Eileen Padrón.
Decía en anterior artículo que esta semana hablaría de la disociación de la susodicha, pero al ver la proliferación de artículos relacionados con ella y todos por demás acertadísimos, considero que todo está dicho, Vidal Chávez López, en la edición anterior de Temas, describió exactamente sus discursos antes y después del rescate que no tiene desperdicio. Se me hace muy difícil aceptar ciertas incoherencias de la señora Betancourt en relación a su percepción de las FARC hoy día. Entiendo que no debe ser nada fácil para una mujer específicamente estar en cautiverio ya que por razones de la naturaleza el género femenino requiere de mejores condiciones, pero sin embargo se ha demostrado que las mujeres estamos hechas para sobrellevar las dificultades. En el caso de la Betancourt, quien en otrora era un aguerrido combatiente del gobierno de Uribe, era más que una razón para no ser tratada como otros rehenes, dado que representaba “el lomito” y era lógico que se custodiara con más seguridad. Antes de que la senadora Córdova tuviese la iniciativa de mover los trámites para el canje, nadie sabía de Ingrid, sólo la desquiciada de Patricia Poleo que en su afán de desprestigiar al gobierno, dijo que se encontraba en Caracas y como siempre sin pruebas. El pasado diciembre, se rueda un video donde Ingrid aparece con señales de desnutrición y afectada psicológicamente, donde médicos de todas las latitudes decían que de no ser rescatada inmediatamente, podría morir. Sin embargo, el día de su liberación, a solo siete meses del video, era otra, visiblemente “recuperada”. Me sorprende que en sus primeras declaraciones diga “por los cuidados de su compañero de cautiverio está viva”, quien le daba los medicamentos religiosamente”. ¿Quién suministraba los medicamentos y los alimentos? ¿Uribe, el ejército? .Obviamente las FARC . También decía que “el comandante que durante cuatro años fue tan cruel, humillante y déspota”, refiriéndose al guerrillero cautivo, si fue su custodia durante 4 años, entonces también fue responsable de su recuperación tan rápida de 7 meses. Insistió que la mujer guerrillera también era déspota. Clara y Consuelo fueron liberadas y la actitud de ellas para con los guerrilleros era diferente inclusive en sus declaraciones, hablaron de lo difícil de la vida en cautiverio, pero sin embargo, se despidieron de sus captores con besos y abrazos. No tenía por que ser diferente el trato a Ingrid siendo ésta la más importante para las FARC. Por otro lado, después de la liberación de Clara y Consuelo, ella escribe una carta “intima” a su madre, describiendo el calvario de su cautiverio, cuya carta es interferida por el gobierno colombiano e infiltrada para los medios. En la misma agradece a Piedad y a Chávez su gestión y que sigan adelante, inclusive habla de su admiración por nuestro Presidente, pero con solo tener unos minutos al lado de Araújo y Montoya, se disoció. ¿Por qué no trató ese tema y se quejó ante las autoridades? Y ahora, según lo leí en artículo de Vidal, dijo que “habría mentido en esa carta” De todas maneras es una violación a su intimidad y un delito interceptar una correspondencia. Pedirle a Chávez seguir con la mediación y luego decir que los problemas de Colombia los resuelve los colombianos, me van a perdonar, pero ahí pasó algo. Justificar la acción en Ecuador del ejército colombiano y por ende del gobierno, pero también pedirle públicamente a Correa que siga con la mediación, es como de locos. Los demás rehenes liberados, contaron las barbaridades de la FARC pero ¿Por qué no dejaron hablar a los gringos? ¿Por qué no asistieron a la celebración con Uribe? ¿Por qué se ignoran? ¿Qué hay con el pago de los 20 millones de dólares? Hay muchas interrogantes y pocas respuestas, y mientras tanto la vedette entre muchos flashes recorriendo el mundo en ruedas de prensa, condecoraciones, conferencias en diferentes idiomas con el look típico de una candidata presidencial. ¿Será que…? eileenpadron@gmail.com
lunes, 21 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario