante Presidente, sigue siendo, a consolidar la unidad por encima de todas las cosas, a aceptar la crítica y a ser autocríticos, entre otras cosas, además con la misma angustia reflejada en su mirada. Y es que la política es como una religión, o al menos yo lo veo así, la indolencia, la intolerancia, la arrogancia, la ambición, la calumnia, son pecados en ambas.

La reflexión se hace sencilla, imágenes de golpistas que hoy día son diputados en la Asamblea Nacional ¡¿qué tal?!. Todas y todos los que estuvimos, debemos preguntarnos ¿qué paso?, tanto esfuerzo y…

Sabemos que son golpistas, cómplices de una masacre, saboteadores, guarimberos, pero…¿cómo es que llegaron allí?, muchos dirán ¡bueno eso es una demostración de democracia!, yo insisto, es falta de escuchar al Comandante, de reflexionar, ser autocríticos y consolidar verdaderamente la unidad, entender que los movimientos sociales son esenciales en esta construcción, no un relleno; además de dejar de vivir del pasado y enmendar los errores del presente, comenzando por dejar de hablar del pueblo en tercera persona, allá lejano, y comenzar a incluirnos en el discurso, en definitiva fortalecer nuestra conciencia de clase. Sólo así, podremos decir convencidos “yo estuve allí”, y pensar que “si, valió la pena”.

ichirinos71@gmail.com 



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