" Durante estos 20 años, como si fueran una especie
de chacumbeles cruzados con Chucky, se han lanzado tanta veces al vacío
de insólitos y nefastos planes Made in USA"
Con el Mazo Dando
Con el Mazo Dando
Todos
conocimos a un carajito malcriado que era dueño de la pelota y cuando
el juego no le favorecía, o imponía reglas torcidas hechas a su medida, o
se llevaba su pelota y se joden… Bueno, así, con la misma malcriadez
actúa el antichavismo, pero, en lugar de llevarse la pelota, a estos
demócratas libertarios, les da por destrozar este país que no se deja
gobernar por ellos.
No
es nuevo. Durante estos 20 años, como si fueran una especie de
chacumbeles cruzados con Chucky, se han lanzado tanta veces al vacío de
insólitos y nefastos planes Made in USA, permitiéndonos comprobar su
incapacidad reflexión y por ende de aprender de sus errores… También
hemos confirmado en carne propia que siempre sus planes pueden ser
peores.
Cuando
uno creyó que ya llegaron al llegadero, cuando pedían, desde Maracaibo,
por ejemplo, que estrellaran un tanquero cargado de gasolina contra el
puente, y que explote todo, que se queme todo, para joder a Chávez (que
estaba en Caracas). Cuando pararon al país para que se hundiera, aunque
ellos estaban dentro. Cuando fueron monárquicos y el “por qué no te
callas” del Bribón se convirtió en consigna chic. Cuando aplaudían a
Uribe y sus amenazas contra Venezuela, porque hacer lo contrario era
chavista.
Así
lo vimos un día linchar gente sospechosa de chavismo (por negros),
quemarlos vivos, justificar el infierno, echarnos la culpa, porque si no
hubiera chavistas ellos no tendrían que quemar gente viva, o sea. Los
vimos pasar la página, como si nada, y poner cara de decencia sobre sus
caras de tabla.
Visto
lo visto en todos estos años y viendo en este septiembre la locura que
montaron desde enero con gafo interino y luego el 22 de febrero, y la
euforia escuálida porque “mañana llega por fin la invasión”. Y ver su
tristeza el 23 porque no nos invadieron. Ver cómo celebraron cada
sanción que nos pone la Casa Blanca ¡Ay, Chacumbele! Y ahora la nueva
amenaza de Colombia y a veces ya no quiero verlos más para no verlos
caer tan bajo.
Y
uno que de algún modo conserva cierta candidez, cierta esperanza de que
un día la realidad los toque, los sacuda lo suficiente como para
detener la escalada de odio suicida, ya no de la dirigencia opositora,
que ya sabemos qué clase de hampones son, sino de la gente que vota por
ellos, por no votar por nosotros. Que la realidad les permita ver que
también son víctimas, como víctimas han querido que seamos los
chavistas. Que al final no somos tan distintos, que queremos más o menos
lo mismo para nosotros, para nuestros hijos… Uno siempre queriendo
creer y ellos tan dispuestos a dejarse joder por el sifrino malcriado
que se lleva la pelota, el país, la vida, la paz, todo; si no lo dejas
joderte como a él le da la gana.
Uno
siempre con la esperanza de que no desciendan más en en el odio y la
miseria, de que se unan a la construcción de este país bueno y justo
para todos… Uno a la vez con la certeza de que si no quieren, si el
miedo, el odio, el egoísmo o la soberbia no los dejan; con ellos o sin
ellos, por nuestro bien y por el suyo, nosotros venceremos.
CAROLA CHÁVEZ
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